Mientras emergen signos de interrogación sobre la participación de Petronas en la construcción de la planta con YPF, el otro proyecto de GNL que se anunció en la Argentina no sólo avanza, sino que está cerca de incorporar inversores. Harbour Energy, la británica que compró los activos de la alemana Wintershall Dea, quiere sumarse al acuerdo de Pan American Energy Group (PAE) con la noruega Golar para exportar gas licuado en 2027.
En julio, PAE firmó el convenio para alquilar durante 20 años un barco licuefactor y exportar desde un punto del litoral marítimo argentino, aún a definir. La idea es usar una nave, el buque Hilli, de Golar, con capacidad de 2,4 millones de toneladas anuales de GNL, equivalentes a 11,5 millones de metros cúbicos diarios (m3/d) de gas natural. Para eso, se formará un joint venture, Southern Energy. PAE tendrá el 90% y Golar, el 10.
Cuando lo anunció, en julio, Marcos Bulgheroni, CEO de PAE, aclaró que estaba en negociaciones “con YPF y otras compañías del sector” para que se sumen al emprendimiento. La idea es que sea el primero de más buques. Algo que dependerá, directamente, de la incorporación de más productores de gas a la iniciativa, ya que el proyecto, hoy, está calculado con los volúmenes que genere PAE.
PAE tiene charlas con varias empresas. Una de las conversaciones más avanzadas es con Harbour, su socia, junto con la francesa TotalEnergies, en el consorcio dueño de los bloques de la Cuenca Austral, donde, por ejemplo, está Fénix, la plataforma offshore que empezó a operar el viernes, tras u$s 700 millones de inversión.
Fuentes de la industria coinciden en que, si bien no hay acuerdo cerrado, la negociación está encaminada. “Si el proyecto era interesante para Wintershall, ahora, para Harbour, lo es mucho más”, dimensiona una de ellas.
Todavía se discute el porcentaje de participación que tendrá Harbour y, en función de eso, el monto de inversión que deberá realizar. “Toda la industria tendrá necesidad de evacuar la producción incremental de gas. Con el mercado regional, no alcanzará. Una planta flotante de GNL es una posibilidad concreta de monetizar”, agregan para explicar el interés de la británica. “Es, además, un paso intermedio, no tan ambicioso como una planta”, apuntan, en contraste al emprendimiento de YPF, según Horacio Marín, CEO de la energética argentina, “se hace o se hace”, para lo cual quiere (necesita) reconvertirlo en un proyecto de toda la industria.
En diciembre, Harbour acordó con Wintershall Dea la compra de sus activos de exploración y producción, valuados en u$s 11.200 millones. En la Argentina, implicó el traspaso de sus participaciones en Vaca Muerta -Aguada Pichana Este (22,5%) y San Roque (24,7%)- y en la Cuenca Marina Austral (CMA-1; 37,5%). Esa transición se completó en septiembre. PAE también participa en todos esos bloques.
Wintershall Dea estaba presente en la Argentina desde 1978. En 2022, le vendió sus activos petroleros en el país a Vista para focalizarse en gas. En 2023, produjo 60.000 barriles de petróleo equivalentes diarios. También el año pasado, anunció un plan de inversiones de 450 millones de euros en los siguientes cuatro años para expandir su actividad en Tierra del Fuego y Neuquén. De ese monto, u$s 300 millones son para Aguada Pichana Este y San Roque. Esa producción incremental a futuro, que se sumará a los 10 millones de m3/d que, en total, generará Fénix, es la que Harbour quiere evacuar y el driver principal de su ingreso al deal de PAE y Golar.
El encarrilamiento de las gestiones con la británica no implica que PAE se cierre a otras negociaciones. Al contrario. En el grupo, resaltan la intención de que sea un proyecto más amplio, “de toda la industria”, como dice Marín sobre su quimera para YPF. No lo dicen. Pero, en el mercado, tras la posible renuencia de Petronas a acompañar a YPF en la construcción de la planta de licuefacción en Río Negro, el proyecto de PAE y Golar cotiza en suba.
Sobre todo, después de que, la semana pasada, la noruega anunció una inversión de u$s 2200 millones para la construcción de un nuevo buque licuefactor, con una capacidad anual de 3,5 millones de toneladas de GNL. Golar espera recibirlo en el último trimestre de 2027. Eso, aclaran en PAE, no significa que se lo utilice en su proyecto. Pero tampoco cierran esa puerta.
Fuente El Cronista