Teresa Ribera deja sus deberes hechos antes de irse a Bruselas. Aunque con cierto retraso. Este martes, el consejo de ministros ha aprobado la actualización del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 que se tenía que haber enviado a la Comisión Europea el 30 de junio. Una actualización que se ha hecho esperar y que destaca por un aumento de la inversión en 14.000 millones de euros.
El Ministerio de Transición Ecológica eleva hasta los 308.000 millones la necesidad de inversión de este ‘PNIEC’ frente a los 294.000 millones que se había previsto en su borrador de 2023. Un incremento que llega por el aumento de la inversión pública por la actualización de la demanda eléctrica y de los datos de inversión de los fondos vinculados al Plan de Recuperación y Resiliencia.
La Comisión Europea esperaba recibir este documento y el de los 26 gobiernos restantes antes de julio. Los únicos que cumplieron con esa petición fueron Suecia, Finlandia, Países Bajos y Dinamarca. Italia llegó un día tarde. El Gobierno ha necesitado este tiempo para revisar el resultado de la Evaluación Ambiental Estratégica de este plan, que estuvo en audiencia durante junio y julio.
Un 85% de inversores privados
La inversión de 308.000 millones de inversión se desglosa en un 37% para las energías renovables, con 114.000 millones de inversión en almacenamiento, hidrógeno renovable y biogás. Otro 28% se dedicará a la Electrificación de la economía, con 86.240 millones, y un a las redes y eficiencia energética, con 52.360 millones.
La mayor parte de esta inversión deberá llegar de las empresas e inversores. Un 82% de las necesidades de financiación del PNIEC saldrán del sector privado, mientras que la inversión pública española será del 5%, mientras que desde Europa llegará el 13% de la inversión.
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Valor Añadido. Agustín Monzón
Las estimaciones del Gobierno es que este plan incremente el PIB en un 3,2% frente al 1,8% que se estimaba en el lanzamiento del PNIEC en 2019. La estrategia energética que deja Ribera antes de irse a Bruselas cifra en 560.000 empleos de nueva creación, frente a los 348.000 anteriores, vinculados con un plan que apuesta por el despliegue de las energías renovables, mantiene el cierre ordenado de las centrales nucleares y pone en marcha nuevas tecnologías como la eólica marina.
Más solar y eólica
España quiere desplegar con esta estrategia un total de 214 gigavatios (GW) antes de terminar 2030, entre ellos destacan 76 gigavatios de energía fotovoltaica y 62 GW eólicos, que incluyen 3 GW de eólica marina.
El Gobierno sube su objetivo para el almacenamiento respecto del borrador con una potencia que pasa de los 22 a los 22,5 GW. También se eleva en 1 GW la capacidad de electrolizadores (hasta los 12 GW). La previsión de producción de biogás supone duplicar lo cuantificado en la Hoja de Ruta del Biogás, llegando a los 20 teravatios hora (TWh) en 2030.
El equipo de Ribera estima un ahorro de la actualización del plan de 86.750 millones por la reducción de las necesidades e importación de combustibles fósiles. Sus estimaciones apuntan a que España cerrará 2030 con un total de 5,5 millones de coches eléctricos. Además, el Ministerio para la Transición Ecológica asegura que con su plan a 2030 provocará una caída de la facutra de la luz del 12% frente al 20% que ha subido en los últimos años.
Fuente El Confidencial