Irán y Hezbolá, amenazas multifacéticas para Latinoamérica
Por Lorena Baires
La presencia y actividades de Irán y Hezbolá en Latinoamérica reafirman profundas preocupaciones, debido a las operaciones multifacéticas que implementan estos infiltrados en la región; así como sus estrategias, objetivos e implicaciones para la seguridad regional y global, planteó el abogado y escritor mexicano especializado en la dinámica geopolítica de Oriente Medio Ilan Eichner, en The Times of Israel.
“Las prioridades de Hezbolá en Latinoamérica están estrechamente vinculadas con los intereses geopolíticos de Irán. Entre estas, destaca la generación de ingresos mediante actividades ilícitas como el narcotráfico, el contrabando y el lavado de dinero, con el propósito de obtener recursos esenciales para mantener sus operaciones en el Medio Oriente y, de este modo, reducir la dependencia financiera de Irán”, amplió el 19 de agosto a Diálogo Eichner. “Hezbolá se dedica al establecimiento de redes de inteligencia y operaciones en la región, creando estructuras de apoyo logístico y operacional, que pueden ser ‘despertadas’ para ejecutar acciones terroristas cuando las necesiten”.
Según expertos, Hezbolá, un movimiento islamista que cuenta con una de las fuerzas paramilitares más poderosas de Medio Oriente, realiza muchas de sus actividades ilícitas en fronteras triples de Sudamérica: la primera, la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, con centro neural en Ciudad del Este. La segunda es la triple frontera andina, conformada por Chile, Perú y Bolivia; y la tercera es la triple frontera marítima entre Colón, Panamá; Maicao, Colombia; y Punto Fijo, Venezuela, detalló el periódico argentino La Nación el 24 de julio.
“Además, Hezbolá recurre a redes de tráfico y contrabando de bienes, armas y sustancias ilícitas, siendo la región de la Triple Frontera el punto estratégico clave para estas operaciones”, añadió Eichner. “Los beneficios obtenidos en esta área se integran en la economía formal iraní a través de sus empresas de fachada”.
Una de las redes comerciales de Hezbolá fue sancionada el 15 de agosto por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, por su participación en el envío de productos iraníes como petróleo y gas licuado a Yemen y Emiratos Árabes Unidos, con el respaldo de la Guardia Revolucionaria iraní.
“Nunca se puede olvidar que Hezbolá es la primera línea de defensa de la República Islámica de Irán. Y cuando necesita puede activar sus células para perpetrar atentados a favor de sus intereses geopolíticos”, explicó a la cadena alemana DW Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, con sede en Washington. “Necesitamos más aliados en Latinoamérica que tomen esta amenaza como algo muy serio. No solamente en la lucha contra el terrorismo, sino también en la lucha contra el crimen organizado transnacional”.
Aunque los gobiernos autoritarios con fuertes componentes populistas, difieran en cuanto a las ideologías básicas de sus proyectos, son propensos a aliarse entre sí, explicó al periódico mexicano Excélsior Esther Shabot, socióloga y especialista en estudios judaicos por la Universidad Iberoamericana de México. “Irán enfoca sus esfuerzos diplomáticos y militares en ciertos países débiles de Latinoamérica, como Venezuela”.
“Hezbolá emplea una serie de métodos altamente sofisticados para el blanqueo de capitales y el disimulo del origen de sus fondos”, dijo Eichner. “Entre los mecanismos más destacados están las empresas fachada que operan como negocios legítimos, tales como tiendas de electrónica, supermercados y casas de cambio, que funcionan tanto para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas como para financiar actividades vinculadas al terrorismo radical islámico; o para expandir su influencia en la región a través de actividades sociales o del pago de sobornos a oficiales de gobierno”.
“Las conexiones de Irán y Hezbolá con la dictadura de Venezuela ponen en peligro la seguridad regional, al ayudar al régimen de Maduro para aferrarse al poder”, explicó a Diálogo Henry Ziemer, investigador asociado del Programa de las Américas, en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington. “El papel de Irán en el suministro de equipamiento militar y el papel de Hezbolá en el entrenamiento de los ‘colectivos’ paramilitares venezolanos, muestran cómo ambos actores trabajan en conjunto para apuntalar regímenes autoritarios reprimiendo a sus propios ciudadanos y amenazando a sus vecinos, particularmente en el caso de las continuas provocaciones de Venezuela hacia Guyana”.
Irán ha respaldado a Nicolás Maduro en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio, que muchos líderes mundiales han condenado como fraudulentas, informó el 5 de agosto el medio venezolano Primicia.
“Venezuela es un elemento importante de esta relación, ya que el exvicepresidente venezolano Tareck El Aissami [de ascendencia sirio-libanesa], ayudó a conectar a los agentes de Hezbolá con lucrativas operaciones de tráfico de drogas, así como lavado de dinero a través de la empresa colombiana Importadora Silvania”, afirmó Ziemer. “A medida que el régimen de Maduro intensifica su represión en respuesta a la presión ciudadana por un cambio democrático, la importancia de los ingresos criminales y el papel de Hezbolá e Irán para ayudar a evadir las sanciones, sólo pueden crecer en el futuro cercano”.
En el caso de Argentina, el presidente Javier Milei fue alertado de un posible ataque de Irán, luego que su gobierno decidiera respaldar a Israel, informó el 9 de agosto el periódico español El País.
“Hezbolá constantemente monta infraestructuras en diversos lugares, que puede detonar si lo consideran conveniente. Un ejemplo claro de esta estrategia es el atentado contra la AMIA en Argentina en 1994”, subrayó Eichner. “Este ataque fue el resultado de una preparación prolongada y meticulosa, donde se establecieron las bases necesarias, sin que se supiera que terminarían en un atentado de esa magnitud”.
En medio de la escalada de tensiones en Medio Oriente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, recomendó a sus connacionales evitar viajes al Líbano.
“La planificación y posible ejecución de actividades terroristas por parte de estos actores, constituyen una amenaza directa para la seguridad de los países en el hemisferio. Es crucial tener en cuenta que las operaciones de Hezbolá, a menudo sustentadas en la corrupción local y la debilidad institucional, agravan los problemas de gobernabilidad y socavan el Estado de derecho”, destacó Eichner. “Es fundamental destacar la necesidad de una mayor cooperación internacional para contrarrestar estas amenazas, así como el fortalecimiento de marcos legales en toda la región, que permitan acciones más contundentes contra las actividades ilícitas de Hezbolá”.
Fuente Dialogo-Americas