El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, anticipó que analizan bajar el precio de los combustibles. La decisión será tomada por la petrolera la semana que viene, aunque no reveló de cuánto será esa baja. Las variables que se tomarán en cuenta serán la evolución en los precios internacionales del petróleo y lo que defina hacer el ministro de Economía, Luis Caputo, con el impuesto a los combustibles. La última vez que esto ocurrió fue en enero de 2019.
Durante su exposición en el AmCham Energy Summit, explicó: “Más allá de si es mucho o poco el descuento, es un cambio de paradigma, un acuerdo lógico entre las empresas de downstream y los consumidores. Cuando aumenta el precio del petróleo, tiene que aumentar, y cuando baja, bajar. Tiene que ser lo normal”.
El CEO de la petrolera de mayoría estatal explicó la lógica detrás de este paradigma de establecer el precio de los combustibles a paridad internacional, diferente a cómo se estableció durante las últimas dos décadas: “Argentina va a tener un tercio del mercado local y dos tercios de exportación. Si no logramos que haya precios de export parity, no se va a desarrollar Vaca Muerta y van a seguir las especulaciones con subsidios e incentivos”.
De todos modos, Marín consideró que los combustibles ya tuvieron una baja en términos reales. “YPF ya estuvo bajando la nafta, porque no trasladó en su totalidad la devaluación mensual y la suba del impuesto a los combustibles. Pero es difícil salir a declarar una baja que puede llegar a ser del 0,5%”.
Obra clave
El precio de los combustibles no será la única definición que deberá tomar YPF durante esta semana. También se espera que esté listo en los próximos días el llamado a licitación para el oleoducto Vaca Muerta Sur, una obra clave para transportar el petróleo de Vaca Muerta al puerto y poder exportarlo a todo el mundo.
“La semana que viene nos deberíamos juntar con toda la industria para acelerar los acuerdos definitivos”, adelantó Marín. Según explicó, las compañías energéticas no están acostumbradas a trabajar en “conjunto”, y hasta lo comparó con las dificultades que existen para ponerse de acuerdo en una reunión de consorcio. Hoy, la postura de YPF para acelerar los acuerdos es poner en números las pérdidas millonarias que existen por cada día que se atrasa el oleoducto.
“Cualquier cláusula que discutas, si atrasamos el proyecto, perdemos u$s 40 millones por día. Multiplicás las pérdidas por dos meses y es el valor del oleoducto”, detalló. El objetivo es finalizar el oleoducto, que sería netamente de exportación, para mediados de 2026. Inclusive, ampliar la capacidad, dado que tenían estimado que pudiera transportar 370.000 barriles por día, y ahora aspiran a 750.000.
“Nosotros vinimos a aumentar la torta de la energía y no a pelearnos por un juego de suma cero”, explicó Marín. “Para este proyecto ya están YPF, Vista, Pampa Energía, Pan American Energy, y hay una super major internacional. No veo otra que no se alinien todas las compañías, con una tarifa flat para todos, porque no estamos dando ventaja por liderarlo”.
Ocurre que si se suman más compañías, aumenta el financiamiento para un oleoducto que puede costar más de u$s 1000 millones y que van a terminar usando las compañías, dado que es la llave para ir desde Vaca Muerta hasta las costas de Río Negro, y desde allí exportarse desde el puerto de Punta Colorada. Por ese motivo es que, en un encuentro petrolero en Houston hace dos semanas, Marín manifestó en el escenario: “Se acabó el tiempo de la YPF boba”.
Fuente El Cronista