Fue su «fascinación por las lenguas» lo que llevó al alemán Johannes Kabatek a estudiar Filología Románica. Tras pasar por varias universidades europeas, hoy es catedrático de Lingüística Iberorrománica y Lingüística Románica en la Universidad de Zúrich, desde donde lidera un estudio para radiografiar la realidad social de la lengua española en Europa, en el que participan más de 80 expertos, un proyecto le ha valido el primer premio de Hispanismo Internacional de la Fundación Duques de Soria.
¿Qué le llevó a estudiar Filología Románica?
Mi fascinación por las lenguas. Me gustaban desde pequeño. Al llegar a la universidad empecé a estudiar francés y me encontré con un profesor navarro, Francisco Oroz (que falleció justo la pasada semana). Fue quien me acercó a los estudios hispanos. Con los años fui descubriendo ese mundo hispánico, cada vez más países, más culturas… Y ese universo que está detrás de la lengua, que es casi interminable… El español es como una puerta al mundo.-Su iniciativa para radiografiar la realidad social le ha valido el primer Premio de Hispanismo Internacional de la Fundación Duques de Soria.
¿Qué supone?
Un enorme honor, no solo para mí sino para todo el equipo. Es un proyecto de más de 80 personas.En su discurso reivindicó el español como «una lengua de Europa» y subrayó que Alemania, Suiza, Portugal, Rumanía y Bulgaria son países hispanófonos.Quizá sonó un poco provocador, pero hay más de 42 millones de hablantes de español en Europa fuera de España, cifra que casi se acerca a los 47,5 que hay en este país. Obviamente, son hispanófonos de distintos tipos, tanto nativos como personas que estudian o han estudiado el español.
En Suiza hay más de 500.000 hablantes de español. Es un porcentaje muy algo si pensamos que tiene ocho millones de habitantes. Se habla siempre del español en América, pero muy poco de la presencia de este idioma más allá de los países tradicionalmente hispanófonos. Estamos destapando una realidad que creo que no se veía.
¿En qué fase se encuentra el proyecto?
Ya han salido cinco volúmenes publicados por el Instituto Cervantes sobre el español en Alemania, Suiza y Portugal. El último es sobre Bulgaria, Rumanía y la República Moldava. Se hizo también uno acerca de los efectos que tuvo la pandemia sobre el español en Alemania. Ahora saldrán otros referidos a Italia, Francia… El objetivo es publicar más de una docena. En la medida de lo posible terminaremos el proyecto el próximo año. En noviembre tenemos un encuentro de todos los grupos en La Rioja y después la idea es que los cuatro directores saquemos un volumen transversal de la visión de conjunto, probablemente en 2026.
¿Qué efectos considera que tuvo la pandemia en el avance del español?
Tuvo un impacto muy grande en varias cuestiones. La migración se paró prácticamente, la enseñanza pasó a ser digital, hubo un avance muy grande a nivel internacional del inglés debido a que muchos jóvenes veían cada vez más series de Netflix en versión original o se comunicaban en inglés, pero el español también tuvo mucha difusión. La pandemia contribuyó a una mayor internacionalización.
¿Sigue aumentando en Europa el interés por el estudio del español?
En los últimos años observamos en algunos países más bien un estancamiento de las lenguas en general. Hablamos de crisis de las humanidades. Las herramientas digitales, la traducción automática… Parece que hace menos necesaria la enseñanza de idiomas. Me parece un error fatal.
¿En qué medida esas herramientas digitales está afectando a la demanda de la enseñanza de idiomas?
Mucho. Hay herramientas muy útiles, pero la traducción de una máquina no es conocimiento humano. Creo que necesitamos realmente rehumanizar la sociedad. No podemos dejar todo en manos de la Inteligencia Artificial. Los idiomas y las identidades son cosa nuestra, de las personas. Es una de las grandes tareas para los futuros hispanistas. Subrayar e insistir en que nosotros, los humanos, debemos estar en primer lugar, y no las máquinas.«Llevamos años luchando por la apertura del primer Instituto Cervantes en Suiza, pero faltan los medios»
¿Será ese el principal reto para las nuevas generaciones de hispanistas?
Sí, creo que va a ser su papel más importante. Enfrentarse a los retos de la transformación digital y contribuir a esa rehumanización de la sociedad. Somos seres sociales y el diálogo en diferentes idiomas es lo más bonito que hay para nuestra experiencia como humanos.
¿Cómo valora el trabajo del Instituto Cervantes y el de las Academias, en lo que se refiere a la proyección internacional de la lengua?
Creo que el Instituto Cervantes está haciendo un trabajo fantástico a nivel internacional no sólo con la difusión del español como lengua sino de las culturas hispánicas. Pero tiene sus limitaciones. Llevamos muchos años luchando por la apertura del primer instituto en Suiza, en Zúrich, pero faltan los medios. Creo que el Instituto podría hacer mucho más si los tuviera. En cuanto a las Academias, hemos visto en las últimas décadas realmente una modernización, no solo de la RAE, sino de la Asociación de Academias de Lengua Española, que actúa de manera internacional de una manera impresionante y en los últimos años se han adaptado a los retos digitales.En España, en comunidades como Cataluña y Baleares, hay familias que tienen verdaderas trabas para que sus hijos estudien en español.
¿Qué opina al respecto?
Es un tema muy complejo. Se comprende que las comunidades intenten tomar medidas para fomentar las lenguas, ya que el español no suele estar en peligro, pero necesitamos también libertad lingüística. Las políticas reguladoras muchas veces tienen efectos contrarios. Con el plurilingüismo siempre se gana, nunca se pierde, pero obviamente todo lo que va en contra de la voluntad de la gente es problemático.
Fuente ABC