El director del Cesid Emilio Alonso Manglano no dudó en calificar de «chantaje» la llamada que se recibió en el Palacio de la Zarzuela en julio 1994 para pedir dinero a cambio de no publicar unas fotos en las que se veía al Rey Juan Carlos besándose con la vedette Bárbara Rey. Esas imágenes son las que se han publicado recientemente, más de treinta años después, en la revista neerlandesa Privé. Cuando el monarca se lo contó, Manglano no sólo no lo dudó, sino que puso en marcha una operación de Estado para frenar su publicación. ¿Cómo? Organizando un gabinete de crisis que involucraba al jefe de Seguridad de la Jefatura del Estado, Guillermo Quintana-Lacaci, al servicio de Inteligencia y a la Presidencia del Gobierno, donde en ese momento mandaba Felipe González. Así, se pactó un pago de 25 millones de pesetas, según informó al propio Manglano el gestor de las finanzas del Rey, Manuel Prado y Colón de Carvajal, al detalle también de la operación, tal y como se recoge en ‘El jefe de los espías’ (Roca, 2021). «Le daré más», añadió. Pero eso no fue todo: también se llegó a un acuerdo para «contratar a B. en Televisión Española», mensaje que el propio Manglano trasladó a José Enrique Serrano, jefe de Gabinete de Felipe González.Noticia Relacionada estandar No Juan Carlos I, casi medio siglo atrapado en su aventura con Bárbara Rey Angie Calero La artista confirmó en 2023 la relación, que tuvo dos etapas, a finales de los 70 y a principios de los 90Un año después, el teléfono volvió a sonar, y el Rey volvió a recurrir a Manglano: «Emilio, Bárbara Rey ha vuelto a pedir ayuda. Sabe cosas». Era septiembre de 1995, y el jefe del Cesid inició una operación similar, aunque esta tardaría más en resolverse, lo cual tuvo una consecuencia relevante: el presidente del Gobierno ya no era Felipe González, sino José María Aznar tras su primera victoria electoral. En este caso, no se trataba de fotos en el exterior de la casa de Bárbara Rey, sino vídeos grabados en su dormitorio y en su salón. El 2 de octubre de 1997, Don Juan Carlos mantuvo una conversación con Manglano en la que le explicó que se había llegado al acuerdo con Bárbara Rey para que el material no se difundieran a cambio de 600 millones de peseta s. El Monarca relató a Manglano que se había encargado personalmente de informar al presidente del Gobierno, y que éste no lo encajó bien: «Me enfadé con Aznar. Le dije ‘he cometido este error y estoy dispuesto a marcharme’. Él estaba frío», confesó el Rey. Don Juan Carlos tenía 59 años, y su Heredero, el entonces Príncipe Felipe, 29. Aznar no aceptó tal sugerencia, pero la relación entre ambos quedaría ya marcada para siempre.
Fuente ABC