Uno de los mayores privilegios de los que goza el poder es la capacidad de emplear a determinadas personas bajo el cobijo de un presupuesto público. El PSOE exprimió al máximo esta facultad en los ocho años que estuvo funcionando la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, conocida como la Faffe . La entidad creada en el año 2003 por el Gobierno de Manuel Chaves (PSOE) para combatir el paro y mejorar la formación de los trabajadores acabó convirtiéndose en una agencia de colocación para allegados a cargos del partido . El enchufismo estaba a la orden del día en la Faffe. Era un secreto a voces entre sus propios trabajadores, que debían andar con pies de plomo si querían prosperar en esta ‘casa’. « No era bueno hablar mal de nadie porque nunca sabías qué relación podía tener esa persona con algún cargo de responsabilidad », reconoció un antiguo empleado a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que pusieron a la Faffe en su punto de mira cuando estaban investigando el fraude de la Formación en Andalucía . Las sospechas policiales sobre la endogamia y una denuncia del Sindicato Andaluz de Funcionarios, que aportaba nombres y apellidos de 84 presuntos enchufados , dieron origen a las diligencias previas en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla centradas en el nepotismo que imperaba en esta entidad disuelta en mayo de 2011 por el Gobierno de José Antonio Griñán . Trece años después de firmar su certificado de defunción, la fundación sigue dando trabajo a jueces, fiscales y a la Guardia Civil. El pasado 29 de febrero, la UCO aportó al juzgado un nuevo informe de 278 páginas, avanzado por ABC . «No era bueno hablar mal de nadie porque nunca sabías qué relación podía tener esa persona con algún cargo de responsabilidad»Tras analizar parte de los 235.125 mensajes que intercambiaron por correo electrónico antiguos mandos y técnicos de la entidad, concluye que « habría existido una sólida connivencia » entre directivos de la fundación y altos cargos del Gobierno socialista para contratar a personas «solo por el hecho de mantener vínculos de amistad, parentesco o incluso afinidad política con responsables de la Administración andaluza». La pieza del enchufismo se suma a otras ramas del tronco judicial de la Faffe, cuyo capítulo más sórdido fue el de las frecuentes visitas a prostíbulos de su ex director general, Fernando Villén . Está condenado a seis años de prisión por realizar 43 pagos con dinero público en cinco burdeles .Aprovechando las subvenciones excepcionales con las que el Ejecutivo regional iba nutriendo cada año a la fundación —cerca de 300 millones de euros entre 2003 y 2011– para organizar cursos para parados, el PSOE fue tejiendo una malla clientelar. Se convirtió en una máquina «fraudulenta» de desvío de fondos públicos a través de contratos amañados, facturas ficticias que se cargaban a ayudas, y enchufes masivos de personas próximas a los que mandaban en Andalucía, según avala la investigación judicial.¿Otro fondo de reptiles?La Faffe constituyó un pozo sin fondo de dinero público administrado de manera caprichosa y al margen de la norma. Funcionó en paralelo al programa de las ayudas de los ERE para empresas en crisis, el famoso ‘fondo de reptiles’. La Audiencia de Sevilla acaba de dictar una condena a un empresario de Huelva en la que define la concesión de la subvención como una «alcaldada indigna», después de que el Tribunal Constitucional haya anulado penas a ex altos cargos dando por legal lo que 18 jueces habían investigado, juzgado o condenado como un sistema delictivo.La extinta fundación alcanzó su delirio empleador meses antes de su cierre. El 16 de marzo de 2011, el director de Recursos Humanos envió un correo a una subordinada en el que insta a contratar a «un listado de personas vinculadas familiarmente a cargos del PSOE» . Aludía expresamente al hijo de una exdiputada andaluza, así como a la sobrina y a la nuera de dos altos cargos de la Junta.Previamente, como buen patrón, el Ejecutivo había pactado con los sindicatos mantener a la plantilla que había accedido a la Faffe sin respetar ningún «procedimiento de transparencia, capacidad o igualdad de oportunidades», como advierte la UCO. Al día siguiente de disolver la Faffe, sus 1.664 asalariados se integraron en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), donde la mayoría continúa trabajando en la actualidad.«Un nido para pagar favores políticos»La Faffe fue el paradigma del enchufismo de un partido que hacía y deshacía a su antojo en la Junta bajo la protección que le brindaban sus holgadas mayorías electorales. Un técnico que estuvo unos meses trabajando en la entidad la definió como un «nido para pagar favores políticos» cuando testificó ante los agentes. La Guardia Civil puso números a este mercado de favores después de tomar declaración a antiguos empleados de la Faffe. Encontró una «vinculación, directa o indirecta, de más de 200 empleados» de este organismo con sindicatos y partidos, principalmente con el PSOE. Así lo plasmó en un atestado que entregó el 7 de junio de 2017 al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, que investigaba el fraude de la formación en Andalucía. Acecha la sombra de la prescripciónEl desenlace de la pieza sobre el enchufismo es incierto, porque el supuesto delito de prevaricación que se les puede imputar a los antiguos responsables de la Faffe y a los beneficiarios de los contratos arbitrarios puede haber prescrito. Hay un precedente: el caso del exalcalde de Montellano (Sevilla) Francisco Aguilera , cuya causa fue archivada al caducar los plazos de la Justicia para perseguir su incorporación irregular como técnico. Carecía de conocimientos básicos de Informática y, según declaró a la UCO una compañera suya, pocas veces lo vio encender el ordenador que tenía asignado.En los ocho años de vida de la Faffe, la tasa de paro en Andalucía escaló desde el 18,5% a finales de 2003 hasta 29,7% en junio de 2011. Sin embargo, algunas sagas familiares rozaron el pleno empleo gracias a una sobredotación de puestos. Fernando Villén Rueda, quien fuera director general de la entidad y miembro de la Ejecutiva del PSOE andaluz entre 2008 y 2010, nada menos que su secretario de Empleo, tenía contratados a su mujer, dos cuñados, un sobrino y su hermano Manuel. Este último era directivo de la entidad y tenía a su disposición un chófer que lo llevaba a diario desde Cádiz a Sevilla.Noticia Relacionada estandar Si Diez hilos para no perderse en el laberinto del escándalo de la Faffe Manuel Contreras Pese a haber sido disuelta hace más de una década, la fundación socialista de la Junta de Andalucía sigue acaparando titulares por la magnitud de las irregularidades que se cometieronCuando la crisis económica condenaba al paro a miles de andaluces, en la fundación encontraron trabajo cuatro sobrinos del que fuera delegado de Empleo en Sevilla entre 2000 y 2010, Antonio Rivas. Ya es casualidad. Dos de ellos no daban el perfil para ningún puesto pero «tienen que entrar», ordenó el director de Personal en un correo publicado por ABC. Al círculo de Rivas, que fue alcalde de Camas, pertenecían dos miembros de su candidatura en este municipio hispalense que fueron colocados en la entidad. La fundación autonómica también contrató a Casto del Rosario , amigo del exconsejero de Empleo José Antonio Viera , condenado por el caso ERE, y a Alfonso Blanco, colega del exdelegado de Empleo en Cádiz Juan Bouza.La plantilla de la Faffe se llenó a rebosar de familiares: una hija del exalcalde de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) Juan Ramón Troncoso ; un hijo del primo del exconsejero de Gobernación Luis Pizarro, así como otro sobrino suyo; un sobrino del exdirector general de Trabajo Juan Márquez, condenado en el caso ERE; el hijo del exdiputado autonómico Ramón Díaz Alcaraz, y dos miembros de la agrupación socialista del distrito sevillano de Alcosa que éste dirigía. Dos meses antes de las elecciones municipales de 2007, la Faffe fichó a María del Carmen Ibanco, esposa del actual secretario general del PSOE andaluz y portavoz en el Senado, Juan Espadas, quien en ese momento era viceconsejero de Medio Ambiente. Un cementerio de elefantesEl organismo público se convirtió en un cementerio de elefantes para políticos amortizados, regidores que habían perdido las elecciones en sus pueblos y que a menudo presentaban escasa cualificación y nulo rendimiento. Es el caso de Antonio Torres, alcalde de Lebrija durante 24 años , para el que Villén creó el puesto de director de Relaciones Externas. Torres está siendo juzgado por la Audiencia de Sevilla como cooperador necesario de delitos de prevaricación y malversación por recibir arbitrariamente un empleo público. Con el carné del PSOE como única credencial, cobró de la Faffe 491.000 euros durante ocho años estando en su casa sin pisar la oficina . No obstante, viajó al Perú para dar una conferencia representando a la entidad y con todos los gastos pagados.En la Faffe coincidió con el exconcejal de Jerez de la Frontera Francisco Camas , quien estaba cobrando el subsidio por desempleo el día anterior a su contratación. La fundación también empleó a la exalcaldesa de Coria del Río (Sevilla) Manuela Romero Franco, al exalcalde del Espejo (Córdoba) Santiago Jesús Castro, a los exconcejales Francisco Álvarez Martínez (Guadix, Granada), Natividad Isabel García López (Palma del Río, Córdoba), Isabel Torralbo (Adamuz, Córdoba), y Francisco José Tapia (Macael). La prodigalidad del PSOE llegó a tales cotas que incluso enchufó a un concejal tránsfuga del PP que había favorecido con su voto que el PSOE recuperase la Alcaldía de Camas. Un empleo a costa de todos los andaluces fue lo que recibió como premio.
Fuente ABC