Cruces y acusaciones tras las elecciones partidarias bonaerenses. Los dos bandos aseguraron haber ganado.
as elecciones del Comité de la UCR en la provincia de Buenos Aires dejaron al descubierto una feroz disputa interna, con ambos candidatos adjudicándose la victoria en una votación reñida. Tanto Pablo Domenichini, apoyado por Martín Lousteau, Facundo Manes y Emiliano Yacobitti, como Miguel Fernández, respaldado por el oficialismo de Maximiliano Abad, sostienen haber ganado. La definición oficial aún está pendiente y podría judicializarse, lo que incrementa la tensión en el radicalismo bonaerense.
El entorno de Pablo Domenichini celebró en las redes sociales la noche del domingo, proclamándose vencedor. “Con los resultados provisorios avanzados y todas las actas en mano, agradezco a los radicales de la provincia que nos dieron el triunfo. Esperamos que quienes perdieron nos ayuden a construir una UCR alternativa a este Gobierno”, expresó el dirigente, destacando el respaldo obtenido en la segunda, tercera y octava sección electoral.
Domenichini subrayó que su triunfo representa una oportunidad de renovación para el partido. “Nuestro objetivo es claro: fortalecer el radicalismo, construir consensos amplios y ser una alternativa real no solo para el partido, sino para toda la provincia”, manifestó.
Sin embargo, su rival, Miguel Fernández, también se proclamó ganador poco después. “¡Ganamos! Hoy los radicales de la provincia ratificamos nuestra historia, identidad y proyección. Logramos ganar en 6 de las 8 secciones electorales”, aseguró Fernández en un mensaje difundido en redes sociales, desatando el festejo en su espacio. Maximiliano Abad, actual presidente de la UCR bonaerense, también salió a celebrar el supuesto triunfo de Fernández, respaldando a su candidato y denunciando la “competencia desleal” del sector opositor.
Cruces y acusaciones internas
En medio de esta contienda, un dirigente radical cercana a Abad, lanzó duras críticas contra Lousteau y Manes, acusándolos de querer “kirchnerizar” el partido. “No tienen un interés electoral con los K, tienen una afinidad política. Esto que hicieron no se hace”, afirmó en un intercambio privado, dejando entrever su enojo por el desarrollo de la elección.
El referente radical bonaerense fue aún más directa al referirse a lo que considera una manipulación en los resultados electorales. “Dicen que ganaron en La Matanza con 2.600 votos y en Quilmes con 7.000, pero el padrón de La Matanza es el doble de Quilmes. Volcaron ahí la trampa de los votos”, aseguró. Y agregó: “No aceptan la derrota, amenazan con judicializar para negociar. Ya lo hicieron en 2021 con Abad de presidente. Siempre lo mismo”. Y calificó a Lousteau y Manes como “populistas” y sostuvo que “lo único que buscan es poner a todo el radicalismo en función de una lógica porteña, alineada con el kirchnerismo”. “Son horribles”, sentenció.
El conflicto tras las urnas
Ambos bandos insisten en que la victoria les pertenece, y mientras la Junta Partidaria analiza los resultados, la posibilidad de judicializar el proceso es latente. En el entorno de Domenichini, aseguran que la elección fue competitiva y denuncian una campaña violenta por parte del oficialismo. Del otro lado, los armadores de Fernández refuerzan las críticas hacia Lousteau, sosteniendo que “quieren controlar el poder de la UCR desde la Capital Federal” y no permitirán que el partido sea cooptado por esa lógica.
Mientras tanto, la definición del nuevo presidente del Comité Provincial de la UCR bonaerense no solo marcará el futuro inmediato del partido, sino que definirá qué sector liderará el radicalismo en una provincia clave de cara a las elecciones nacionales “Es importante que los partidos trabajen en la trasparencia y es una pena que hayamos perdido la oportunidad de mostrarnos distintos en PBA”, sumó el diputado radical Pablo Juliano, cercano a Manes. “Nos hubiese gustado que se mostraran los números desde el inicio”, agregó, y comparó con la elección venezolana donde el madurismo nunca publicó las actas. Una escalada verbal que es prueba de las grietas profundas que dividen al radicalismo.
Fuente Noticias-Perfil