Evolución Radical denuncia que hubo irregularidades en un acta que registró un triunfo de 2003 a 140 votos. Lo curioso es que el acta lleva la firma de sus fiscales. Lousteau, Yacobitti y Manes hasta las manos.
En la política argentina, los escándalos parecen ser el pan de cada día, y esta vez el foco está en la Unión Cívica Radical (UCR) de la Provincia de Buenos Aires. La reciente denuncia presentada por los apoderados de la lista de Pablo Domenichini ha destapado una olla de irregularidades y corrupción que involucra a propias figuras como Martín Lousteau, Emiliano Yacobitti y Facundo Manes.
Todo comenzó con las elecciones internas del 6 de octubre, donde la lista de Domenichini fue derrotada por la de Miguel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen. Sin embargo, la derrota no fue aceptada sin más. Los apoderados de Domenichini alegaron que los resultados fueron manipulados, señalando específicamente un acta en Tigre que misteriosamente otorgó 2003 votos a la lista rival y solo 140 a la suya. “Esa acta fue adulterada”, aseguraron a Clarín.
Pero la historia no termina ahí. Un audio revelado hace dos dias mostró una conversación comprometedora entre Fernando Pérez, apoderado de la lista de Domenichini, y Francisco “Pupi” Bléfari, un delegado de la lista ganadora. En el audio, Pérez intenta convencer a Bléfari para que proporcione información que permita impugnar los resultados en Tigre. La respuesta de Bléfari fue contundente: “Cuando juego de un lado, juego de un lado. Si querés impugnar, hacé lo que tengas que hacer”.
Este incidente no solo expone las prácticas turbias de algunos sectores de la UCR, sino que también pone en el ojo del huracán a Emiliano Yacobitti, quien además de ser diputado, tiene un rol crucial en la administración de la Universidad de Buenos Aires. Las sospechas sobre el manejo de fondos en la universidad ahora cobran más relevancia, generando preguntas sobre si estos manejos cuestionables se extienden más allá de la política partidaria.
Mientras tanto, Bléfari ha defendido la limpieza de las elecciones en Tigre, afirmando que todas las actas están firmadas por los fiscales de ambas listas. “La elección fue limpia”, declaró, sugiriendo que el intento de manipulación es un reflejo de la desesperación del sector de Lousteau y Yacobitti por cambiar un resultado que no les favoreció.
Este escándalo no solo afecta la imagen de la UCR, sino que también plantea serias dudas sobre la integridad de sus líderes y sus prácticas. A medida que se desarrolle la investigación, será crucial observar cómo estos líderes manejan las acusaciones.
Mientras tanto, los ciudadanos observan con escepticismo y Milei puede gritar mas fuerte, corruptos!!!.