La misión Hera, lanzada el pasado 7 de octubre, representa un avance crucial en la defensa planetaria. Desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA), su objetivo principal es estudiar el asteroide Dimorphos, el cual fue desviado por la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA en 2022.
La misión Hera busca no solo evaluar la efectividad de la técnica de desviación de asteroides, sino también proporcionar un modelo para futuras acciones en caso de amenazas similares a la Tierra.
Objetivos y tecnología de la misión Hera
Hera tiene como meta principal investigar cómo se puede desviar un asteroide que podría colisionar con nuestro planeta. La nave espacial, del tamaño de un automóvil, llevará a cabo un análisis detallado del sistema binario 65803 Didymos, que incluye a Dimorphos. Este estudio permitirá entender mejor las propiedades físicas y la composición del asteroide, así como medir el impacto del choque realizado por DART.
Componentes clave de la misión:
- Cámaras y espectrómetros: para capturar imágenes y analizar la composición del asteroide.
- CubeSats: dos nanosatélites, Milani y Juventas, que realizarán investigaciones adicionales, incluyendo un estudio por radar del interior de Dimorphos.
- Tecnología de impacto cinético: evaluar cómo se puede modificar la trayectoria de un asteroide mediante el impacto de una nave espacial.
La peor amenaza para la humanidad
El impacto de un gran asteroide es una de las mayores amenazas para la existencia humana. Se estima que un asteroide de aproximadamente 1 kilómetro de diámetro podría causar devastación global, afectando gravemente las condiciones climáticas y provocando una extinción masiva similar a la que acabó con los dinosaurios hace unos 66 millones de años.
Ese evento catastrófico se atribuye al impacto de un asteroide de 10 kilómetros que creó el cráter de Chicxulub en México, liberando energía equivalente a dos millones de veces la bomba más potente jamás construida23.
Importancia global de la misión
La misión Hera es vista como un “seguro de vida para el planeta Tierra”. Ian Carnelli, responsable del programa, enfatiza que no solo se trata de demostrar que es posible desviar un asteroide, sino también validar estas técnicas para su aplicación futura. La colaboración internacional en este proyecto involucra a 18 países europeos y más de 70 empresas, lo que subraya la importancia global de la defensa planetaria.
Hera no solo es pionera en su enfoque al estudiar un asteroide cuyo curso ha sido alterado por intervención humana, sino que también sienta las bases para una estrategia más amplia en la protección contra posibles amenazas astronómicas.
A medida que avanza en su viaje hacia Didymos, esta misión promete ofrecer conocimientos valiosos que podrían ser cruciales para salvaguardar a nuestro planeta en el futuro. La historia nos recuerda que los impactos astronómicos han moldeado nuestro mundo y amenazado nuestra existencia; así, iniciativas como Hera son esenciales para asegurar un futuro seguro para la humanidad.
Fuente El Cronista