A fines de 1994, despuntaba en mis primeras lides como periodista de investigación. Desde hacía casi dos años me encontraba tras los pasos de Alfredo Yabrán, un personaje misterioso que se jactaba de que ni siquiera los servicios de inteligencia tenían fotos suyas.
Todos hablaban sobre su influencia y poder, sobre todo en la política, pero nadie se animaba a decirlo en voz alta. Todo era “off the record”.
“Tiene más poder que el mismísimo presidente de la Nación”, me dijo entonces un obeso diputado del radicalismo, fallecido hace unos años.
En ese momento, me pareció una exageración, pero el tiempo me demostró que ello era así. No sólo Yabrán era el hombre más poderoso del país, sino que había pergeñado un aceitado sistema de corrupción que le permitía embolsar millonarios fondos públicos a través de licitaciones amañadas y contrataciones directas.
A cambio, tenía “adornados” a los principales diputados y senadores del PJ y la UCR. También a reputados periodistas de los principales medios de prensa. Con Clarín y La Nación a la cabeza.
Armar un listado fiable de personas que cobraban de Yabrán fue un arduo trabajo, porque no había registros de ello. Ergo, había que entrecruzar testimonios de varias docenas de fuentes, muchas de ellas parlamentarias.
El resultado se dejó ver en mis dos primeros libros: “La mafia, la ley y el poder” (Ed. Dunken, 1996) y “La larga sombra de Yabrán” (Ed. Sudamericana, 1998).
A su vez, la prueba que logré acopiar tras tantos años de investigación la aporté a varios legisladores que parecían dispuestos a enfrentar al cuestionado empresario postal. Dos de ellos fueron Franco Caviglia y Patricia Bullrich.
Lo antedicho viene a cuento de lo ocurrido esta semana, cuando esta última acusó a Moreu de haber cobrado dinero de parte de Yabrán.
Esas palabras ostentan una gravitación enorme, porque se trató de dinero del narcotráfico, tal cual se comprobó con el paso del tiempo. Sobre todo tras la revelación de un documento de la DEA, publicado en 2001.
Por eso, decidí ofrecerle a Bullrich mi testimonio en el marco del juicio que le inició Moreau por haberlo acusado de cobrar ese dinero. Es hora de desenmascarar a los “truchos” de siempre. De una vez y para siempre.
Fuente Mendoza Today