En la era digital actual, uno de los desafíos más comunes en la vida cotidiana es la inestabilidad de las conexiones a Internet domésticas. Los usuarios a menudo se enfrentan a problemas con sus redes Wi-Fi, que pueden surgir por diversas razones, como la sobrecarga de dispositivos conectados o planes de Internet obsoletos.
No obstante, surgió una solución simple pero efectiva que está ganando popularidad entre los usuarios para abordar lo que se considera el problema más frecuente de conectividad. Esta técnica se conoce como la regla de los 30 centímetros.
Esta estrategia poco convencional ofrece una forma sencilla de mejorar la calidad de la señal Wi-Fi, prometiendo resolver muchos de los inconvenientes habituales que experimentan los usuarios en sus hogares conectados.
¿Cuáles son los dispositivos que más consumen Internet?
La calidad y velocidad de la conexión a Internet puede verse afectada en función de los dispositivos que se encuentran conectados. Entre los que se destacan por ralentizar más el Wi-Fi, están:
1. Lámparas inteligentes
Los focos inteligentes convirtieron en una innovación tecnológica cada vez más popular en los hogares modernos. Estas lámparas versátiles ofrecen una amplia gama de colores y pueden controlarse fácilmente mediante asistentes de voz o aplicaciones móviles.
Aunque el consumo de datos de estos dispositivos es relativamente modesto, oscilando entre 2 y 5 Mbps por unidad, su impacto en el ancho de banda disponible puede ser significativo a largo plazo. El efecto acumulativo de mantener estos focos conectados constantemente puede influir en el rendimiento general de la red doméstica, especialmente en hogares con múltiples dispositivos inteligentes.
Esta realidad subraya la importancia de considerar no solo la comodidad y estética que aportan los focos inteligentes, sino también su potencial impacto en la infraestructura de red del hogar.
2. Computadora y consolas de juegos
Los videojuegos en línea son reconocidos por su considerable demanda de recursos en las redes domésticas. Según cálculos realizados por Microsoft, una sesión típica de juego online puede consumir aproximadamente 100 MB de datos por hora.
Sin embargo, este consumo no es fijo y puede variar significativamente. Factores como la frecuencia de juego y la calidad gráfica elegida influyen directamente en el uso de datos. Como resultado, el consumo mensual de un jugador habitual puede oscilar entre 10 y 50 GB.
3. Televisores inteligenets (Smart TV)
Los Smart TVs, con frecuencia subestimados en su impacto sobre la red doméstica, son en realidad uno de los mayores consumidores de ancho de banda entre los dispositivos del hogar. Muchos usuarios no son conscientes de que estos televisores inteligentes pueden ser una causa significativa de ralentización en sus conexiones Wi-Fi.
Este consumo de datos se intensifica notablemente cuando se reproduce contenido en alta resolución. La visualización de series, películas y videos en calidad 4K puede demandar más de 25 Mbps de forma constante, ejerciendo una presión considerable sobre la red.
4. Cámaras de seguridad
Las cámaras de seguridad domésticas son hoy un elemento crucial para proteger hogares y pertenencias contra intrusiones. Sin embargo, su efectividad depende en gran medida de una conexión a internet robusta. El monitoreo en tiempo real de estas cámaras demanda un ancho de banda considerable, con un consumo mensual de datos que puede variar entre 60 GB y 400 GB, dependiendo de la calidad de la transmisión y la frecuencia de uso.
Cómo funciona la “regla de los 30 centímetros” para mejorar el Wi-Fi
Aman Bhatti, director de propuesta de Sky Broadband, popularizó una sencilla estrategia para optimizar las conexiones Wi-Fi domésticas. Esta técnica, conocida como la “regla de los 30 centímetros”, aborda un problema común pero poco reconocido: la proximidad excesiva entre los dispositivos y el router.
Según Bhatti, tener dispositivos muy cerca del router puede provocar una distribución desigual de la señal Wi-Fi, creando interferencias que reducen la velocidad de internet y ralentizan los procesos en línea. Para contrarrestar este efecto, recomienda mantener una distancia mínima de 30 centímetros entre los dispositivos y el router.
Esta regla contrasta con las prácticas habituales, ya que la mayoría de las personas tienden a usar sus dispositivos a una distancia de 1,5 a 1,8 metros del módem. Al implementar esta sencilla medida, los usuarios pueden potencialmente mejorar la uniformidad de la señal Wi-Fi en sus hogares, optimizando así el rendimiento de su conexión a internet.
¿Qué hacer para mejorar la conexión a Internet?
Además de la “regla de los 30 centímetros” existen otras prácticas que pueden agilizar la conexión a Internet en los hogares. Entre ellas, se encuentran:
- Usar Wi-Fi de 5 GHz en lugar de Wi-Fi de 2,4 GHz, ya que cuenta con una mayor frecuencia y es más rápido.
- Eliminar la conexión de dispositivos que ya no se utilizan.
- Ajustar las antenas del router o módem.
- Actualizar el plan de internet o el módem.
Fuente El Cronista