El Gobierno estima que la salida del cepo puede ser más rápida si el Fondo Monetario Internacional (FMI) “se sube” al plan de la Argentina.
“Si sale bien, ¿el FMI no necesita capitalizar un éxito con la Argentina?”, planteó una alta fuente sobre el mensaje de presión del Gobierno al Fondo antes de la reunión con Kristalina Georgieva.
En una reunión ante inversores del ministro de Economía Luis Caputo organizada con clientes del banco Santander en Washington DC, el ministro aseguró que tiene los fondos necesarios para pagar los vencimientos de deuda con los bonistas privados.
“Si el Fondo se suma, la salida del cepo puede ser más rápida”, aseguran en el Ejecutivo. Si eso no se da, habrá que elegir cómo se siguen desarmando los controles de capitales. Son cuestiones que están sobre la mesa en la negociación con el FMI, donde el nivel de tipo de cambio para una salida del cepo es un tema de consulta y el futuro plan cambiario.
Para los inversores, la salida del cepo no es un tema, indican las fuentes oficiales. Sí lo es, en cambio, para las empresas que operan en la Argentina que son las que están “atrapadas” en el esquema de controles cambiarios. En ese marco, en el Gobierno sostienen que el esquema del RIGI zanjó esas cuestiones para nuevas inversiones.
En la charla reservada con inversores, Caputo repitió que, si las condiciones del FMI no cierran, no habrá acuerdo. Así, la estrategia del Gobierno es sacarle presión a la necesidad de fondos frescos.
Repo para bonistas
Caputo aseguró al Financial Times que está el Repo con bancos para cubrir los vencimientos de capital con los bonistas por cerca de u$s 3000 millones enero, mientras que los fondos por los intereses ya fueron girados para asegurar los pagos. En tanto, con los organismos multilaterales, confían en poder rollearlos.
El Gobierno busca unos u$s 2700 millones para el repo por tres años, aseguró la agencia Bloomberg, que además del Santander, sumó al JP Morgan a la lista de bancos con los que se negocia. El acuerdo podría estar listo para noviembre.
Por otra parte, Caputo transmitió que, tras la salida del cepo, se irá a un esquema flexible de tipo de cambio. El Gobierno busca una competencia de monedas que genere una dolarización de hecho o “exógena”, como le dice Milei.
Según el Ejecutivo, hay varias opciones sobre cuándo firmar el acuerdo pero hay un jugador importante: Estados Unidos, que define su futuro político en menos de 15 días con las elecciones entre Kamala Harris y Donald Trump.
Estados Unidos es el actor de mayor peso dentro del directorio del Fondo Monetario y quién gane puede definir cuál es el destino de los fondos. “Lo que nos importa es quién va a ser el interlocutor como secretario del Tesoro”, comentan en el Gobierno donde hoy, de todas formas, las opciones apuntan al banquero Jamie Dimon, un ex JP Morgan Chase.
El equipo económico participó anoche de la cena para ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G20, un encuentro de trabajo en la sede del Fondo Monetario, donde las delegaciones se dispusieron en un esquema similar al de un call center, pero con cena incluida. Las reuniones son preparatorias para la reunión de presidentes en Rio de Janeiro en noviembre.
Apoyo del BID y la cuenta de los multilaterales
Caputo y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se reunieron el titular del BID Ilan Goldfajn, quien aseguró que el banco “sigue comprometido con su apoyo a través de programas para proteger a los más vulnerables, así como para mejorar la eficiencia del gasto y los subsidios energéticos”.
El brasileño anticipó créditos por u$s 3800 millones la semana pasada. Tras el encuentro, Goldfajn no definió una nueva cifra, mientras que desde el ministerio de Economía informaron financiamiento de organismos multilaterales por u$s 8800 millones.
Eso incluye los u$s 2000 millones del Banco Mundial, otros u$s 2400 millones del BID y u$s 1400 millones para el sector privado de BID invest, con foco en agronegocios, energía y minería de litio.
Por otra parte, la Corporación Financiera Internacional (CFI), a cargo de Makhtar Diop, “le confirmó a Caputo que la entidad financiará u$s 3.000 millones de dólares en la Argentina, que serán destinados a estos sectores estratégicos”.
Fuente El Cronista