Hasta el martes no se tuvo constancia en Sumar de las acusaciones por acoso sexual contra Íñigo Errejón. En Sumar no se supo nada de las acusaciones contra Íñigo Errejón entre otros motivos porque Más Madrid, formación integrada en la coalición, no informó de ello a la dirección cuando tuvo conocimiento del primer testimonio de una víctima en junio del año pasado. El espacio echa así balones fuera y reduce su responsabilidad en el escándalo del que fuera fundador de Podemos a un «fallo» en los protoclos de prevención y detección de situaciones de acoso y violencia sexual.Las informaciones sobre Errejón son «devastadoras» y «no llegaron a la cúpula de Sumar cuando tocaba. Le hubiéramos cesado mucho antes», ha defendido Ernest Urtasun este sábado en una rueda de prensa convocada por el partido para dar cuenta de las decisiones que había tomado la Ejecutiva y de paso, ofrecer su versión pública de los hechos. El ministro de Cultura ha comparecido junto a las secretarias de Organización (Lara Hernández), de Comunicación (Elízabeth Duval) y de Feminismos (Amanda Andrades).En privado, la versión es otra. los críticos de la vicepresidenta segunda aseguraron a ABC que ésta dio cobijo a su exportavoz en Congreso pese a conocer las acusaciones desde hace más de un año y que la pregunta que se hacen es por qué le protegió . Unas afirmaciones que concuerdan, además, con las declaraciones de María Eugenia Rodríguez Palop, exeurodiputada con Unidas Podemos en el Parlamento Europeo y lo que es más relevante: fichaje de la ministra de Trabajo aunque dejase sus responsabilidades en la dirección de Sumar para volver a la docencia en junio de este año. Esas denuncias que circulaban en redes desde junio del año pasado señalaban «específicamente» a Errejón «y no se prestó la atención que se debía haber prestado» a pesar de que «había otros anónimos previos» , dijo el viernes en declaraciones a Cadena SER.«A principios de esta semana, conocimos las primeras informaciones», ha arrancado el portavoz de Sumar [partido, que no del grupo parlamentario como era Errejón] en referencia al testimonio compartido en Instagram por la periodista y activista vinculada a Podemos Cristina Fallarás. Detonante de todo este escándalo. Es entonces cuando Díaz, Urtasun y compañía deciden actuar con la mayor «contundencia» y «celeridad». Sobre todo la vicepresidenta segunda, han incidido, que fue la primera en exigirle que dimitiera.
Fuente ABC