El miércoles por la tarde un diputado radical cruzaba el Patio de las Palmeras después de haber estado reunido con funcionarios del gobierno, diputados de LLA, del PRO y de su propio partido. Aparentemente contento, esgrimía que su bloque -el que preside Rodrigo de Loredo- había conseguido que los libertarios aceptaran que un 6% del presupuesto vaya a educación, ciencia y tecnología. “Es un avance muy importante, nos vamos bien”, decía.
Esa afirmación no sería la misma de parte del gobierno. Dos días después mantenían un encuentro privado el asesor presidencial Santiago Caputo, el presidente de la comisión de Presupuesto en Diputados, José Luis Espert y los secretarios María Ibarzabal (Planeamiento Estratégico Normativo) y Carlos Guberman (Hacienda). “Lo del 6% no es algo para nada cerrado”, afirmó uno de estos funcionarios.
Las aristas del Presupuesto 2025 todavía tienen varias partes inconclusas. Incluso un asunto que predominó las conversaciones entre oficialismo y oposición por el financiamiento universitario. Después de la cumbre de funcionarios oficialistas, una de las conclusiones habría sido mantener el mismo porcentaje real que la Educación Superior tiene de presupuestos anteriores. “Sí convalidamos que no pierda por inflación”, esgrimen.
De esa estimación se desprende que el gobierno espera tener un 20% de inflación para el acumulado del próximo año. Una meta ambiciosa dado que para el 2024 se espera una de 109% -según el REM del Banco Central-, pero que creen posible.
“El despegue se está haciendo ahora. El mercado entendió dos cosas: que el gobierno va a hacer lo imposible por mantener el déficit cero y por forjar las adhesiones suficientes para garantizar los vetos y que no se comprometa el programa económico”, analizó un altísimo funcionario del gobierno, exultante por haber terminado la semana con un Riesgo País menor a 1000 puntos, la menor en cinco años.
El Gobierno asegura que la recesión económica que signó la primera parte de este año no se repetirá en 2025. Miraban el dato de salarios que publicó el INDEC el viernes, en particular los no registrados, que crecieron 10,6% en un mes. Un importante ladero del Presidente usaba estos números para señalar que el cepo no sería dañino para el comportamiento macroeconómico si es que no llegaba a sacarse antes de las elecciones.
“Lo vamos a sacar cuando estén las condiciones. No hay fecha, realmente. Hay dos condiciones: o tenemos la plaza de pesos vacía o tenemos muchos dólares. Sin eso imposible. Y si no seguiremos con cepo: mirá los salarios como crecieron con cepo. ¡Volaron!”, analizaban.
En la Casa Rosada apuestan a que este rally de expectativas sea el que le permita al gobierno tener más soltura de cara al año próximo. No habrá nuevas grandes leyes desreguladores. Tampoco pretenden que se produzca una agenda legislativa nutrida: los números son escasos, ya que el poroteo de diputados propios y colaboracionistas está en 105. No alcanza para aprobar leyes.
Los operadores políticos de Milei apuntan a llegar al número para aprobar el presupuesto 2025 torciendo voluntades de las provincias. Apuntan a un agreement con varios gobernadores. El Gobierno apunta a compensar la manta corta de fondos con “pagos en especias”.
Algo que traducido para las provincias serían rutas o diferentes áreas estratégicas. ¿Está la posibilidad de que se considere traspasar el manejo de uno de los puertos más importantes del país? En la Casa Rosada ya no lo descartan, siempre y cuando que el trato sea tentador para ambas partes.
A pedido de Mauricio Macri, el jueves se reunió la Mesa Ejecutiva del PRO, que envió un mensaje para condicionar su apoyo de cara al debate del presupuesto. “Concluimos en la necesidad de avanzar en la sanción, incluyendo como condición estas prioridades de los gobernadores e intendentes”, dejaron a entrever horas después de haberse juntado.
El mensaje fue recibido por el círculo libertario. “¿Cómo van a salir a decir eso? Se regalan para que los tratemos de ‘casta’ por lo que piden”, decía uno de ellos. Esas demostraciones son constantes en el vínculo entre La Libertad Avanza y el PRO, que bailan un constante minué con avances y retrocesos.
A esas idas y vueltas caben las negociaciones para las elecciones de 2025. Ninguna de las dos partes busca pactar antes de tiempo. Sería un sinsentido, afirman. No queda tanto tiempo para comenzar a hablar de listas: en la Casa Rosada creen que para mayo y junio ya debería tenerse un panorama claro. Son algo más de siete meses.
Mucho puede cambiar para entonces. Semanas atrás, Santiago Caputo y Karina Milei se negaban a hacer acuerdos electorales con el PRO en casi todas las provincias del país. Hoy eso no está descartado en absoluto, particularmente porque Javier Milei es quien estaría propiciando esto mismo. “Yo solo soy un ejecutor de lo que piden los únicos dos accionistas que tiene y tendrá este gobierno: Javier y Karina”, les repite a los suyos el asesor presidencial para justificar los nuevos avances.
El lunes pasado, el jefe de bloque Cristian Ritondo ofició de anfitrión para una cena con Caputo, Martín Menem y diferentes alfiles del PRO alineados con la postura de acompañar al gobierno (tanto por el convencimiento del cambio de paradigma que podría significar Milei como para evitar que se desplome el rally que hay en los mercados). Asistentes del encuentro lo calificaron como “muy bueno”.
Al día siguiente, después de la reunión con diputados de LLA, PRO y UCR, se los vio a Caputo y Ritondo irse juntos entre risas a tener una reunión a solas. El clima entre el principal operador político de Milei y el de Macri es excelente, a pesar de que al Ejecutivo no le cayó bien la crítica del expresidente a la acumulación de poder del asesor libertario (consideró “peligroso” que Milei se “desentienda” de las responsabilidades políticas y se las delegue a su asesor Santiago Caputo.
Aunque falta mucho para el cierre de listas, hay otras cuestiones sobre las cuales el aparato electoral libertario ya tiene más certezas. Una de ellas es que no habría lugar en las listas para figuras del riñón de Victoria Villarruel. “Es la presidente del Senado y nada más”, afirman en LLA. Lo mismo con la exfuncionaria de Sandra Pettovello, Leila Gianni, que se lanzó para la política partidaria en la provincia de Buenos Aires. “No tenemos ninguna duda que es una infiltrada, un servicio”, alegan muy cerca de Karina Milei.
Fuente El Cronista