Los vampiros son una de las criaturas mitológicas más aterradoras que existen, y sin embargo, estuvieron presentes en las creencias de un gran número de civilizaciones antiguas.
Estos monstruos inmortales que beben sangre se asentaron en el imaginario popular de muchas culturas como una amenaza inminente. Debido a esto, algunos comenzaron a implementar el uso de rituales funerarios para prevenir su presencia.
Este es el caso de la tumba de un “vampiro” que fue descubierta en 2022 por un grupo de arqueólogos de la Universidad Nicolás Copérnico en Toru, Polonia. Ahora, los investigadores lograron hacer una reconstrucción de su cara.
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Se trata de los restos de una mujer del siglo XVIII hallados por el equipo de investigación del profesor Dariusz Poliski. Esta determinó que se trataba de un individuo a quién habían enterrado con una antigua práctica de protección funeraria realizada a quienes sospechaban que podrían volverse vampiros.
Esta consistía de colocar una hoz en el cuello y un candado sobre el dedo gordo del pie izquierdo. La inusual imagen constituía un ritual propio de la superstición de las culturas europeas de la época con respecto a estas criaturas sobrenaturales.
Tras el hallazgo, un equipo de antropólogos, médicos y especialistas forenses se dedicaron a tratar de reconstruir el rostro de esta mujer. Durante este proceso descubrieron que sufría de un tumor en el esternón conocido como hemangioma.
El mismo está vinculado con síntomas como desmayos recurrentes, dolor y deformaciones de la piel que podrían haber contribuido a las sospechas de vampirismo en la Polonia de aquella época.
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¿Cómo reconstruyeron la cara del Vampiro de Pie?
Los especialistas emplearon una serie de métodos de diferentes disciplinas científicas para realizar este hallazgo. Por un lado, realizaron análisis de ADN y otra investigación isotópica para determinar el origen del cuerpo: se cree que tuvo ascendencia escandinava.
Luego se realizaron una serie estudios médicos y antropológicos que incluyeron consultas radiológicas, hematológicas, ortopédicas y patológicas, combinados con el uso de impresiones en 3D de los restos, para obtener una reconstrucción detallada del rostro de la “vampiro”.
A pesar de este increíble descubrimiento, la investigación continúa con la intensión de revelar más particularidades sobre el contexto histórico de este entierro y se espera que arrojen resultados durante el próximo año.
Fuente El Cronista