Un grupo de científicos, dirigidos por el Premio Nobel Andrew Fire, encontró una nueva forma de vida en el cuerpo humano por medio de estudios a los microbiomas.
En medio del análisis de las bacterias y microorganismo que viven en el cuerpo, los especialistas buscan dar una explicación al rol que tienen los Obeliscos.
¿Qué es un obelisco?
Este organismo tiene una estructura muy particular, ya que está formado por medio del ARN circular. Este tipo de material se presenta varios tipos de virus.
Dicho ARN circular mide únicamente mil nucleótidos, por lo que es más pequeño que otros virus. Los Obeliscos pueden tomar forma alargada y estables, por eso su nombre proviene del monumento.
Esta estructura tiene la capacidad de codificar y producir proteínas, a pesar de no contar una capa que lo cubra. Este detalle los convierte en una entidad bilógica única.
Esta particularidad los vuelve un intermedio entre los virus y viroides.
¿Cómo realizaron este hallazgo?
Para poder llegar a este descubrimiento, los especialistas analizaron heces humanas. Posteriormente, se estimó que casi un 7 % de la muestra participante tenía Obeliscos.
Además, lograron encontrar más de 30.000 especies de esta estructura en pisos, aguas y ríos. Por lo tanto, se estima que no solo se encuentran en el cuerpo humano.
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Nuevas formas de vida: ¿cuál es la relevancia del descubrimiento?
Este hallazgo podría revolucionar el análisis de este tipo de organismos, ya que todavía no se tiene conocimiento de la función que tienen los obeliscos en el cuerpo.
A pesar de esto, hay indicios de que podrían tener una influencia en la actividad celular en los organismos que habitan. Por lo tanto, podrían arrojar información cobre cómo cuidar la salud intestinal.
Fuente El Cronista