La leyenda del tesoro de Atahualpa ha atraído a muchos a lo largo del tiempo. Y es que, desde su escondite por parte del general Rumiñahui, el paradero del botín de oro y plata había sido misterio.
Sin embargo, una expedición liderada por el fotógrafo Jorge Juan Anhalzer en la Cordillera de los Llanganates logró poner fin a la incertidumbre de su paradero y planteó una nueva hipótesis.
La leyenda del tesoro Inca, ¿qué pasó con el oro de Atahualpa?
Según la leyenda, el general inca Rumiñahui se encontraba en dirección a la ciudad de Cajamarca, donde se había una sala llena de oro y joyas preciosas para los españoles, cuando se enteró de que el soberano del Imperio inca, Atahualpa, había sido asesinado.
Tras sentir la traición, decidió volver a Quito con el oro y se dirigió a la Cordillera Llanganates. Allí, el General ocultó una parte y arrojó el resto a un lago.
Desde entonces, los intentos por recuperarlo han sido varios, pero ninguno tuvo éxito.
Encuentran el oro de Atahualpa, ¿dónde se ubica el tesoro inca?
A pesar de los numerosos intentos por encontrar el tesoro inca, los expertos nunca bajaron sus brazos. Ahora, un documental dirigido por Isabel Dávalos, “Llanganati”, muestra la expedición de Jorge Juan Anhalzer, quien encontró indicios de un nuevo paradero.
Si bien la creencia generalizada lo ubicada en Perú, los nuevos hallazgos indican que Ecuador es el país donde se encuentra.
Durante 15 días, el fotógrafo junto a un equipo de 9 personas exploró la región de Llanganates. A partir de un mapa realizado por el botánico Richard Spruce en 1860, conocido como el Derrotero de Valverde, lograron identificar el antiguo camino inca que podría señalar el verdadero paradero.
Los investigadores lograron llegar a una gran laguna que, según la leyenda y datos históricos, es el lugar donde se cree que cayó el resto destinado a la liberación de Atahualpa de los españoles.
Sin embargo, diversas circunstancias como la falta de recursos y limitaciones logísticas impidieron que logren encontrar verdaderamente con el tesoro. A pesar de esto, Anhalzer y su equipo están seguros de que allí descansa.
Fuente El Cronista