El Gobierno ha anunciado que recuperará el escudo social desplegado durante la pandemia del covid para proteger a los trabajadores y las empresas afectados por la DANA de la semana pasada. “El objetivo es que no caiga ni una empresa y que no caiga ni un trabajador”, ha explicado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha adelantado estas medidas tras una reunión celebrada en Valencia con el Conseller de Empleo de la Comunidad Valenciana, José Antonio Rovira, y representantes de los agentes sociales.
En una declaración institucional ante los medios de comunicación, sin preguntas, ha anunciado las primeras medidas sobre las que tiene competencia su Ministerio. En paralelo, el resto de ministros del área económica siguen diseñando el plan de ayudas a las empresas y la población en general. Díaz ha mostrado su confianza en que las medidas vayan a ser suficientes para salvar a todo el empleo de las regiones afectadas. Todas las medidas se aplicarán con carácter retroactivo al pasado 29 de octubre, día en el que comenzó la tragedia.
ERTEs
En primer lugar, las personas que no hayan podido acudir a sus puestos de trabajo hasta ahora, o que no lo puedan hacer en el futuro, estarán protegidas ante el despido o las represalias por parte de su empresa. Se establece el derecho a un permiso retribuido para quienes estén buscando a familiares desaparecidos, sigan realizando tareas de limpieza o no puedan desplazarse hasta su puesto de trabajo. “Las personas que no hayan podido ir a trabajar, no van a perder ni sus salarios ni sus cotizaciones ni van a tener ninguna represalia ni sanción”, ha señalado la vicepresidenta Díaz.
Los ERTE vuelven a ser el paraguas para proteger las rentas de las empresas y de los trabajadores. Las empresas podrán solicitar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo para todos sus trabajadores. Las empresas podrán incluir en los ERTE a todos sus trabajadores, de modo que se verán descargadas de los costes laborales hasta que consigan reanudar su actividad.
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Javier Jorrín
Los ERTE cubrirán a todos los trabajadores, incluyendo a aquellos que no hayan acumulado el periodo de cotización suficiente para disfrutar de una prestación de desempleo. Además, estos ERTE no consumirán derechos de prestación, por lo que los trabajadores afectados mantendrán intacta su cotización realizada hasta la fecha.
Estos expedientes implicarán obligaciones para las empresas. No podrán realizar despidos de trabajadores, tendrán vetada la realización de horas extra, no podrán hacer externalizaciones de su actividad habitual y no podrán adoptar ninguna represalia ni sanción contra sus trabajadores.
Despidos
En paralelo, el Gobierno activará la prohibición de los despidos que ya aprobó durante la pandemia. Aunque la vicepresidenta no ha dado más detalles, ha explicado que se trata de un mecanismo homólogo al aplicado durante la pandemia. En ese momento, la prohibición de los despidos se concretó en la eliminación, como causas de despido objetivo, las de fuerza mayor y las ETOP (económicas, técnicas, organizativas o de producción). Esto es, no sería una prohibición de los despidos como tal, sino una limitación de sus causas, que conduce a los despidos a la improcedencia, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Reducción de jornada
Los trabajadores que tengan personas dependientes a su cargo o que tengan que realizar cuidados, tendrán derecho a reducir su jornada, parcial o totalmente. Las empresas no podrán rechazar esta reducción de jornada que, sin embargo, tendrá la afectación proporcional sobre el sueldo del trabajador.
Teletrabajo
Se establece el teletrabajo con carácter preferente. Los trabajadores que puedan desempeñar su labor desde sus domicilios, tendrán derecho a hacerlo. Y las empresas, tendrán la obligación de facilitarlo. En el caso de que los trabajadores no puedan realizar su trabajo por no tener conexión a Internet, podrán verse beneficiados igualmente del teletrabajo.
Las medidas no sólo se limitarán a las empresas y trabajadores que estén en los municipios afectados, sino también a quienes se hayan visto afectados por la riada. Por ejemplo, las empresas o autónomos que hayan perdido parte de su capital en las riadas, o aquellos que hayan perdido una parte de su actividad porque dependiese de estos municipios.
Fuente El Confidencial