El gran crecimiento del gasto público que están realizando las diferentes Administraciones Públicas pone a España al las puertas de la apertura de un procedimiento de déficit excesivo. Según las últimas previsiones del Gobierno, el gasto público computable crecerá un 5,3% en 2024, lo que implicaría una desviación del déficit hasta el 3,5% del PIB, según las estimaciones de la Autoridad Fiscal (AIReF). Este dato condenaría a España a entrar en el llamado brazo correctivo de la Unión Europea, después de que el país fuera perdonado hace unos meses gracias a la promesa del Gobierno de que cumpliría con el objetivo del 3% este año.
La AIReF ha realizado sus cálculos a partir de la proyección de crecimiento del gasto público que incluyó el Gobierno en el plan fiscal estructural, remitido hace unas semanas a la Comisión Europea. En ese plan, el Ministerio de Hacienda calcula un incremento del gasto en el conjunto de 2024 del 5,3%, una cifra que duplica la recomendación que realizó Bruselas a España hace un año, del 2,6%.
Sin embargo, la Autoridad Fiscal todavía confía en que no se cumpla la previsión de crecimiento del gasto plasmada por el Gobierno en el plan fiscal, y reitera que su previsión central es que el déficit baje al 3% para el conjunto del año. En ese caso, España conseguiría evitar el expediente europeo. Sin embargo, el cumplimiento de este límite dependerá de los one offs que todavía tiene pendietes de abonar España. Esto significa que el Ministerio de Hacienda tiene que revertir el crecimiento del gasto público en la recta final del año para evitar que se cumplan sus previsiones actuales.
El Gobierno juega con fuego: tendrá que controlar el gasto para cumplir con el déficit
Javier Jorrín
La presidenta de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero, ha advertido que la previsión de crecimiento del gasto que maneja el Gobierno “pondría en peligro la consecución del objetivo de déficit del 3% en 2024, por lo que podría suponer la apertura de un procedimiento de déficit excesivo”. La AIReF recuerda que 2024 era un año muy importante, porque es el punto de partida a partir del que se elabora el nuevo plan fiscal, y la desviación actual pone en riesgo los compromisos de reducción de la deuda y el déficit públicos.
Pero hay un problema adicional: según los cálculos de la AIReF, la senda de gasto y de déficit que ha presentado el Gobierno no son equivalentes entre sí. Cuando la Autoridad Fiscal calcula el déficit resultante de la senda de crecimiento del gasto público neto presentada a la Comisión Europea, el resultado es diferente al que obtiene el Ministerio de Hacienda. En concreto, con un crecimiento del gasto público del 3% hasta 2031, el Gobierno estima que el déficit público se reduciría hasta el 0,8%, y la AIReF calcula que sería el doble, del 1,6%.
Este resultado diferente no significa que los datos del Ministerio de Hacienda sean incorrectos, sino del uso de metodologías de cálculo distintos. El Gobierno se ciñe a la metodología común fijada en las nuevas reglas fiscales, mientras que la AIReF hace una aproximación a la situación particular de España. Según los cálculos de la AIReF, para conseguir bajar el déficit público al 0,8% del PIB en 2031, tal y como está recogido en el plan fiscal, España debería realizar una política fiscal más prudente, con una tasa de crecimiento del gasto del 2,8%.
Estas diferencias de cálculo ponen en cuestión el plan fiscal elaborado por el Gobierno. La Comisión Europea todavía no ha dado su opinión sobre los planes nacionales, que se espera para las próximas semanas.
Fuente El Confidencial