La prestigiosa lista World’s Best Vineyards 2024 dio a conocer su selección de los 50 mejores viñedos del mundo, un reconocimiento que premia la excelencia en la viticultura y las experiencias enoturísticas de las bodegas del mundo. Entre ellas, hay una bodega argentina que no queda en Mendoza.
Se trata de la Bodega Colomé, que se posicionó en el puesto 40, consolidándose como un referente en el norte de Argentina.
La ganadora de Salta: Bodega Colomé
Fundada en 1831, la Bodega Colomé es la bodega en producción continua más antigua de Argentina y uno de los principales referentes de la viticultura de altura.
Sus viñedos, ubicados entre los 2.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentran entre las zonas de cultivo más altas del mundo, lo que le otorga a sus vinos características únicas, fruto de un terroir excepcional y de las condiciones extremas propias de la altura.
La historia de Colomé dio un giro en 2001, cuando los empresarios Donald y Úrsula Hess la adquirieron con el objetivo de producir vinos de alta gama y crear una nueva categoría: los vinos de “altura”.
Donald, quien ya había recorrido distintas regiones de América del Sur en busca de la mejor uva, encontró en Salta la inspiración para desarrollar su proyecto, cautivado por la intensidad de la luz solar y la calidad del suelo. Dos años antes de comprar Colomé, Hess ya había identificado el viñedo “El Arenal”, a 2.600 metros de altitud, que marcó el comienzo de su visión.
Hoy en día, la bodega sigue bajo la dirección de la segunda generación de los Hess, Larissa y Christoph Ehrbar, quienes continúan con el legado familiar de elaborar vinos excepcionales.
Colomé es parte de la Ruta del Vino de Altura de Salta, un circuito enoturístico que se consolidó como el segundo destino más importante de su tipo en el país, atrayendo a turistas por sus paisajes impresionantes y su rica propuesta cultural y gastronómica.
Una experiencia única de enoturismo en el norte de Argentina
La experiencia en Bodega Colomé va mucho más allá de la degustación de vinos. Los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en un entorno natural y exclusivo en la boutique Estancia Colomé, un alojamiento único con solo nueve habitaciones, rodeadas de jardines de lavanda y viñedos.
Este lugar ofrece una conexión total con la naturaleza y un paisaje inigualable. Algunas de las experiencias que Estancia Colomé propone incluyen:
- Relajación en la piscina con vistas panorámicas a los viñedos.
- Degustación de vinos exclusivos y visitas guiadas por los viñedos a gran altitud.
- Menús gourmet que fusionan productos locales con técnicas culinarias de alta cocina.
- Disfrute del cielo estrellado de la región, uno de los más claros y bellos del país.
Fuente El Cronista