El debate por el Presupuesto 2025 entró en una etapa definitoria, pero se sigue dilatando la firma del dictamen para que el proyecto sea tratado en el pleno de la Cámara de Diputados en los próximos días. El oficialismo y sus aliados prácticamente vaciaron la reunión de comisión y la oposición denunció que el Gobierno buscará alguna “excusa” y así evitar la sanción de la “ley de leyes”.
Mientras tanto, algunos gobernadores se encontraron de forma híbrida -remota y presencial- en el Consejo Federal de Inversiones, en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien la cita no surgió en reacción a la frustrada reunión en comisión de la mañana, el tema del Presupuesto centralizó gran parte de la atención, aunque con el correr de las horas las expectativas de definiciones se fueron diluyendo.
Entre los tópicos que los gobernadores quieren poner sobre la mesa, figuran aquellos tributos que el Gobierno está recaudando pero no girando a las provincias, como el impuesto a los combustibles. Se trata de recursos que los gobiernos provinciales destinan mayormente al financiamiento de obra pública local.
De igual modo, hay mandatarios que reclaman por programas nacionales en Salud y Educación que no se están transfiriendo y que multiplica el nivel de recursos provinciales necesarios para cubrirlos. Así como los ATN que, aseguran los jefes provinciales, forman parte de la coparticipación.
Por último, también se mencionan los fondos del sistema previsional -interrumpidos a principios de enero- y sugieren poner el foco en el consenso fiscal, entre las deudas que acumula Nación con las provincias. Así y todo, no todos los gobernadores se sumaron a la reunión mientras que otros apenas pasaron un rato. Ninguna de las fuentes consultadas auguraba algún tipo de estrategia en común a partir de esta cita.
Si bien ya se programó un nuevo encuentro para el próximo martes, los diputados entienden que se avecinan días complejos: el miércoles habrá una sesión especial para tratar la “ficha limpia” que motoriza el PRO y La Libertad Avanza, mientras que el jueves la oposición podría tratar la derogación del DNU 846 que habilitó a renegociar deuda sin la intervención del Congreso.
El debate del Presupuesto está en el centro de una tormenta perfecta. La Casa Rosada apoya la iniciativa de Ficha Limpia y está interesada en sostener el DNU de deuda. Para eso tiene que negociar con los diputados tal como lo hizo esta semana para bloquear el quorum en la sesión que pretende re-regular el uso de los decretos presidenciales.
Ante las preguntas de los opositores, Espert dijo que el dictamen del oficialismo sería el mismo que ingresó el 15 de septiembre, lo que no incluiría ninguna de las mejoras que muchos mandatarios provinciales vienen pidiendo públicamente. Por ello, el diputado radical Fernando Carbajal (Democracia para Siempre) insinuó acuerdos ocultos que “volverán en forma de Aportes del Tesoro Nacional”.
La ausencia prácticamente unánime del oficialismo valió para que Carbajal y otros legisladores afirmaran que el Presidente “no está interesado en que haya un presupuesto.
Germán Martínez dijo que el plan del Gobierno es sostener el DNU 846 y que durante la semana hubo “presiones” que atravesaron a todas las bancadas para evitar la derogación. Añadió que si la Casa Rosada consigue ese cometido, ya no tendrá ninguna motivación para votar el Presupuesto.
El titular de la bancada kirchnerista además introdujo el tema de la condena de Cristina Fernández y el proyecto de ficha limpia en el debate: “Sigan todo lo que quieran con los fuegos artificiales, le están armando una sesión a (Mauricio) Macri, que es el jefe de esta operación con CFK. El tío del presidente de esta Cámara, (en referencia a Carlos Menem) murió condenado en segunda instancia ¿Por qué no le preguntan al presidente de esta Cámara si Zulema Yoma tiene que cobrar pensión? Si van a jugar de alcahuetes, bánquensela”.
Si, tal como anunció Espert, el dictamen será el mismo mensaje que el 15 de septiembre dio el presidente Javier Milei, eso significaría que la intención de Casa Rosada es no introducir ninguna modificación ni en el mecanismo para calcular gastos, ni en la regla fiscal, ni en las partidas.
Carlos Heller (UxP) afirmó que “el proyecto apunta a consolidar un modelo de ajuste fiscal y destrucción del Estado”, que “está en las antípodas del mandato” de sus votantes. Desde ese sector opositor hicieron un fuerte cuestionamiento a la idea de la regla fiscal.
Al presentar el Presupuesto, el Presidente dijo que se “blinda el equilibrio fiscal” y que, cambiando la lógica tradicional, se piensa “cuando se tiene que ahorrar para ver cuanto se puede que gastar”. “Para nosotros hay que establecer las necesidades que deben ser resueltas y a partir de allí, cuales son las políticas”, dijo Heller.
La oposición cargó sobre la ausencia del ministro de Economía, Luis Caputo, que evitó estar presente en la comisión y, además, se cuestionó que no haya quedado claro cuál es el mecanismo de la regla fiscal, cuáles serán los programas que se recortarán si hay caída de la recaudación y cuáles serán los impuestos que se recortarán si aumentan.
Para la oposición, la ausencia de modificaciones al proyecto es un signo de alerta sobre acuerdos con gobernadores por fuera del Presupuesto. Fueron varios los legisladores quienes insinuaron que algunos mandatarios provinciales, al apoyar una iniciativa sin modificaciones “a cambio de una rotonda”, dejan sin discutir, por ejemplo, el presupuesto universitario o los bonos para los jubilados.
Carlos Zapata, el único legislador oficialista que tomó la palabra, dijo que lo central del proyecto de ley es la definición del Estado que puede “repartir lo ajeno y que se aprovecha del ciudadano para empoderar dinastías, o un Estado reducido al servicio del ciudadano”.
“Es sano disentir pero es tiempo que administre una idea diferente del Estado”, concluyó.
Fuente El Cronista