Su nombre es Marilú, tiene 20 años, es estudiante de psicología y ha encontrado en las redes sociales una herramienta para la comunicación política, combinando esta misma con toques humorísticos. Con más de medio millón de seguidores en TikTok y 100.000 en Twitter (y siendo integrante del conocido programa de streaming “La Misa”) ha conseguido mover el cerebro de miles de simpatizantes de izquierda.
Pero la pregunta del millón es: ¿Cómo una joven consiguió quitarle el sueño a más de un militante kirchnerista con unos simples videos? Marilú nos cuenta:
-La idea surgió a principios de este año, cuando en una agrupación de jóvenes liberales, (de la cual ya no formo parte, estuve tres meses), se me encomendó la tarea de dar la batalla cultural de una forma más creativa, fui elegida yo particularmente porque yo viví muy de cerca la politización del arte, sobre todo de la música, (obviamente en líneas izquierdistas-peronistas-kirchneristas). Y mientras pensaba en cómo encarar esto, se me ocurrió llamar a Tomás Ross, una persona con mucho potencial creativo y me dije: “de acá sale algo bueno sí o sí”, y así fue.
-¿Siempre te interesó la política o hubo algún momento que te marcó?
-Cuando estaba en la secundaria empecé a notar cosas raras que pasaban a mi alrededor, sobretodo con los profesores, hay dos situaciones que me marcaron mucho, la primera fue cuando uno de mis maestros nos hizo hacer un ejercicio poco convencional, este consistía en que actuáramos como si nuestros compañeros estuvieran siendo detenidos por los militares (recreando los 70’). Cuando se lo conté a mi vieja no lo podía creer, pero confió en que yo misma me iba a dar cuenta de que lo que estaban haciendo conmigo era adoctrinamiento. La segunda situación que me hizo replantearme todo fue que uno de mis profesores cancelaba clases por fechas que a él le parecían importantes.
-Dame un ejemplo.
-El cumpleaños de Maradona (la entrevistadora se quedó sin palabras, no va a acotar a esta respuesta). Volviendo al tema política, siempre quise aportar a la batalla cultural. Cuando Milei comenzó a mostrar su lado político supe que era el momento. Ya no existían solo dos bandos (kirchnerismo o macrismo), finalmente alguien se alineaba a mis ideas, y si podía ayudar a divulgar los principios del liberalismo aunque sea simplemente haciendo videos, lo iba a hacer.
– ¿Te gustaría ocupar un cargo político en el futuro?
-No está en mis planes en un futuro cercano, no lo descarto, nada es imposible, pero mi objetivo en este momento es estudiar y recibirme como psicóloga, es mi mayor sueño. Pero como te dije anteriormente, si en un futuro alguien me llegara a llamar para ayudar a mi país puede que lo haga, habiendo ya tenido experiencia en el sector privado y con un título en mano.
-Esto lo sabemos todos, pero te lo vuelvo a preguntar: ¿Has recibido amenazas por lo que haces, o ha afectado tu vida personal?
-Ja ja, es el pan de cada día, el acoso en redes es constante, me critican hasta por respirar, por suerte no ha pasado a la agresión física más allá de alguna puteada en la calle.
-¿Te arrepentís de algo? Me refiero en general, de los videos, de tu exposición en redes, etc.
-No me arrepiento de absolutamente nada, me alegra contribuir en la batalla cultural, y si bien las amenazas son el pan de cada día, tengo mucha gente que me apoya, estoy profundamente agradecida
-¿Te consideras un personaje? o la Marilú que vemos en las redes o en los carpetazos de la semana es tu verdadera esencia?
Lo que ven es lo que soy, nada más que decir.
-Lo que vos haces, ¿Es un hobby o un trabajo?
-Ambas, obviamente es un hobby, porque es algo que disfruto hacer, pero detrás de los videos hay mucha gente talentosa que colabora para que esto pueda ser posible, si bien nos divertimos lo que ustedes bien lleva mucha dedicación y tiempo.
-Ya para ir cerrando, contame, ¿Cómo te convocaron para la Misa?
-Yo a Dan lo conocí a principios de este año (2024) en un evento, me comentó que le gustaban mis videos (los carpetazos de la semana) y que le gustaría incorporarme al equipo con la idea de hacer entrevistas, y bueno, el resto es historia.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today