Muchas personas creyeron por años que el mal clima afectaba el funcionamiento del WiFi y provocaba cortes en la conexión a Internet. Esta idea estuvo respaldada por la experiencia de usuarios que notaron fallos en sus redes durante días de tormenta o viento fuerte.
Sin embargo, con los avances tecnológicos, especialmente la llegada de la fibra óptica, quedó demostrado que estos problemas no están relacionados directamente con las condiciones meteorológicas. Actualmente, otros factores juegan un papel en la estabilidad del internet.
El verdadero motivo detrás de los cortes de WiFi en días de mal clima
Aunque el mal clima ya no es el principal culpable de los problemas de conexión, como solía ocurrir con tecnologías como el ADSL, todavía existen factores que afectan el rendimiento del WiFi en los hogares argentinos.
Uno de los más comunes es la saturación de la red, especialmente durante días lluviosos o ventosos, cuando más personas permanecen en casa utilizando Internet al mismo tiempo. Esta alta demanda puede ralentizar la velocidad y provocar cortes temporales.
Una solución para este inconveniente es optar por un router compatible con WiFi 6, una tecnología moderna que reduce los problemas de saturación al distribuir mejor el tráfico de datos.
Cómo mejorar la conexión WiFi en casa y evitar interrupciones
Además de entender que el mal clima no es el culpable directo de los problemas de conexión, es importante tomar medidas prácticas para optimizar el rendimiento del WiFi en la casa.
Estos consejos pueden ayudarte a mejorar la estabilidad y velocidad de tu red, incluso en momentos de alta demanda:
- Ubicar el router en un lugar estratégico: colocarlo en un espacio central y elevado permite una mejor distribución de la señal en toda la casa. Evitá ponerlo cerca de paredes gruesas o electrodomésticos que puedan interferir.
- Actualizar el equipo: si el router es antiguo, cambiarlo por uno compatible con WiFi 6 puede mejorar la conexión y reducir problemas de saturación.
- Revisar las conexiones de los dispositivos: muchas veces, la red está sobrecargada porque hay demasiados dispositivos conectados. Desconectá aquellos que no estés utilizando.
- Configurar bandas duales: usar la banda de 5 GHz para tareas que requieren mayor velocidad, como streaming o videollamadas, puede aliviar la saturación de la banda de 2,4 GHz.
- Hablar con el proveedor de internet: si los problemas persisten, es recomendable consultar con la compañía para asegurarse de contar con un plan que se ajuste a las necesidades del hogar.
Fuente El Cronista