Alineado con la estrategia del Gobierno, el economista Daniel Artana se mostró a favor de evitar un levantamiento total del cepo “de un momento a otro” y recomendó liberar algunas restricciones puntuales para darle un mensaje a los inversores y evitar los riesgos de una salida abrupta.
Durante una entrevista radial, el economista jefe de FIEL recalcó que, en materia de cepo cambiario, “no es todo o nada”.
“Aún hay espacio para hacer cosas, se puede avanzar de a poco. Sí me sorprende que aún no permitan que se paguen dividendos nuevos al exterior. Tenemos un stock de dividendos atrapados que la gestión anterior no dejó girar, eso quizás no se pueda resolver de golpe, pero para la nuevo se podría hacer, sería una señal para la inversión pensando a futuro”, opinó.
“Hay otras pequeñas cosas que se pueden hacer, como reducir el plazo de los 90 días para acceder al Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) si venís del CCL. Así, gradualmente te vas acercando hacia un mundo sin cepo, pero no de golpe, porque yo coincido que, con reservas negativas y vencimientos de peso a corto plazo, levantar el cepo hoy sería bastante arriesgado”, señaló.
Este levantamiento gradual que sugiere Artana parece ser el camino elegido por el Ejecutivo, que en las últimas horas dio un nuevo paso en el proceso de normalización del flujo de importaciones de bienes y servicios.
Se trata de la decisión del Directorio del Banco Central de autorizar el uso de fondos propios en moneda extranjera para realizar pagos antes de los plazos actualmente vigentes.
Con esta nueva flexibilización, las importaciones de bienes de capital se podrán pagar en forma anticipada cuando se utilicen fondos propios que tengan depositados en sus cuentas locales en moneda extranjera.
En paralelo, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a ratificar este jueves que “en algún momento del 2025, cuando estén dadas las condiciones” se levantará el cepo.
Dudas por el tipo de cambio y la necesidad de avanzar en el aspecto impositivo
Al ser consultado sobre un posible atraso cambiario, el especialista insistió en que es “difícil” establecer cuál el tipo de cambio real de equilibrio de una economía.
Sin embargo, pidió prestar especial atención a la suba en dólares de los salarios. “Los salarios están creciendo al 2% mensual en dólares, y lo que no es un problema hoy, lo puede ser en seis meses o un año, porque el ritmo de evolución de eso es bastante importante”, añadió.
Por último, mostró cierta preocupación por las exigencias que desde el Gobierno intentan imponer a un sector privado “que está acostumbrado a convivir en un capitalismo prebendario”.
“Les están pidiendo que empiecen a competir, y yo lo veo perfecto eso, lo mismo con la quita de las restricciones cuantitativas a las exportaciones, que quizás se hizo demasiado rápido. Pero hay otras cosas mezcladas que no veo tan bien es que empezaran a tocar aranceles acordados en el Mercosur para tratar de influir y que algunos precios bajen más rápido”, remarcó.
“Entiendo que hemos vivido en una economía muy cerrada y eso hay que cambiarlo, pero le estamos pidiendo al sector privado que se transforme urgente con regulaciones que sirven, pero cuyo impacto en los costos de las empresas por ahí no es tan rápido como el que si se da con la apreciación cambiaria. Y además el Gobierno no puede hacer mucho en la materia impositiva porque necesita seguir teniendo superávit”, analizó.
Sobre la urgencia de resolver este “laberinto impositivo”, el economista ejemplificó: “Por más que se caiga el Impuesto PAIS a fin de año, te queda el impuesto al cheque, Ingresos Brutos en las provincias, y un montón de otras cosas que complican los costos de las empresas. Es un tema bastante complejo porque se te meten tres niveles de gobierno distintos en el tema impuestos”, concluyó.
Fuente El Cronista