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Cinco meses después de que Santiago Abascal (Bilbao, 14 de abril de 1976) decidiera dar un volantazo y salir de los gobiernos que Vox compartía con el PP, asegura que está recogiendo los frutos. «Tenemos un respaldo mayor que entonces», asegura a ABC, dejando claro que su objetivo es intentar arrebatarle al PP el liderazgo en la derecha con la inmigración como catapulta para llegar también a un sector de votantes socialistas. «Vox no quiere ser simplemente una muleta.
Entre los jóvenes ya somos la primera fuerza política, es cuestión de tiempo que eso se extienda al resto de la población», subraya. -¿Cómo casa su posición en inmigración con la necesaria empatía que debemos tener con África?-La empatía es absoluta. Acusamos a los gobiernos occidentales que promueven la inmigración legal y a las mafias del tráfico de personas de condenar a esas personas a la muerte en el Mediterráneo.
La empatía es absoluta pero está en primer lugar con los españoles, a los que quiero representar, con los que convivo. Mi responsabilidad está en España. Yo no soy el secretario general de las Naciones Unidas ni pretendo serlo. Y eso no significa que no tenga empatía. Significa que la solidaridad bien entendida empieza por uno mismo, empieza por el prójimo, el que está más cerca. Y aquí hay mucha empatía o simpatía del mando del televisor, de gente que está con los pies encima de la mesa diciendo que entren todos porque soy muy solidario, pero nunca he llevado la compra al señor que vive en el quinto piso.-Ustedes exigen al PP que se niegue a aceptar el reparto de menores no acompañados pero la ley obliga a las autonomías a hacerse cargo de ellos.
Sin reparto, Canarias se queda sola.-Los canarios entienden que la intención de Vox no es seguir repartiendo a los que entren, sino impedir que sigan entrando. No hay ningún tipo de iniciativa ni intento de que esos menores vuelvan con sus padres. Vienen fundamentalmente de Marruecos, con quien tenemos una alianza que no sirve para nada. Entiendo que la situación es muy difícil, pero nosotros no pedimos cosas imposibles, pedimos un cambio de tendencia. No se deporta a nadie. No hay devolución ni en frío, ni en caliente, ni en templado. Se cometan delitos o no se cometan delitos. Entiendo que esto genera un debate, pero tenemos el respaldo popular, no solo de nuestros votantes, también de votantes socialistas.
Se da dinero a Marruecos para controlar.
¿Acaso nos sobra el dinero a los españoles? Tenemos un gobierno que está arrastrado, arrodillado ante Marruecos. Tenemos a un lacayo de Mohamed VI. Así no se puede devolver a nadie. ¿Cómo se les devuelve entonces? Devolviendo a Pedro Sánchez a su casa.-¿Hasta dónde está dispuesto a llevar su ruptura con el PP por este tema?-Hasta el final. Si no hay una rectificación de lo que nos sacó de los gobiernos no es posible que apoyemos unos presupuestos. Y tampoco nos vale a estas alturas simplemente una rectificación, hace falta que las cosas que estaban acordadas con nosotros en los acuerdos de gobierno se cumplan, no como ha ocurrido en Baleares . Y hará falta algo más, estamos fuera de los gobiernos, antes estábamos dentro. ¿Qué gesto tiene que hacer el PP para arreglar lo que ha roto? Lo tienen que responder ellos.
En primer lugar, arreglar todo lo roto y algo más. Pero estamos hablando sobre algo que es una fantasía, porque el PP está permanentemente acudiendo a las convocatorias de este Gobierno, que es tan malo, tan corrupto, tan traidor, para llegar a acuerdos sobre migración. Parece que no se atreven porque nosotros presionamos, pero la voluntad es la del acuerdo. ¿Nosotros vamos a llegar a un acuerdo para que el PP inmediatamente después vuelva a llegar a un acuerdo con el Gobierno en materia de migración? No es posible. -¿Permitirán cambios de gobierno en las comunidades o ayuntamientos para desalojar al PP?- Eso no va a suceder en ningún caso. Ni en Valencia. Vox no va a colaborar con la izquierda en ningún caso.
Vox podrá apoyar o no unos presupuestos pero no va a tener ningún acuerdo con la izquierda. Es más fácil que eso lo haga el Partido Popular. Los acuerdos, desde luego, no los tenemos nosotros. – Con perspectiva, ¿su salida de los gobiernos autonómicos no fue desproporcionada?- A día de hoy tenemos mayor respaldo que entonces. No es una cuestión de proporción, es una cuestión de si estás dispuesto a atajar el problema de raíz o no. No se trataba de 40 o 400 menas los que se repartieran por todo el territorio nacional. Se trataba de que después de esos venían otros. El problema es abrir la puerta a que eso siga ocurriendo. Y nosotros no estamos dispuestos a eso. De ninguna manera. Es imposible que nosotros participemos de un acuerdo de esa naturaleza. Nuestra respuesta es incluso suave para la gravedad del problema.
– ¿Qué relación tiene con Feijóo? ¿Tienen una línea de comunicación?- Voy a ser muy discreto sobre esa cuestión pero puedo decir que hay una línea de comunicación. El entendimiento personal existe, la relación funcional es correcta, pero el entendimiento político es muy distante salvo en que hay que echar a este señor, y no en el modo. No se puede echar a Pedro Sánchez con pactos. La posición del señor Feijóo, el modo en que quiere hacerlo es totalmente malo. La falta de coincidencia afecta a casi todo.-¿Ustedes hablan por teléfono de las opciones de desalojar a Sánchez?- De lo que estamos hablando aquí es del Gobierno.
El Gobierno se desgasta con movilizaciones, con temas judiciales y con una oposición contundente, total. Y no se lo desgasta con responsabilidad institucional, eso desgasta a España y fortalece a Sánchez. Esa es la gran disputa, la gran diferencia que tenemos con el PP.- ¿Y no deberían hablar sobre cómo repartirse el espacio para intentar lograr una mayoría que permita echar a Sánchez en las siguientes elecciones, si es lo que ustedes buscan?-Lo he dicho, tenemos interlocución, sabemos cuáles son las posiciones y las estrategias respectivas. Perfectamente. Con el PP tenemos interlocución. Es verdad que sin posibilidades de acuerdo por el momento, pero hay interlocución. -Después de lo que pasó el 23-J, si el PP le pidiese ahora que no se presentase en algunas circunscripciones, ¿qué le diría?-Que en qué circunscripciones no se va a presentar el Partido Popular. Yo no concibo la política de esa manera, de hablar con otro líder político y ver cuál es el espacio. Yo concibo la política de una manera más sencilla, que es que tengo unos principios, los defiendo y los ofrezco a los ciudadanos en todo el territorio nacional.
Las excepciones que pueden existir a eso podrían hablarse, pero el problema es que el Partido Popular en las elecciones del 23 de julio tenía una obsesión mayor en destruir a Vox que en descabalgar a Pedro Sánchez, hasta el punto de que le ofrecía pactos permanentemente. -Para que ustedes sumen la mayoría que necesitan, el PP tiene que robarle al PSOE los votantes más moderados. Si cuando va hacia ese nicho ustedes les acusan de blandos, no se atreverán a hacerlo. ¿No tendrían que hablar mínimamente de esto?-Esa reflexión tendría que hacerla el PP, no nosotros.
No vamos a hablar con otra fuerza política para decir, ¿hasta dónde llega usted? ¿Hasta dónde llego yo? Además son los ciudadanos que deciden. Me parecería incluso una falta de respeto a los ciudadanos que los políticos hiciéramos ese planteamiento. Vox está muy claro dónde está. Vox está en una posición firmísima en defensa de la unidad nacional y contra el Estado de las autonomías. Sabiendo las dificultades de cambio que tiene eso. Vox está en una posición de una gran fortaleza en la defensa de las fronteras y en el rechazo a los procesos de inmigración ilegal. Vox se opone a las agendas globalistas no votadas por los españoles. El que defienda otras cosas tendrá que elegir otro caladero donde pescar. Nosotros no nos vamos a mover de ahí.
¿Que hay otros que están en los laterales y un día van para un lado y otro día van para otro? Pues lo tienen que explicar al electorado. Son ellos los que se meten en confusión. El PP tiene que pararse a reflexionar para saber qué es lo que defiende exactamente. Hay que echar a Pedro Sánchez pero para hacer todo lo que he dicho antes. Echarlo por echarlo no.
Fuente ABC
