El sistema de pensiones español se enfrenta al desafío de su sostenibilidad. Diseñado en un contexto demográfico muy diferente, con altas tasas de natalidad y una menor esperanza de vida, el modelo se enfrenta en la actualidad a una sociedad envejecida. El incremento del gasto en pensiones, sumado a la falta de ahorro, ha creado un escenario muy diferente al de hace unos años. ¿La solución? Los expertos coinciden en la necesidad de impulsar un cambio de mentalidad: fomentar el ahorro individual, mejorar los incentivos para planes privados e implementar una educación financiera robusta desde edades tempranas.
Para abordar esta cuestión, El Confidencial organizó junto a Bestinver una mesa redonda titulada Pensiones: la jubilación de los jóvenes. Los tres expertos encargados de analizar desde diferentes puntos de vista la cuestión fueron Alejandro de Mollinedo, director de Grandes Cuentas de Bestinver; Celia Rubio, cofundadora de Academia de Inversión y autora del libro Hazlo bien con tu dinero; y Miguel Ángel García Díaz, profesor de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos.
Precisamente, fue Miguel Ángel García Díaz el encargado de romper el hielo. Para el docente, “España cuenta con un sistema de pensiones público que es uno de los más generosos de la Unión Europea, con una tasa de reposición del 78%, frente al 44,5% de media en la zona euro”. Según el experto, “este dato refleja la relación entre la pensión media y el último salario percibido, y es un pilar importante del estado del bienestar. Sin embargo, la sostenibilidad de este modelo está en riesgo debido al envejecimiento acelerado de la población y al incremento de la esperanza de vida”.
Así, “en 2050, el gasto en pensiones podría crecer en 3,8 puntos del PIB, obligando a mayores transferencias del Estado, que ya rondan los 50.000 millones de euros anuales”, aseguró. ¿El resultado? “Una carga fiscal significativa para las generaciones jóvenes, quienes, además de sostener el sistema actual, se enfrentan a otras dificultades para ahorrar debido a salarios bajos y altos costes de vida. La situación demanda una solución que combine suficiencia, equidad y sostenibilidad”, defendió.
“Los pensionistas son un colectivo con gran peso electoral, lo que convierte esta cuestión en un tema electoralista”, M. Á. Gª Díaz (URJC)
El profesor de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos también insistió en que “este desequilibrio intergeneracional es una de las mayores preocupaciones del sistema de pensiones en España. Las generaciones más jóvenes soportan las cargas de financiar generosas prestaciones, mientras ven mermada su renta disponible y limitada su capacidad de ahorro”. Desde su punto de vista, “este problema no es solo económico, sino también político. Los pensionistas son un colectivo con gran peso electoral, lo que convierte las pensiones en un tema electoralista”.
De esta forma, “el Pacto de Toledo, que alguna vez fue un foro técnico clave, se ha transformado en un instrumento propagandístico. Los gobiernos evitan abordar los riesgos del sistema para no enfrentarse a costes electorales”, alertó. “Informes recientes han cuestionado la viabilidad del sistema —continuó—, pero se manipulan las cifras y se promueve la idea de que las pensiones están garantizadas, cuando no es así. Esta falta de transparencia afecta la capacidad de la sociedad para enfrentarse a los retos reales del sistema”.
Por su parte, Celia Rubio analizó “cómo los cambios demográficos han transformado el contexto en el que se diseñó el sistema de pensiones”. La experta puso el foco durante su reflexión en que “este modelo nació en una época en la que había más trabajadores por cada jubilado y una menor esperanza de vida”. Concretamente, “está basado en un sistema de 1947, cuando había tres trabajadores en activo por cada jubilado y la esperanza de vida era cercana a los 65 años. Hoy, con una población envejecida y una baja tasa de natalidad, el sistema se enfrenta a una presión insostenible”, aseguró. Ante este escenario, enfatizó la necesidad de fomentar el ahorro y la inversión individual desde temprana edad. Complementar las pensiones públicas con recursos propios es la única forma de garantizar un nivel de vida adecuado en el futuro”.
Asimismo, la cofundadora de Academia de Inversión destacó que “la falta de educación financiera en España genera desconfianza y miedo hacia todo lo relacionado con inversiones”, ya que “muchos ciudadanos perciben estas herramientas como arriesgadas o accesibles solo para quienes tienen excedentes de dinero”. Del mismo modo, resaltó “la importancia de normalizar la inversión como parte de la planificación financiera personal”. “Para lograrlo —matizó—, es imprescindible integrar la formación financiera en los programas educativos, con el objetivo de derribar mitos y construir una mayor confianza en los productos financieros”.
“Para garantizar el sistema, los jóvenes deben adoptar hábitos de ahorro y planificación financiera”, A. de Mollinedo (Bestinver)
A continuación, Alejandro de Mollinedo explicó en su turno que “existe la necesidad de garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo”, respecto a lo que argumentó que “este objetivo solo será posible si los jóvenes adoptan desde temprano hábitos de ahorro y planificación financiera”. El experto insistió en que “ante los desafíos demográficos y económicos, no se puede depender únicamente del sistema público. Una estrategia clave para proteger el futuro financiero es combinar ahorro e inversión desde una edad temprana”, recalcó como sus compañeros. De esta forma, “se puede aprovechar el beneficio que genera el interés compuesto, algo que puede convertir pequeñas aportaciones recurrentes, como 50 euros al mes, en una fuente importante de ingresos a lo largo del tiempo”, aclaró. “Este enfoque no solo ayuda a enfrentarse a la inflación, sino que también proporciona seguridad frente a las incertidumbres del sistema”, puntualizó.
Continuando con uno de los grandes temas de la mesa redonda —la educación financiera— el director de Grandes Cuentas de Bestinver aseveró que “este asunto juega un papel central”. De hecho “debería incorporarse en los programas y currículos escolares para combatir la ignorancia y los mensajes confusos que reciben en estos momentos los jóvenes. Enseñar conceptos básicos de ahorro, inversión y planificación desde la infancia no solo fomentaría una mayor responsabilidad individual, sino que también fortalecería la base de personas capaces de gestionar su propio bienestar económico”. Por todo ello, “la educación financiera debería ser vista como una herramienta fundamental para reducir la dependencia excesiva del sistema público de pensiones”, aclaró.
Diversificar, reformar y educar
Ya en el segundo tramo de la mesa redonda, Miguel Ángel García Díaz compartió algunas de las posibles soluciones para aportar sostenibilidad al sistema: “Es necesario diversificar los pilares de las pensiones, como recomiendan las organizaciones internacionales. Además del sistema público, que debería ser menos generoso para aliviar la presión fiscal, se necesitan pilares complementarios, como el ahorro a través de la negociación colectiva y planes de ahorro privados”, confirmó. Poniendo el foco en las pymes, precisó que “las empresas pequeñas, predominantes en España, afrontan dificultades para fomentar estos planes, pero promoverlos es crucial para evitar ajustes abruptos en el futuro. En un contexto de elevada deuda pública, cualquier crisis fiscal podría forzar decisiones rápidas y perjudiciales, afectando tanto a pensionistas como a trabajadores”.
Respecto a la mencionada formación financiera, el profesor universitario consideró que “en España, no existe una cultura de ahorro e inversión, especialmente entre los jóvenes, quienes dependen en exceso del sistema público”. Según sus palabras, “esta mentalidad tiene raíces históricas, pero es urgente cambiarla. Incluirla en los programas de secundaria y bachillerato podría fomentar el emprendimiento, la planificación económica y el ahorro responsable”. Sin embargo, “esta falta de formación no solo afecta a los individuos, sino también al debate público, que carece de información precisa y rigurosa”, advirtió. Como colofón a esta propuesta, sentenció que “una sociedad más educada financieramente estará mejor equipada para tomar decisiones responsables, diversificar sus recursos y exigir transparencia en temas clave como la construcción de un sistema de pensiones sostenible, equitativo y justo para futuras generaciones”.
Como factor añadido a lo apuntado por el economista, Celia Rubio criticó “la baja rentabilidad y los escasos incentivos fiscales de los planes de pensiones actuales en España, que no resultan atractivos para los ciudadanos”. “Este problema, unido a la falta de alternativas accesibles —abundó la experta—, desincentiva la contratación de estos productos, agravando la dependencia del sistema público”. Bajo su perspectiva, “habría que reformar los planes de pensiones para hacerlos más competitivos y mejorar su desempeño, lo que motivaría a más personas a adoptarlos como parte de su estrategia de ahorro”.
A todo ello, la experta sumó “la importancia de un enfoque a largo plazo en las inversiones”. Si bien reconoció que “los mercados son volátiles en el corto plazo”, también subrayó que “la paciencia y la constancia suelen generar rentabilidades atractivas con el tiempo”. La autora de Hazlo bien con tu dinero recalcó que “un apoyo más decidido por parte de la Administración pública, con incentivos fiscales y campañas educativas, es fundamental para promover el ahorro privado. Esto no solo aliviaría la presión sobre el sistema público, sino que también garantizaría una mayor estabilidad para las generaciones futuras”.
“La baja rentabilidad y escasos incentivos fiscales de los planes de pensiones en España no resultan atractivos”, C. Rubio (Academia de Inversión)
Finalmente, Alejandro de Mollinedo sugirió que “sería bueno para España adoptar el modelo de tres pilares aplicado en los países nórdicos, que combina un sistema público, privado y de negociación colectiva”. Según aclaró, “este enfoque ofrece una mayor estabilidad y diversificación, y su éxito demuestra que un equilibrio adecuado puede reducir la presión sobre las pensiones públicas”. No obstante, también enfatizó que “los planes de empleo en España no son suficientemente atractivos para fomentar su adopción masiva, debido a la falta de incentivos adecuados. Superar esta barrera es esencial para ampliar la participación en estos planes y reforzar el sistema en su conjunto”.
Ya en sus últimas intervenciones, el experto destacó “la importancia de desmitificar las inversiones en renta variable, a menudo vistas como arriesgadas o exclusivas para personas con altos ingresos”. Para evidenciar su reflexión, expuso que “invertir a largo plazo en este tipo de activos puede ser una de las estrategias más efectivas para combatir el conservadurismo financiero predominante en España, donde predomina el ahorro en productos de baja rentabilidad”. Por último, concretó que “democratizar el acceso a las inversiones no solo aumentaría la base de ahorradores, sino que también contribuiría a fortalecer la economía en general”.
Fuente El Confidencial