Diciembre se perfila como el retorno del triunfo del dólar ante las inversiones en pesos: la versión libre o blue, el MEP y el contado con liquidación acumulan una ganancia de 8% contra la tasa de plazo fijo, menor al tres por ciento.
De todas maneras, el 2024 será recordado como el renacer del peso argentino, por la desinflación de la economía y el alto rendimiento que dejaron las inversiones a tasa en la moneda nacional, de casi el 70% contra una suba de 23% en el dólar financiero.
Este jueves, en la plaza cambiaria el comentario pasó por las ventas de dólares del BCRA de casi u$s 600 millones. Pero en realidad se debió al fin del impuesto PAIS y pagos de importaciones acumuladas, especialmente de automotrices.
La jornada comenzó tomadora y con un máximo en $ 1190 para el “contado con liqui” a partir de lo cual aparecieron las ventas.
El riesgo país mostró que no hay alarma cambiaria dado que los bonos en dólares cerraron con ganancias de 1% a contramano de lo que sucedía en el resto de los emergentes.
De todas maneras, se percibe el desarme de posiciones para hacer “cash” las ganancias acumuladas en el 2024.
El mercado percibe para los próximos meses una constante desinflación de la economía dado que la curva de rendimientos en pesos está invertida. ¿Qué significa? Simplemente que los rendimientos de corto plazo son mayores a los de mediano y largo plazo, lo cual sucede por las expectativas de que mes a mes, la inflación vaya descendiendo de los actuales niveles del 2,5%-3% aproximadamente para diciembre.
Basta ver que los rendimientos de las Lecap, a tasa fija, son de 2,80% contra las más largas, a un año de 2,4 por ciento.
También el mismo fenómeno, expectativas de desinflación, se observa en los papeles que ajustan por el CER. Los de corto plazo pagan una sobretasa de 6,5 puntos porcentuales por arriba de la inflación mientras que los de más largo plazo superan nueve puntos.
Cierre de año impositivo
Son momentos en paralelo de ajustar posiciones de cierre de año impositivo, con muchos inversores posicionándose en los títulos públicos que, de esa manera, eluden el pago de Bienes Personales. Es un fenómeno habitual que se da todos los fines de año en la Argentina.
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Federico Furiase, director del BCRA y asesor de Luis Caputo, destacó en un posteo en la red social X que “la inflación converge al crawling peg del 2% y la inflación de EE.UU., aun con corrección de los precios relativos. Esta dinámica permite estabilizar el tipo de cambio real bilateral con EE.UU. en niveles razonables para una macro con déficit cero, emisión cero, superávit comercial y desplome de la brecha cambiaria y el riesgo país. Recordar que a precios de octubre, el tipo de cambio real bilateral con EE.UU. promedio de la convertibilidad se ubicó en $ 752”.
Ya desde hace varias semanas se avizoraba que los rendimientos de las colocaciones en pesos no tentaban para aumentar apuestas. Es que el dólar financiero se acercó al oficial y el margen de ganancias ya sólo pasaba por la tasa en pesos. No más por el retroceso en la cotización de la moneda norteamericana que llegó a un máximo a casi $ 1500 en julio. Entonces sólo el 2,5% era la ganancia potencial.
Y diciembre, por factores estacionales de cierre de posiciones y el efecto mencionado del “PAIS” puntualmente ayer, generaron el ruido cambiario. Brasil aportó lo suyo con la suba de la moneda norteamericana contra el real.
En enero empieza otro partido. Como siempre, la clave pasa por las cuentas públicas, el superávit, y la prudencia monetaria. A favor puede jugar el eventual acuerdo con el FMI.
En contra, el ruido en emergentes, puntualmente en Brasil. Pero lo que está claro es que las super ganancias en pesos, 70% versus 23% del dólar, no se repetirán por más que la economía siga normalizándose.
Fuente El Cronista