En un sembrado cerca del pequeño pueblo de Loranca del Campo, en medio de campos de girasoles tan propios de la provincia de Cuenca , es donde hace más de cuatro décadas aparecieron unos antiguos restos fósiles del cráneo y de la mandíbula de un animal que por aquel entonces se desconocía por esos lares. Ahora, después de muchos años de investigación, los resultados han arrojado luz sobre ese sorprendente hallazgo publicado recientemente en la revista científica ‘Palaeontographica-A’, que apunta al primer registro en la península ibérica de un ejemplar de unos 22 kilogramos de Ischyrictis zibethoides con una antigüedad aproximada de 16 millones de años .Así, a bote pronto, todo ello no parece decir nada, pero se trata de un hecho muy importante desde el punto de vista de la paleontología. Ese es el nombre científico de un mustélido gigante del que no se tenía constancia en una latitud tan occidental en Europa, pues tan sólo habían aparecido restos del mismo en Alemania y Francia. «El hallazgo se produjo a mediados de los años 80 del siglo pasado en el conocido como yacimiento de La Retama, donde un equipo de paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales encontraron un ejemplar de esa especie de gran tamaño, mucho más grande que las comadrejas, las martas o los tejones», según explica a ABC Alberto Valenciano Vaquero, uno de los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que ha liderado este proyecto en los últimos años.Noticia Relacionada CASTILLA-LA MANCHA reportaje No El conquense más viejo vivió en Carrascosa del Campo, tiene un millón de años y era un Homo antecessor Mariano Cebrián Los trabajos del equipo dirigido por el arqueólogo conquense Santiago David Domínguez en el yacimiento de El Pino han sacado a la luz restos líticos que datan de ese periodo y han sido publicados en la revista científica estadounidense ‘Journal of Archaelogical Science: Reports’Esta investigación, en la que también participan el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC (MNCN) y la Universidad de Málaga (UMA), arroja una datación de unos 16 millones de años (Mioceno medio) y es considerado por la diversidad y originalidad de la fauna de mamíferos encontrada como uno de los más importantes de la región. Los trabajos se han centrado en el estudio directo de los fósiles y en el uso de técnicas tridimensionales no destructivas como la tomografía computarizada de rayos X (micro CT-SCAN), permitiendo el acceso a la dentición definitiva oculta en el interior de la mandíbula en un ejemplar juvenil en el que solo era visible la dentición de leche, informan en una nota los paleontólogos.La diversidad de mustélidos de tamaño mediano y grande es relativamente menor en la península ibérica que en otras zonas de Europa durante el Mioceno inferior y medio (conocido como Aragoniense). «El registro fósil ibérico más antiguo de estas formas proviene del Mioceno inferior de Zaragoza con el género Iberictis , y exceptuando escasísimos y fragmentarios restos de Ischyrictis encontrados en Portugal, existe un importante vacío en el registro fósil de estos mustélidos hasta finales del Aragoniense superior, donde varias formas convivieron en Cataluña ( Laphictis, Hoplictis, Eomellivora ). El yacimiento de La Retama completa parcialmente este vacío temporal», señala Alberto Valenciano .Equipo de paleontólogos, en una de las excavaciones en el yacimiento de La Retama (Cuenca) durante 1988 Imagen CedidaVacío temporal completadoEl director de la investigación indica que durante el Mioceno medio en Europa existió una notable diversidad de carnívoros fósiles, destacando en ella a los mustélidos de gran tamaño (más de 10 kilogramos). Estos animales ocuparon gran parte del nicho de los mesocarnívoros, que en América del Norte estuvo formado por grandes mustélidos y cánidos. Sin embargo, en ausencia de cánidos en Europa, estos mustélidos prosperaron. Con la aparición de las primeras hienas, ambos grupos se convirtieron en los principales mesocarnívoros del ecosistema gracias a su dentición generalista que les permitía adaptarse a diferentes fuentes de alimento. «Este trabajo sugiere que la disminución de la diversidad de mustélidos grandes en las faunas europeas hacia finales del Mioceno medio e inicio del Mioceno superior coincidió con la radiación de hienas de gran tamaño y la aparición de otros mustélidos gigantes más especializados», puntualiza Valenciano.La Retama, junto con otros yacimientos situados en la misma zona, fueron descubierto a principios de la década de 1970, cuando se iniciaron prospecciones para la búsqueda de minerales de uranio. Posteriormente fueron excavados por un equipo de paleontólogos del MNCN-CSIC dirigidos por Jorge Morales desde 1983 a 1993 . Entre la fauna de mamíferos encontrada, destacan Gomphotherium (semejante a un mastodonte con 4 defensas), rinocerontes, caballos primitivos ( Anchiterium ), rumiantes ( Cainotherium, Xenokeryx ), jabalíes ( Listriodon ), y carnívoros pertenecientes a formas sin representantes actuales como anficiónidos ( Amphicyon ) y hemiciónidos ( Hemicyon, Plithocyon ) que se asemejaban a los grandes lobos y osos actuales.Ahora, el yacimiento de La Retama y el pequeño pueblo de Loranca de Campo, situado en La Alcarria conquense y con una población inferior a 100 habitantes, puede presumir de haber dado cobijo al mustélido gigante más antiguo encontrado en Europa occidental.
Fuente ABC