Por algún lado hay que empezar, y una de las constantes de 2024 fue una amplísima oferta musical. Además de los conciertos que hubo desde enero hasta diciembre, las semanas de melomanía a golpe de festival las presidieron, en verano, citas cada vez más recurrentes en la lista de la compra del fan promedio. Tirase de rock, indie, metal o pop, hubo variedad para quien decidió buscarla. Ahí estuvo la batería de grandes nombres que volvieron a traer a Santiago O Son do Camiño —Green Day, Thirty Seconds to Mars, J Balvin— y a Viveiro el Resurrection Fest —Megadeth, Alice Cooper, The Offspring—. O la escena en español que congregó en Caldas el PortAmérica —Vetusta Morla, Aitana, Juanes—. Es un crisol que en pocos años se ha vuelto expansivo, tanto en afluencia de público como en despliegue de oferta, hasta el punto en que resulta difícil citar una selección. La Coruña volvió a retumbar con el Atlantic Pride, el Morriña o el Recorda. Sarria celebró por tercera vez el Ribela Love Nature; Silleda, su también tercer Murallón do Son; y Vigo, por quinta ocasión, el The Wild, en pleno parque forestal. Salpicadas, hubo otras apuestas curiosas, como la del Sinsal SON Estrella Galicia, que repitió en no revelar al público su cartel hasta que desembarcó en la isla de San Simón. Virtud de la escena gallega es que allá donde se mire es probable dar con por lo menos una propuesta musical. El Millarock, en Ames; el Armadiña, en Combarro; el Arbo Rock, en Arbo —valga la redundancia—, fueron otros de tantos que contribuyeron a vivificar esta red de escenarios. Algunos con invitados de talla nacional aun siendo gratuitos, caso del Surfing the Lérez y su cabeza de cartel, la madrileña Nena Daconte.En el horizonte próximoAhora echa a rodar la expectación por lo que se irá fechando en 2025, y la gran mayoría de festivales han anunciado ya que celebrarán su siguiente edición —y hasta algunos nombres—. Pero los frentes se abrirán dentro y fuera de la atmósfera festivalera: a finales de noviembre era noticia la marcha del actual gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG), Andrés Lacasa, que se hará efectiva en marzo. Y, con ella, la apertura de un nuevo capítulo para la formación; oportuno, quizás, para que esta afronte algunas materias pendientes, si la ambición acompaña. Desde el cultivo de unos necesarios patrocinios externos a una posible reformulación de su estructura, pareja a la introducción de un nuevo gerente —o a la de un equivalente temporal—, aún por anunciar. La agrupación deberá estudiar cómo sortear los vientos de cambio tras un año en que el dinero en caja se quedó corto antes del fin de temporada. El éxito que puedan tener las próximas determinarán el rumbo de un conjunto que es piedra angular de la oferta musical clásica y operística de Galicia.No solo entró el disfrute por la vía auditiva: el año no se quedó atrás en el apartado cinematográfico. Descartando abarcar una vastísima cartera de proyecciones, algunos de los mejores sabores de boca los dejaron dos citas de sobra afianzadas: en la capital gallega, Cineuropa, con 130 títulos en su cartel, contando el estreno mundial del documental ‘7291’, un repaso a la gestión de las residencias para mayores en Madrid durante la pandemia; y, en O Porriño, el Festival de Cans, que durante dos días transformó los hórreos y las cuadras de la parroquia pontevedresa en cines de barrio y también trajo su dosis de estrenos absolutos (‘Véxote’, ‘A mirada delas’).Variedad peliculera con marca Galicia hubo desde bien pronto. Ya en marzo, por cortesía de la Mostra de Cinema Etnográfico, en Santiago; y, en abril, Tui acogió el certamen de documentales Play-Doc. Los protagonistas de septiembre fueron el Festival Internacional de Cine de Bueu y el Galician Freaky Film Festival, en Vigo; los de octubre, Curtocircuíto, en la capital gallega; e Intersección, en La Coruña. Novos Cinemas, en diciembre, cerró la programación del año desde Pontevedra, junto al Festival Internacional de Cine de Vigo.2024 fue el año de arranque, también, para la plataforma de ‘streaming’ propia de la TVG, AGalega, que echó a andar con más de 1.400 contenidos. Aunque, si de estrenos en formato online se trata, el verano lo marcó la buena acogida que tuvo la serie ‘Clanes’, filmada en Galicia y con amplia presencia de actores gallegos, empezando por uno de sus protagonistas, Tamar Novas. En lo que a la gran pantalla respecta, el orensano Rodrigo Cortés (‘Buried’, ‘El amor en su lugar’) sorprendió al público a finales de año con la loca historia de ‘Escape’ y su retrato del «desnortado» personaje al que encarna Mario Casas.Oferta crecienteDe las partituras a los guiones; y de ahí, a los marcos y los pedestales. Las artes plásticas tuvieron presencia de sobra por las cuatro provincias. De entre toda una oferta expositiva que, como con la música y el cine, ganó en amplitud, despuntó el Museo Gaiás, en la Cidade da Cultura de Santiago, que en su ciclo anual atrajo tres ambiciosas propuestas que expusieron los tesoros de las peregrinaciones a Jerusalén, la cultura del tatuaje alrededor del globo y el día a día de la sociedad vikinga. Esta última, acompañada en estas fechas de final de año por la instalación de una aldea navideña; eso sí: no recrea la festividad cristiana, sino la pagana Yule, que celebra el solsticio de invierno, y le suma un abanico de actividades y talleres temáticos.Otro buen repertorio lo presentó Abanca, a través de su obra social, haciéndolo girar por sus distintas sedes de la Comunidad. Una colección de retratos de fauna amenazada, otra de facsímiles de dibujos y grabados de Castelao, un viaje por la historia del arte pop. Hasta una aproximación a las pinturas de monstruos que unió la obra de Francisco Goya con el mundo del cómic de Hellboy. Se estrenó el circuito ‘Cidades no tempo’, con una propuesta que enlazaba el pasado con el presente de las urbes gallegas. Y especialmente innovador fue el caso de ‘Simultánea’, que invitó al espectador a convertirse en el elemento itinerante, visitando sus distintas exposiciones en las siete ciudades. Son algunas —que ni de lejos todas— de las propuestas que trajo este año Afundación.Entre otras novedades, la sede expositiva de la Fundación Marta Ortega Pérez (MOP) en el Muelle de Batería de La Coruña abrió sus puertas, en noviembre, con la muestra ‘Irving Penn: Centennial’, centrada en el catálogo que legó el fotógrafo estadounidense, que acoge hasta mayo. Y, en estas dos últimas semanas de diciembre, la Asociación de Periodistas de la ciudad herculina, decana del gremio en Galicia, celebró sus 120 años con una exposición que revisitó su historia y enlazó pasado y presente. En clave de futuro, si en el apartado musical se recordaba la marcha y próxima sustitución del gerente de la OSG, en el museístico corresponde citar el nombramiento del antropólogo y arqueólogo Lois Ladra como director del Museo do Pobo Galego. Explicaba el experto a ABC que este año será clave para definir el rumbo que seguirá próximamente la institución, que se fija no pocos retos: desde la descentralización desde su sede, en Bonaval (Santiago), hacia toda Galicia; hasta el refuerzo de sus vínculos con Portugal y la lusofonía; pasando por la renovación y actualización de su discurso y su programa expositivo.Noticias relacionadas estandar Si La Catedral de Santiago recupera «el coro soñado» por Notre Dame Pablo Baamonde reportaje Si El Museo do Pobo, de Bonaval a toda Galicia y Portugal Pablo BaamondeNo son pocos, a las puertas de un nuevo año, los retos que deberá afrontar el tejido artístico gallego: los profesionales y sus obras, las instalaciones que les dan cabida, las instituciones y las administraciones que los impulsan. El público, a golpe de asistencia, ha dejado claro que quiere más cantidad y variedad de propuestas. Y Galicia, visto este último año, que pretende ofrecérselas.
Fuente ABC