La idea más repetida desde el Palacio de la Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores desde que se celebraron las elecciones presidenciales en Venezuela el pasado 28 de julio de 2024, es que la postura de España sobre los resultados de estos comicios y el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo «depende de lo que dicte la Unión Europea» .
Desde los pasillos de la sede del ministerio que dirige José Manuel Albares , esta respuesta se interpreta como «una excusa» con la que el Gobierno evita posicionarse en contra de Nicolás Maduro y a favor de González, a quien las actas difundidas por la oposición venezolana sitúan como ganador de las elecciones. Si Venezuela no fuera una dictadura, González debería ser investido como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero en una toma de posesión que, a nueve días de que se celebre, presenta muchas dudas y pocas certezas . «La coartada del Gobierno de que España mira a la UE no es más que una forma de justificarse para evitar posicionarse», explica una fuente de Exteriores consultada por ABC, quien aprecia que el Gobierno de Pedro Sánchez, en coalición con Sumar, «está en sintonía con el régimen de Nicolás Maduro y de ahí que no quiera -o no pueda, más bien- reconocer a Edmundo González ».
Si España decidiera hacerlo, además, lideraría en la UE una postura que no beneficiaría al régimen chavista, que se encuentra en sus horas más bajas. A escasos días de que se celebre la toma de posesión, no ha habido ningún anuncio sobre una decisión conjunta de los 27 sobre Venezuela y el Gobierno tampoco ha informado sobre si mandará alguna representación de España. Según fuentes consultadas, en este momento se decantan por «no enviar a nadie» y esperar a ver qué ocurre ese día en Venezuela, ya que Maduro ha llamado a la movilización de los campesinos y está por ver si González -que ha dicho que estará allí para tomar posesión- consigue entrar en su país, del que salió el pasado mes de septiembre tras la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero con los chavistas y viajó a Madrid, donde pidió asilo político.Noticia Relacionada Llegó al grito de «traidor» y «vendido» estandar Si Zapatero rechaza reconocer a Edmundo González «por lealtad a Venezuela» Angie Calero
El Gobierno se escuda en la postura de la UE, que mantiene una posición ambigua respecto al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, principalmente a causa del mal recuerdo que dejó el intento de reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado, lo que en los hechos no logró apenas ningún efecto para debilitar la dictadura. Italia, con un número de ciudadanos venezolanos de origen italiano, es el único país que ha dicho claramente que no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente después del 10 de enero. España -que según la tradición en la UE debería marcar el rumbo de la política comunitaria por sus indiscutibles lazos históricos con este país-, se ha opuesto a que la UE diera este paso , a pesar de que tanto el Congreso de los diputados en Madrid como el Parlamento Europeo, han aprobado sendas resoluciones en las que se reconoce a González como el legítimo presidente electo de Venezuela.
En su última reunión, los líderes europeos no mostraron una preocupación específica sobre la situación en este país. En el documento de conclusiones del Consejo Europeo del 19 de diciembre se limitaron a reiterar su «preocupación por la situación en Venezuela» y a exigir «la liberación de todos los presos políticos» junto a la reclamación de que «Venezuela cumpla sus compromisos contraídos en virtud del Derecho internacional». La frase más contundente se refiere a la promesa de que «la Unión Europea movilizará todos los instrumentos a su disposición para apoyar la democracia y una transición pacífica e inclusiva en Venezuela», pero no explica qué camino espera recorrer para ello. El Parlamento Europeo ha decidido también conceder el Premio Sajarov a la libertad de conciencia a González y a Maria Corina Machado , la verdadera cabeza de la oposición y a la que el régimen impidió injustamente presentarse a las elecciones.Noticia Relacionada estandar Si Diplomáticos ven a Zapatero detrás del nuevo embajador en Venezuela Angie Calero Álvaro Albacete, sin experiencia en Latinoamérica ni al frente de embajadas, el elegido por La MoncloaEn esta reunión del Consejo Europeo se confirmó también la decisión de ampliar el paquete de sanciones a 15 funcionarios venezolanos , a los que se considera responsables de la represión que ha aplastado a miles de ciudadanos que protestaban por el escandaloso fraude electoral de la dictadura, como había pedido también el Parlamento Europeo, que en febrero de 2024 pide que se mantengan las sanciones mientras no haya un compromiso claro y permanente del régimen que «garantice una transición democrática y pacífica en Venezuela».
Desde el punto de vista europeo, la dificultad para imponer una política firme respecto al régimen de Maduro se debe tanto a la existencia de otros frentes de atención directa como el derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria, la guerra en Ucrania o la crisis migratoria, que ocupan el interés de Bruselas; como a la inacción de la diplomacia española, que sigue cautiva del tradicional pragmatismo diplomático.La inacción de EspañaPor un lado se concede asilo político a Edmundo González, pero por otro se envía al diplomático Álvaro Albacete -cercano a Sumar y de la cuerda de José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos , quienes mandan en Moncloa en asuntos de política exterior- como nuevo embajador en Caracas para que presente cartas credenciales ante el dictador. Un nuevo jefe de misión que, como publicó ABC, carece de experiencia en el exterior y de conocimientos en asuntos de Latinoamérica. A la espera de saber si el Gobierno manda una delegación a la toma de posesión, todas las miradas están puestas en lo que ese día haga Albacete.
Además de las conocidas tensiones dentro de la coalición que sostiene al Gobierno, algunos de cuyos componentes son abiertamente favorables a la dictadura venezolana, el ministro Albares ha desplegado en los últimos meses sus esfuerzos en el objetivo de reclamar la consideración del catalán como idioma oficial en la UE , que es una de las exigencias de los independentistas.El problema para la UE es mantener su credibilidad. Desde Bruselas se ha pedido directa e indirectamente a la oposición venezolana que se mantenga en una actitud pacífica dentro de los límites de la legalidad y eso es lo que ha hecho, a pesar de los obstáculos arbitrarios que ha impuesto el régimen. Han acudido a las urnas y después de una campaña electoral injusta han logrado una clara victoria . Ahora que la dictadura ha ignorado los resultados, abandonar a los demócratas venezolanos sería enviar el mensaje de que la UE no es un actor fiable en la defensa de la democracia.
Fuente ABC