El arranque de 2025 llega con cambios significativos en precios, impuestos y servicios que marcarán el pulso económico de los próximos meses. El nuevo año trae consigo subidas en diversos sectores, desde la factura de la luz hasta los alimentos, lo que ya preocupa a millones de familias. Aunque algunos alivios se mantienen, como las bonificaciones en transporte público, el escenario económico está definido por un encarecimiento generalizado y ajustes fiscales.
Las previsiones para el mercado laboral y la inflación moderan la incertidumbre respecto a años anteriores, con incrementos salariales y una revalorización de pensiones que buscan compensar el alza del coste de vida. Sin embargo, sectores clave como la vivienda y los servicios básicos muestran señales de tensión, apuntando a un impacto desigual según los ingresos y las circunstancias de cada hogar.
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Sara Castellanos
La luz, el gas y el transporte son algunos de los sectores que protagonizan este panorama de ajustes. Mientras, otros como las hipotecas y el tipo de sociedades para pymes aportan cierto respiro en un contexto que sigue adaptándose tras años marcados por crisis e incertidumbre.
Todo lo que sube (y baja) en 2025
El inicio de 2025 plantea un escenario económico marcado por contrastes, donde las subidas en sectores clave desafían la capacidad de ajuste de los hogares, mientras que algunas medidas de alivio intentan mitigar su impacto. Con un año por delante, el equilibrio entre ingresos y gastos será clave para afrontar los retos de un contexto económico que sigue buscando estabilidad tras años de incertidumbre global.
Pensiones y salarios
Las pensiones contributivas se revalorizan un 2,8%, mientras que las mínimas suben un 6% y las no contributivas alcanzan un incremento del 9%. Este ajuste permitirá que las pensiones más bajas se acerquen a los 7.910 euros anuales. Además, aunque el SMI (salario mínimo interprofesional) todavía no ha definido su aumento, se espera un alza del 3% según las estimaciones del Gobierno. La brecha de género también se combate con un complemento que sube un 8,1%.
Hipotecas y vivienda
La buena noticia llega para los hipotecados: el Euríbor cerró 2024 a la baja y las previsiones para 2025 apuntan a más descensos, lo que abaratará las cuotas mensuales. Sin embargo, los precios de la vivienda seguirán subiendo tanto en compraventa como en alquiler, con incrementos previstos de hasta el 12% y el 11%, respectivamente, debido a la falta de oferta en las grandes ciudades.
Impuestos
En el ámbito de los impuestos, las rentas del capital superiores a 300.000 euros tendrán un incremento en el IRPF del 28% al 30%. Además, entra en vigor la tasa municipal de basuras en municipios de más de 5.000 habitantes, con un coste estimado entre 165 y 200 euros anuales por hogar.
Alimentos
El IVA de los alimentos básicos como el pan, la leche, los huevos y las frutas sube del 2% al 4%, mientras que el de los aceites de semillas y la pasta pasa del 7,5% al 10%. El aceite de oliva, por su parte, mantiene un IVA reducido del 4%, aunque los precios en origen han comenzado a estabilizarse. La inflación de los alimentos, que cerró 2024 por debajo del 2%, podría incrementarse ligeramente con estas modificaciones fiscales.
Facturas domésticas
La electricidad vuelve al tipo de IVA del 21%, con un encarecimiento medio del 13% en las facturas. Los hogares vulnerables seguirán beneficiándose de descuentos, aunque menos generosos que en años anteriores. El gas mantendrá los precios estabilizados tras ajustes previos, mientras que la bombona de butano se revisará en enero.
Transporte y servicios
El transporte público seguirá bonificado hasta junio, con abonos gratuitos para Cercanías y Media Distancia, además de descuentos del 50% en metro y autobuses urbanos. Los peajes, sin embargo, subirán hasta un 4% en autopistas estatales, y los envíos postales de Correos se encarecen un 8,5% para cartas estándar. En telefonía, las grandes operadoras aplican aumentos de entre 2 y 6 euros en sus paquetes, mientras que las tarifas de internet siguen esta misma tendencia.
Carburantes y tabaco
En lo relativo a carburantes, el litro de diésel podría encarecerse en 2025 con la aplicación del impuesto pendiente, que supondría una subida de entre 10 y 11 céntimos. Aunque el barril de Brent se mantiene estable, el compromiso con Bruselas podría disparar los precios en el primer semestre del año. En el sector del tabaco, los impuestos sobre vapeadores y cigarrillos electrónicos aumentarán, lo que encarecerá estos productos a lo largo de 2025. El tabaco tradicional también podría experimentar nuevas subidas en función de la evolución fiscal del sector durante el año.
El impacto de estos ajustes dependerá del contexto económico de cada familia, pero 2025 comienza con desafíos para muchos hogares, equilibrados parcialmente por las medidas de protección social y la moderación de la inflación en comparación con años anteriores.
Fuente El Confidencial