Miami-6 de enero de 2025-Total News Agency-TNA-Erick Morales Guevara, conocido por sus alias “El Marino Loko”, “El Martillo” o “Sr. Thor”, es un infante de la Secretaría de Marina que ganó notoriedad en Tamaulipas, en la frontera con Estados Unidos, por sus métodos poco convencionales en la lucha contra el narcotráfico.
Morales se hizo famoso por anunciar sus operativos a través de redes sociales y por su extrema violencia al capturar a sicarios y líderes criminales, a quienes exhibía golpeados y vestidos con ropa interior femenina.
Entre sus prácticas más controversiales, Morales no solo vestía a sus prisioneros con lencería, sino que también se burlaba de ellos en fotos y videos, lo que le generó el odio de numerosos narcotraficantes. Uno de los más destacados fue Julián Manuel Loisa Salinas, apodado “Comandante Toro”, del cártel del Golfo, quien nunca olvidó las humillaciones sufridas por su grupo a manos de “El Marino Loko”. Esta enemistad culminó en la madrugada del 22 de abril de 2017, cuando elementos del Ejército Mexicano abatieron a Morales en Reynosa, Tamaulipas.
Además de sus tácticas de humillación, Morales fue acusado de allanar propiedades de capos y destruir sus pertenencias. Uno de los incidentes más notorios fue la irrupción en la casa de Silvestre Haro Rodríguez, conocido como “El Chive”, donde se llevó las cenizas del padre del narcotraficante. También se le atribuye haber asaltado a un cabecilla del cártel conocido como “El Mimido”, a quien obligó a vestirse de mujer y a besarse con sus sicarios mientras se burlaba de ellos.
Los métodos poco ortodoxos de Morales generaron tensiones con la Secretaría de Marina, especialmente tras la publicación de su historia por Breitbart, que reveló las amenazas que recibía de los narcotraficantes a través de narcomantas en varias ciudades de Tamaulipas. Funcionarios de la Armada consultados para este artículo reconocieron que, aunque las tácticas de “El Marino Loko” eran cuestionables y, en algunos casos, ilegales, sus resultados eran innegables, ya que rara vez fallaba en sus objetivos.
Morales, que siempre aparecía con una capucha cubriendo su rostro, advertía a los narcotraficantes que “iniciaría el show” al llegar a un lugar previamente señalado. Su equipo estuvo involucrado en significativas detenciones y aseguramientos de efectivo, drogas y armas, lo que debilitó considerablemente las operaciones de los cárteles del narcotráfico.
El cártel del Golfo se convirtió en su principal objetivo, y Morales, descrito como un hombre de 1.70 metros de estatura, amenazó a los narcotraficantes en Tamaulipas, afirmando que prefería la confrontación a la captura. Sin embargo, su carrera llegó a su fin cuando el cártel del Golfo lo acusó públicamente de corrupción a través de narcomantas, señalando que había robado armas y las cenizas del padre de “El Chive”, además de aceptar sobornos.
En la década de 1990 y principios del siglo XXI, el cártel del Golfo se consolidó como una de las organizaciones criminales más poderosas de México, hasta la detención y extradición de su líder, Juan García Ábrego. Posteriormente, Osiel Cárdenas, quien asumió el mando, creó un grupo de élite dentro del cártel conocido como Los Zetas, que más tarde se independizó.
Aunque su paradero actual tras su reubicación por la Marina es desconocido, se ha informado que en los meses siguientes a su salida de Tamaulipas, en Michoacán se registraron detenciones de narcotraficantes vestidos con ropa interior femenina, lo que sugiere que sus métodos dejaron una huella en el mundo del crimen organizado.