La Verificación Técnica Vehicular (VTV) es un requisito clave para garantizar la seguridad en las rutas. Esta inspección determina si un vehículo está en condiciones adecuadas para circular, con 3 posibles resultados. Sin embargo, ¿sabés lo qué pasa si tu auto no aprueba la revisión?
En caso de que tu vehículo no apruebe la VTV, existen alternativas que permiten seguir circulando sin problemas. En caso de obtener un resultado “condicional”, el conductor tiene cierta cantidad de días para reparar las fallas señaladas y reverificar el auto sin costo adicional.
La opción para poder salir a la ruta aunque tu auto no haya aprobado la revisión vehicular
Si tu vehículo no pasa la VTV y es considerado “rechazado”, no podrás circular hasta que arregles los defectos graves señalados.
Sin embargo, si el resultado es “condicional”, tenés una segunda oportunidad para cumplir con los requisitos sin perder la habilitación para transitar.
Cuando el informe es “condicional”, se detallan fallas menores en el auto, como problemas con luces, neumáticos o frenos.
En este caso, contás con un plazo de 60 días para solucionar esas fallas y re-verificar el vehículo sin costo adicional. Mientras tanto, podés seguir circulando por las rutas con el certificado condicional vigente.
Es clave que, dentro de esos 60 días, realices las reparaciones necesarias y vuelvas a la misma planta donde hiciste la verificación inicial. Si todo está en orden, el vehículo será aprobado en la segunda instancia y podrás circular tranquilo.
Esta opción te permite seguir usando el auto mientras solucionás los inconvenientes señalados, evitando que te quedes parado por un defecto leve, y asegurándote de cumplir con la normativa de seguridad vial.
Consejos para asegurar que tu auto pase la VTV
Para evitar contratiempos y asegurar que tu vehículo pase la VTV sin problemas, es fundamental hacer un repaso de su estado antes de presentarlo. Aquí te dejamos algunos consejos para que puedas ir preparado:
- Revisá los frenos: asegurate de que el sistema de frenos esté en óptimas condiciones. Un mal funcionamiento en este sistema es uno de los defectos más comunes que puede llevar a un “rechazo”.
- Controlá las luces: verificá que todas las luces del vehículo, incluidas las intermitentes y las luces de freno, funcionen correctamente.
- Chequeá los neumáticos: es fundamental que los neumáticos tengan la presión adecuada y no estén desgastados. Unos neumáticos en mal estado pueden ser motivo de rechazo.
- Asegurate de que no haya fugas: revisá que no haya fugas de líquidos, ya sea de aceite, refrigerante o combustible.
- Revisá los espejos y cristales: los espejos deben estar intactos y los cristales sin fisuras o grietas que puedan afectar la visibilidad.
Fuente El Cronista