Madrid en 1911 limitaba al norte con los términos municipales de El Pardo, Fuencarral y Chamartín de la Rosa, al este con los pueblos de Canillas y Vicálvaro; al sur con los de Vallecas, Villaverde y Carabanchel; y al oeste con las localidades de Humanes y Aravaca. Los barrios de Cuatro Caminos, Prosperidad, La Guindalera, el Madrid Moderno, la Colonia Oriental, del Porvenir del Artesano, La California, Las Injurias, el Barrio Obrero de Reina Victoria, el de Colmenares, eran entonces la periferia de la capital. Madrid tenía por aquellas fechas 540.000 habitantes, y muchos de ellos se asombraron cuando alzaron los ojos al cielo y comprobaron cómo un extraño aparato lo surcaba por primera vez.Fue, según recogía ABC, un «espectáculo inesperado y, por lo poco frecuente, curioso», que se inició sobre las cuatro de la tarde de aquel día de octubre de 1911, en pleno otoño madrileño, que ya se sabe que es la mejor de sus estaciones. El público que transitaba por la Puerta del Sol, por las calles de Arenal y de Mayor y por otras de la zona, advirtió que en el cielo, y a no más de 500 metros de altura, sobrevolaba un aeroplano que «con pasmosa seguridad hacía caprichosas y precisas evoluciones».La población madrileña no tenía noticia de que ese día iba a producirse este primer vuelo sobre la ciudad, y por eso su sorpresa fue mayúscula. Máxime cuando el piloto eligió para su paseo aéreo una zona tan concurrida de natural como es la Puerta del Sol y aledaños. Pero no se quedó ahí, no: al rato, el monoplano se dirigió hacia el Palacio Real. Como también es una zona despejada y desde la que se pueden tener buenas vistas, hasta allí llegaron muchos curiosos siguiendo el vuelo de aquel aparato. Desde allí siguieron su ruta, hasta que el avión se perdió en la lejanía. «Cuando se encontraba a gran elevación, describió un círculo perfecto y continuó su vuelo, durante él cual atravesó los aires de un extremo a otro de la villa», resumían las crónicas. Noticia Relacionada estandar Si El aviador que ganó la carrera París-Madrid y llegó a Getafe como único superviviente Sara Medialdea De la ciudad de la luz a la Dehesa de Santa Quiteria en tres jornadas cargadas de sucesos luctuososEl vuelo se pudo ver perfectamente desde todo Madrid, y fueron muchos los ciudadanos que quedaron admirados ante la pericia del piloto, del que nada se sabía en aquel primer momento. Más tarde se conocieron los detalles del evento: el piloto era el capitán de Caballería José González Camó. El militar, muy interesado en la aeronáutica, una novísima ciencia en aquel momento, aprovechó unas vacaciones para irse a la Escuela de La Champagne, en París, y hacerse con los conocimientos necesarios para manejar un aeroplano. De allí volvió en septiembre, trayendo consigo el aparato ‘Deperdussin 1910 monoplane Gnome’, de 50 caballos de fuerza. El 20 de octubre de 1911, salió de la dehesa de Santa Quiteria, el futuro aeródromo de Getafe, con su monoplano, y se dirigió hacia la capital, dando al público que se encontraba en la Puerta del Sol y las calles adyacentes un espectáculo inenarrable que les entusiasmó y asombró a partes iguales.El vuelo del capitán sobre Madrid dio material a los periódicos para varios días, tras producirse su viaje. Insistían los periodistas en destacar el hecho porque había sido el primer vuelo que se había realizado sobre Madrid como objetivo del viaje: «Aunque ya Mauvais y Loygorri cruzaron la ciudad, ni lo hicieron por el centro ni con el propósito de hacer vuelo sobre Madrid, sino de pasada». Además, añadían entonces que Loygorri «voló de Ciudad Lineal a Cuatro Vientos, y Mauvais de la Ciudad Lineal al Hipódromo», nada que ver con el centro de la ciudad, que fue el objeto de este otro viaje aéreo.Se referían con ello a los que tal vez fueran los pilotos más famosos del momento, el francés Jean Mauvais y el español Benito Loygorri, que protagonizaron entonces algunas de las gestas aéreas de la época; sin ir más lejos, ese mismo año 1911 se encargaron del ‘bautizo aéreo’ de la ciudad de Badajoz.MÁS INFORMACIÓN El frustrado secuestro del avión Madrid-Zaragoza con una pistola de plástico La visionaria terminal del aeropuerto de Madrid en pleno centro que pese a todo, fracasóSobrevolar una ciudad no era algo baladí en estos albores del siglo XX; apenas habían pasado ocho años desde que los hermanos Wright realizaran en Estados Unidos su primer vuelo en aeroplano. Por eso fue tan comentada esta hazaña del capitán González Camó, aviador militar y proyectista de aviones, que nació en Zaragoza, donde inició su carrera militar. Su descubrimiento de la aeronáutica fue toda una revelación que le cambió la vida. El capitán González Camó falleció en 1936, fusilado por oponerse al levantamiento militar.
Fuente ABC