La documentación sobre los atentados del 17 de agosto de 2017 en Cataluña desclasificada por el Gobierno, y a la que ha tenido acceso ABC, desmonta las teorías conspiranoicas de los aliados independentistas del Gobierno. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) jamás tuvo dato alguno sobre lo que se preparaba ni dispuso de información sobre las actividades criminales del cerebro de los ataques, Abdelbaki Es Satty , el imán de la mezquita de Ripoll (Barcelona) que falleció en la explosión del chalé de la localidad tarraconenese de Alcanar. Los documentos desclasificados por el Ejecutivo han sido aportados a la comisión de investigación de esos sucesos abierta por el Congreso , uno de los pagos del Gobierno de Sánchez a sus aliados secesionistas a cambio de su apoyo para que Francina Armengol presidiera el Congreso.Según la documentación, Félix Sanz Roldán , director del Centro Nacional de Inteligencia en el momento de los atentados, reveló en su comparecencia ante la comisión de secretos oficiales del Congreso de marzo de 2018 que Abdelbaki Es Satty continuó llamando por teléfono a agentes del CNI después de que el centro le descartase como informador por su escasa fiabilidad. Los miembros del servicio de inteligencia se habían entrevistado con él en prisión hasta en tres ocasiones y cuando quedó en libertad le dieron un teléfono móvil que podía utilizar si tenía que comunicarles algo importante. Hizo alguna llamada de forma esporádica, pero no aportó ni un solo dato de interés para la lucha contra el terrorismo yihadista.Noticia Relacionada estandar Si El imán de Ripoll mantuvo contactos con el CNI tras salir de prisión Adriana CabezasLa prueba de que el trabajo del CNI sobre Es Satty fue concienzudo y llegó hasta lo razonable es que, tras salir de prisión el 29 de abril de 2014 , le mantuvo bajo su lupa, en concreto desde mayo a diciembre de ese año. «Este seguimiento -explicó Sanz Roldán a los diputados- tampoco arrojó información sobre las relaciones de interés» en materia de terrorismo. En siete meses «no se observaron conversaciones, actividades o contactos que permitieran deducir la existencia de un plan para ejecutar ataques terroristas en España». Dos meses después de cesar la vigilancia por parte del CNI, Es Satty viajó a Ripoll. También había estado en Bélgica, Francia y Marruecos , pero «ningún servicio de inteligencia solicitó al CNI información sobre esta persona porque hubiera llamado su atención por alguna circunstancias.Es Satty había sido considerado de interés para el CNI al salir su nombre en una investigación, la operación Chacal , de 2006, realizada por la Policía y la Guardia Civil y en la que también intervinieron los servicios de inteligencia. El objetivo era desmantelar dos células que desde 2003 se dedicaban a enviar a combatientes al conflicto de Irak para integrarse en las filas de Al Qaeda. El imán de Ripoll nunca fue detenido ni imputado por este asunto, pero al ser arrestado e ingresado en prisión en 2010 por un alijo de 136 kilos de hachís que se introdujo a través de la frontera de Ceuta, volvió a estar en el radar del CNI, dado que las prisiones son un entorno donde se producen muchos procesos de radicalización. Ya en 2014, el año en el que Es Satty recibió la visitas del CNI en la cárcel, el centro elaboró un análisis psicológico basado en su caligrafía y cogiendo de base un documento que él mismo había escrito de su puño y letra.«Sin fiabilidad ni confianza»Las conclusiones, plasmadas entonces en un informe igualmente desclasificado por el Gobierno en el marco de la comisión de investigación que se sigue en el Congreso por los atentados del 17-A, describen a un individuo «con una inteligencia alta y con muy buena memoria » a quien se le «puede considerar como ceremonioso, es decir, como persona propensa a la insinceridad, al exceso de táctica y a deliberaciones contaminadas por ideas superficiales».«Tenderá a la adulación y a utilizar mucha parafernalia en las relaciones. Puede distraerse en cuestiones de fama y presentación, de modo que se preocupará por su imagen, incluso en el vestir», se puede leer. «Posiblemente sea una persona de éxito en las relaciones sociales diplomáticas o de representación», prosigue el escrito, en el que los expertos advertían: « Tiene un autocontrol alto en las manifestaciones de cólera».En el mismo documento el CNI también le calificaba de persona «independiente, muy observadora y detallista». «Aparentemente parece muy seguro de sí mismo pero, posiblemente, sea una máscara para encubrir su inseguridad». «Es un individuo preciso, capaz y resolutivo. Tiene las ideas claras. Trabaja para él y va por libre debido a su alta independencia. Se trata de una persona ansiosa, hipersensible y muy controladora . Es ingeniosa, investigadora y puede resultar pesada cuando trata de detallar algo que le puede beneficiar», recoge el escrito.Asimismo, el CNI se refería al imán como una persona «que se aburre en casa, necesita acción . Le gusta la aventura y lo social. Es también pragmático e idealista. El dinero no es su motivación principal. Tiene tendencia al hurto y es un tanto obsesiva». E incluía una advertencia: «Al tratarse de un individuo con una alta inteligencia y mucha memoria, sería capaz de manipular con eficacia . Si dice que no se acuerda de algo de lo que deba informar, lo más probable es que esté mintiendo».En la misma línea fueron las valoraciones que plasmaron en sus informes los agentes de inteligencia que le visitaron hasta en tres ocasiones en la prisión de Castellón, entre marzo y septiembre de 2014, mientras cumplía condena. « Se trata de una persona muy opaca . Apenas ha mostrado interés por nada», plasmaron tras su primer encuentro. De su segunda reunión, destacaron que se trataba de un individuo «bastante inteligente y muy desconfiado». Mientras que, tras su tercera y última cita, se concluyó: «Es preciso mantener una gran cautela. Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad ni confianza».A pesar de las evidencias, el nacionalismo, inasequible al desaliento, continuó con su defensa de las teorías conspiranóicas. En un comunicado hecho público en la tarde de ayer, aseguró que la desclasificación de los documentos del CNI les da la razón, porque confirma, según ellos, que Es Satty era confidente suyo. Nada más lejos de la realidad . Que un servicio de inteligencia se entreviste con alguien para obtener información, y era algo de dominio público, no hace colaborador a esa persona. Es más; como demuestran los papeles el propio centro no le consideraba fiable y por tanto lo desechó.
Fuente ABC