Poco más de 40 minutos duró el viaje que hizo un matrimonio hasta Manzanares el Real desde la capital para visitar el castillo de este pueblo de la sierra. Eso sí, son originarios de Canarias por lo que no solo fueron 50 kilómetros lo que tuvieron que recorrer con la intención de hacer esta visita.
Al llegar a la puerta y descubrir que no había ni un turista más, el rostro de ambos, que comenzó mostrando confusión, se transformó al minuto en decepción. Y con esa misma expresión subieron al coche y condujeron de vuelta hacia Madrid. El monumento situado a los pies de la Sierra de Guadarrama estaba cerrado a cal y canto cuando esta pareja septuagenaria llegó al municipio y así permanecerá al menos hasta «dentro de un año», cuando se solucione el embrollo burocrático en el que está envuelto.El 5 de enero, esta fortaleza, también conocida como Castillo nuevo de los Mendoza, amaneció cerrada al público por primera vez en décadas.
Los tapices y elementos museográficos cedidos por la Comunidad de Madrid también dejaron este monumento días antes de que los propietarios, la casa ducal del Infantado, recuperaran la gestión del inmueble al haber terminado el contrato de arrendamiento. La historia se remonta a 1965, cuando la familia cedió durante 50 años de manera gratuita a la Diputación Provincial de Madrid –ahora Comunidad de Madrid– esta joya patrimonial construida en el siglo XV por el arquitecto de los Reyes Católicos, Juan Guas, por orden del primer duque del Infantado, el poeta y diplomático Diego Hurtado de Mendoza. A cambio de esta cesión y tal y como se estipuló en el contrato de arrendamiento, la ya extinta Diputación debería financiar -a través de la Dirección General de Bellas Artes- su restauración y encargarse del mantenimiento del mismo. En 2024, el Ejectivo regional invirtió 1,4 millones de euros en gastos para este inmueble.
En 2015, este acuerdo se prorrogó otros diez años y ahora la heredera del complejo catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), la escritora Almudena de Arteaga y de Alcázar , decidió recuperarlo y mantenerlo abierto «a través de una sociedad con experiencia en estas mismas actividad», por lo que solicitaron «subrogarse en las licencias de las que dispusiera el monumento para su apertura al público», según señalan fuentes cercanas a las negociaciones que se han estado llevado a cabo para aclarar el futuro del castillo. Sin embargo, «las trabas burocráticas impuestas por la Comunidad de Madrid están poniendo en riesgo el acceso a visitantes», señalan a este periódico estas mismas fuentes.
Desde hace sesenta años, el Ejecutivo regional ha estado explotando el castillo como una atracción turística, recibiendo cerca de 70.000 visitas al año. Eso sí, el problema llegó al darse a conocer que la Comunidad estaba operando sin licencia, tal y como han confirmado tanto el Ayuntamiento de Manzanares el Real –quien tiene la competencia de emitir estos permisos– como la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid.
Así, los actuales dueños tan solo podrán mantener el mismo uso tras pasar por un cambio de las normas urbanísticas de este municipio.Entrada cerrada al castillo de Manzanares el Real Belén DíazActividad sin licencia«Estamos hablando de un acuerdo que se inició con la Diputación, eran otros tiempos. No sabemos ni cómo se gestionaban entonces estas cuestiones», señala la socialista Alicia Gallego, alcaldesa de Manzanares el Real. «Esto no es que la Comunidad de Madrid lo estuviera haciendo mal. Al ser una Administración, legalmente puede hacer este tipo de actividades sin esa licencia pero todos entendíamos que existiría una», apunta.
Por tanto, la solución no reside en «algo tan sencillo» como un cambio de titular de la licencia, «que tardaría más o menos un mes», y ya no se puede realizar. Sin embargo, el suelo en el que está construido este castillo está catalogado como urbanizable no sectorizado, por lo que «requiere unos trámites adicionales», explica el abogado de la familia Arteaga, Miguel Temboury, que además ejerce como portavoz.Es esta la cuestión que «lo complica todo», según señala la alcaldesa. Las normas urbanísticas de este municipio, «que son de 1977», no contemplan estos usos. El pasado 16 de diciembre se mantuvo una reunión con la directora general de Urbanismo del consistorio, la subdirectora de Bellas Artes de la Comunidad y los técnicos municipales, en la que se llegó a la conclusión de que se debía realizar una modificación de las normas.
«Es un procedimiento complicado que conlleva trámites administrativos, un periodo de exposición pública, pedir informes a diferentes organismos y al final es la Comunidad la que hace la aprobación definitiva», detalla Gallego.Desde la familia Arteaga se está trabajando como horizonte «el primer semestre de 2025». «Queremos ir lo más rápido posible», explica Temboury. El Ayuntamiento de Manzanares, por su parte, cree que esta cuestión se alargará «en torno a un año» . «Me gustaría que fuera ya, pero hay que ser realistas», admite la alcaldesa de esta localidad.Desde la Consejería de Cultura y Turismo señalan que, desde que conocieron la intención de devolución del castillo, han trabajado «para que se pudiera mantener el servicio público que se venía prestando hasta ahora».
Así, según ha trasladado a ABC, «está dispuesta a ayudar en lo que esté en su mano para que el ayuntamiento y la propiedad puedan tramitar las gestiones necesarias para la reapertura». Además, cederá los elementos museográficos que ya han dejado este monumento.Este no es el único pleito que ha complicado las relaciones entre el ayuntamiento y la familia Arteaga. Además de esta fortaleza, el ducado del Infantado tiene en propiedad el terreno donde se encontraba un parque infantil, situado en un espacio natural de 3.000 metros cuadrados. Cuando acabó el contrato de cesión que hizo el padre de Almudena de Arteaga, los propietarios trataron de venderlo o alquilarlo al ayuntamiento, pero, al no llegar a un acuerdo, se llevó la cuestión a los tribunales.
La Justicia dio la razón a la duquesa y el parque se desmanteló, generando descontento entre los vecinos.Golpe a la restauraciónApenas unos días después del cierre temporal de la principal atracción turística de uno de los pueblos más visitados de la región, la preocupación y el nerviosismo ya se estaba expandiendo entre los comerciantes. «Hace unos fines de semana, ha llegado bastante gente», cuenta Will, dueño de La Jarra, un restaurante situado a unos pasos de la plaza del Pueblo, en pleno centro. «Los hosteleros dependemos mucho del turismo. Tengo a veces reservas para comer de grupos que vienen de Murcia, Almería, Valladolid…
A raíz de esto, no vamos a tener la cantidad de visitas que teníamos hasta ahora y solo dependeremos de la gente de Madrid o de vecinos del pueblo», explica este hostelero, que calcula que esta situación afectará con una caída del 50% de las reservas.La feria medieval de este municipio, un evento que atrae anualmente a miles de personas, será uno de los afectados por este cierre. Entre las actividades más aclamadas que se suelen realizar en esta fortaleza que inmortalizó Anthony Mann en El Cid , se encuentra una exhibición de combate medieval, una de las fortalezas mejor conservadas del país. «No sé qué actividades tendrán para llamar la atención y atraer visitantes este año», insiste Will, que además señala que la programación cultural que preparan desde la Oficina de Turismo suele girar en torno a este monumento.
Algo que en 2025 ya peligra.Aunque Manzanares el Real no sea una localidad que viva exclusivamente del turismo, el comercio local, la hostelería o las empresas que se dedican a las actividades culturales sí que lo notarán, «y mucho», recalca Alicia Gallego. Esta situación también perjudicará a los pueblos cercanos y «a nivel regional», pues al fin y al cabo «el turismo es una parte importante de nuestra economía».
Fuente ABC