El portavoz municipal del PSdeG en el Concello de Santiago, Gonzalo Muíños, ha sido suspendido durante un año y medio del Partido Socialista. Lo confirma la resolución del expediente disciplinario abierto por la formación, que también explicitó ayer su decisión en un comunicado.
Su salida temporal forzada se produce meses después de que los seis ediles socialistas compostelanos votasen, en un pleno, a favor de la ordenanza reguladora de los pisos turísticos, un apoyo que resultó imprescindible para que saliese adelante pero contradijo a las directrices internas del líder municipal de su partido, Aitor Bouza. Según la misiva compartida este viernes por del PSdeG, el expediente de expulsión le atribuye una «indisciplina reiterada» y lo suspende de la militancia y del ejercicio de su cargo público durante 18 meses; sanción correspondiente a diez incumplimientos de la normativa del partido, entre infracciones graves y muy graves.
Él, junto a Mercedes Rosón, Milagros Castro, Gumersindo Guinarte, Marta Abal y Marta Álvarez, había desafiado la directriz marcada por la dirección local, capitaneada por Aitor Bouza, y los seis votaron a favor de la referida ordenanza sobre la regulación de las viviendas de uso turístico (VUT), pero no es este el detonante de la suspensión del portavoz –aquello quedó en un «apercibimiento» para los seis–, sino que responde a una acumulación de faltas. Otra situación similar se había dado pocas horas más tarde, cuando la dirección local aprobó que se relevase a dos de los asesores del grupo, pero Muíños rechazó firmar la instrucción, por lo que ambos continuaron en sus puestos. Ahora, el partido explica que la ejecutiva federal resolvió este jueves el expediente por la posible comisión de 15 incumplimientos por parte de Muíños, de los que ve acreditados 10.
Estos, prosigue el documento, pasan por «la obstrucción de la labor y decisiones de los órganos del partido» o la «actuación, por acción o por omisión, en contra de acuerdos adoptados por los órganos de dirección del partido», sin explicitar detalles. Añade que «se constató el incumplimiento» de Muíños del «compromiso socialista firmado para poder formar parte de la candidatura socialista a las elecciones municipales», el cual «recoge la obligación de acatar las resoluciones, directrices e instrucciones que, en el ejercicio de sus competencias y con impacto en el ejercicio de su función como candidato, y en su caso, como representante institucional del PSOE, que dicten los órganos del partido, asumiendo las consecuencias ligadas a la indisciplina que deriven de ello».Resolución «decepcionante»En un comunicado publicado en la red social X por la cuenta del grupo municipal socialista, el propio Muíños tacha de «sorprendente y decepcionante» no haberse enterado de la noticia hasta que los medios ya se habían hecho eco. «Esto deja al descubierto las costuras de un proceder que para nada se corresponde con los ideales de un partido en el que llevo trece años militando y para el que estuve trabajando activamente, con lealtad y compromiso», apostilla.
En esas mismas declaraciones, Muíños afirma su intención de interponer un recurso contra la resolución ante la Comisión Federal de Ética y Garantías «desde la convicción» de que su labor como portavoz «siempre respetó» la filosofía de su partido «y teniendo claro que una suspensión de militancia no es una expulsión y, al no ser resolución firme, [sus] derechos fundamentales siguen intactos». A su juicio, la decisión de suspenderlo «no se sustenta en ningún incumplimiento de reglamento alguno», sino en la «culminación de un trabajo de fondo» de la directiva municipal que procura «la suplantación» y «exclusión del debate público» de su grupo. «Sin importar Compostela ni las personas que trabajamos por ella, exigiendo dimisiones arbitrarias que, hasta ahora, mantuve con la máxima discreción para evitar perjudicar la imagen del partido pero que, llegado el momento, se explicarán de ser necesario», culmina su misiva.La suspensión ya es oficial, pero no todos los socialistas gallegos se alinean con el decreto. Tras conocerse la noticia, mostraron públicamente su apoyo a Muíños el exalcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo –que sostenía el bastón de mando cuando él era concejal– y el alcalde del municipio limítrofe de Ames, Blas García.
Lo hicieron, también, mediante mensajes en redes sociales. Bugallo expresó su «tristeza y disgusto» ante la resolución, lamentando que la decisión «no resuelve el conflicto», sino que «lo eleva de categoría». «Estoy convencido de que defrauda a la mayoría de los electores que mantuvieron la confianza en nosotros en el 2023», afirma. En un segundo mensaje, envía su apoyo a Muíños, «una persona dedicada a sus responsabilidades y querida por las vecinas y vecinos de Santiago». Y en esa misma línea defiende García que el edil «demostró durante su tiempo como concejal su compromiso con el partido y con la ciudad». «Solo puedo decir que así no se ganan elecciones, todo lo contrario», zanja el regidor, con el que Bugallo coincide en que «este camino» no los lleva «a recuperar la confianza de los electores».
Fuente ABC