Donald Trump tomará posesión de la presidencia de Estados Unidos por segunda vez, marcando su regreso a la Casa Blanca después de cuatro años. La ceremonia se llevará a cabo en la Rotonda del Capitolio, una ubicación emblemática que también fue utilizada por Ronald Reagan en 1985, debido a las bajas temperaturas esperadas. La Presidente de México no fue invitada.
Entre los asistentes se encuentran figuras prominentes del conservadurismo global, como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, y los presidentes latinoamericanos Javier Milei de Argentina, Daniel Noboa de Ecuador y Nayib Bukele de El Salvador. Además, se anticipa la presencia de influyentes empresarios, incluyendo a Mark Zuckerberg, Elon Musk y el magnate mexicano Carlos Slim.
Notablemente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no ha recibido una invitación personal para el evento. En su lugar, la única invitación fue dirigida a la embajada mexicana en Washington, encabezada por Esteban Moctezuma Barragán. Sheinbaum, al ser interrogada sobre esta situación, minimizó el hecho, afirmando que “no pasa nada en la relación bilateral” y que el embajador representará a México en la ceremonia.
Donald Trump, al no cursarle invitación a la presidente de México a su asunción, marca el terreno a Sheimbaum, en un gesto vinculado a la política antinarco que empleará Trump y la esperada declaración del narco Ismael Mayo Zambada, como anticipo TotalNews Agency
Moctezuma explicó que el protocolo estadounidense suele priorizar la invitación al cuerpo diplomático en lugar de a los jefes de Estado. Este domingo, el diplomático destacó que México ha sido invitado a la inauguración, que es el término utilizado para referirse a la toma de protesta de Trump, y que este tipo de invitaciones son comunes en el contexto estadounidense.
En un contexto más amplio, la llegada de Trump a la presidencia plantea nuevos desafíos para la relación entre México y Estados Unidos, especialmente en áreas críticas como migración, comercio y seguridad. La ausencia de Sheinbaum en la ceremonia podría interpretarse como un mensaje protocolario, aunque aún se desconoce cómo esta dinámica afectará la cooperación bilateral.
Por otro lado, la participación de líderes como Bukele y Milei, quienes comparten afinidades ideológicas con Trump, resalta un cambio en las alianzas y equilibrios políticos en América Latina.