A lo largo del 2024, la administración nacional que comanda el presidente Javier Milei efectuó un recorte del gasto del 25,9%, lo que resultó una parte fundamental para que el Estado Nacional concluya el año con superávit financiero por primera vez después de 14 años. La motosierra abarcó diferentes betas -desde programas sociales hasta transferencias a diversas entidades y provincias-, que se planean repetir para sostener la dinámica fiscalista en 2025.
En la cadena nacional por el año de gestión, el jefe de Estado prometió que mantendría para este 2025 el programa de ajuste con fuerte incidencia en los gastos que realiza en la Administración Pública Nacional (APN) y otras esferas del Estado. “A diferencia de lo que suelen hacer los políticos, que en los años electorales se dedican a despilfarrar la plata de todos los argentinos, nosotros vamos a hacer algo distinto”, indicó.
Los primeros ejemplos de esas medidas se dieron pocos días después de arrancar el año. Uno de ellos fue el caso de la baja de 1400 contratos en el Ministerio de Salud, con incidencia en recortes de personal en el PAMI, diversos organismos sanitarios y seis hospitales públicos, entre ellos el Posadas. Ese mismo día, el Ministerio de Economía replicó esa decisión con una baja de 150 contratos.
La gama de medidas que habilitó el Presidente fue determinante para que el Estado Nacional consiguiera ser superavitario -en términos financieros- después de 14 años. Está en los planes que aquellas se repitan para lograr la misma marca, ya que el ancla fiscal configura una de las señales que el Gobierno busca darles a los mercados para brindar confianza sobre el rumbo de la gestión.
Con bombos y platillos, el viernes de la semana pasada el ministro de Economía, Luis Caputo, salió a anunciar que el Sector Público Nacional (SPN) consiguió un superávit financiero anual de 0,3% (era un 1,8% en el resultado primario y bajó 1,5 puntos luego del pago de intereses de deuda).
La lupa sobre la administración pública
El SPN engloba a la totalidad de las áreas del Estado Nacional. Si se pone la lupa solo en la APN (según el criterio de diferentes entidades presupuestarias no se considera a empresas públicas, fondos fiduciarios y entes como PAMI, ARCA y otros), en realidad el resultado fue deficitario.
En el 2024, la APN registró un superávit primario acumulado de $ 8,22 billones (1,4% del PBI) y un déficit financiero de $ 1,12 billones (0,2% del PBI).
A modo de comparación, en el 2023 estos números habían sido de -20,6% primario y -34,4% financiero.
¿Cómo fue que en el Sector Público Nacional se terminó consolidando un resultado positivo? En la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) indicaban que se debía al recorte de otros sectores por afuera de la administración pública, en particular los fondos fiduciarios.
Y es que la OPC analizó en uno de sus últimos informes la ejecución del presupuesto que hizo el gobierno libertario. Si se enfoca el análisis en la cuestión de los gastos, la reducción fue del 25,9% en términos reales. De este número, un 22,5% del total se hizo en los gastos corrientes, que es lo mismo que decir que los gastos de funcionamiento de un área o programa. En tanto, el 73,9% restante son recortes en gastos de capital, que se trata de desembolsos para -por ejemplo- mejorar infraestructura o comprar nuevos activos.
Tratándose de una cuestión fundamental para explicar el logro fiscal que festeja el Gobierno. También, es una hoja de ruta para poder replicar ese objetivo superavitario para este 2025.
Donde fueron los recortes más importantes que hizo Milei
A pesar de que el oficialismo mantiene la discursiva de que las jubilaciones son más altas en dólares en comparación a los que dejó la administración anterior, la OPC afirma que el sector determinante que explica la caída del gasto es la de las prestaciones sociales.
Según se desprende de las ejecuciones presupuestarias, el gasto en este apartado cayó un 17% interanual en términos reales y se explica por la actualización por debajo de la inflación de jubilaciones y pensiones, PNC y otros programas sociales.
En el caso de ANSES -que configura el 90% del gasto-, el poder de compra de haberes superiores al mínimo registró una caída real de 18,7% respecto a 2023. Los haberes mínimos con bonos perdieron 15%.
En segundo orden están las menores ejecuciones de gastos de capital, que bajaron un 73,9% respecto al año anterior. El número se debe al cierre de canilla en la obra pública, así como las menores inversiones en planes de la Secretaría de Educación (-95,4% real). También hubo menos asistencia a provincias y municipios (-94%), empresas públicas (-60,2%) y a fondos fiduciarios (-82%).
En orden descendente, la importancia en el ajuste auspiciado por la conducción libertaria se da por:
- -47,5% en programas sociales (como la Prestación Alimentar con -17,4%; Volver al Trabajo con -61,1%; y Becas Progresar con -61,2%);
- -37,3% en subsidios energéticos;
- -74,5% en transferencias a las provincias (impulsado por la caída del Fondo Nacional de Incentivo Docente, las cajas del PAMI y los Aportes del Tesoro Nacional que siguen siendo reclamado por los gobernadores);
- -19,8 en gastos de personal (traccionado por la desvinculación de más de 34.000 personas en el sector público el año pasado, siendo 20.000 de ellos provenientes de la APN);
- -12,3% en pago de intereses de los títulos en moneda nacional;
- -35,5% en subsidios al transporte;
- -25,1% en transferencias a universidades (principalmente asociado a paritarias por debajo de la inflación).
El ajuste del gasto se consolidó con mayor fuerza durante el primer trimestre del 2024: el pico se generó en marzo, con una variación del gasto interanual de -38,9%. Con subidas y bajadas, la dinámica de la misma fue tendiendo a subir, siendo que en diciembre la cifra interanual fue de -14,1%, lo que se explica porque en ese mismo mes de 2023 ya se estaba practicando una dinámica de recortes.
Resta por ver cómo será la dinámica en 2025, que tendrá que compararse con el año anterior, en donde el Plan Motosierra que Milei había prometido en campaña terminó por cumplirse. “La motosierra no para”, avisa el jefe de Estado en las diversas entrevistas públicas que otorga.
Fuente El Cronista