Buenos Aires- 3 de febrero de 2025-Total News Agency-TNA- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus amenazas de guerra comercial, iniciando un conflicto el 1 de febrero dirigido a Canadá, China y México. Este enfrentamiento se entrelaza con acusaciones sobre el control del narcotráfico, donde Trump sostiene que ambos países no han logrado frenar el flujo de drogas y migrantes a través de sus fronteras. Como respuesta, el mandatario ha implementado un arancel del 25% basado en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977, según informó The Economist.
Las declaraciones más contundentes de Trump se centran en China, a la que acusa de haber “subvencionado” a empresas para facilitar la exportación de fentanilo y precursores químicos, utilizados en la producción de opioides sintéticos que se comercializan de manera ilegal en Estados Unidos. Además, Trump ha impuesto un arancel adicional del 10% sobre productos chinos, limitando las exenciones para pequeños envíos, lo que afectará a las empresas chinas de comercio electrónico que operan en el país. En respuesta, China ha manifestado su intención de impugnar estos aranceles ante la Organización Mundial del Comercio, aunque es poco probable que esto intimide a la administración Trump.
A pesar de las afirmaciones incendiarias del presidente, el comercio de opioides es una preocupación real, con casi 90,000 estadounidenses fallecidos por sobredosis de drogas, principalmente fentanilo, hasta agosto de 2024. Durante una conversación entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, el déficit comercial y el problema del fentanilo fueron temas centrales. Trump expresó su deseo de resolver estos problemas de manera inmediata, pero también dejó claro que no tolerará el tráfico de drogas en su país.
El papel de China y México en la crisis del fentanilo es significativo, ya que las empresas chinas son las principales proveedoras de los productos químicos que los cárteles mexicanos utilizan para sintetizar fentanilo. Sin embargo, Trump erróneamente sugiere que la mayoría del fentanilo ingresa a Estados Unidos desde Canadá; en 2024, solo se incautaron menos de 20 kg de esta droga provenientes del norte, frente a 9.6 toneladas en la frontera suroeste.
Las empresas chinas no exportan fentanilo en grandes cantidades, sino principalmente precursores. Trump ha intentado culpar a la administración Biden por no haber convencido a Xi de cumplir una supuesta promesa de ejecutar a quienes envían fentanilo a Estados Unidos. Sin embargo, China ha tomado medidas enérgicas contra el fentanilo desde 2019, prohibiendo la fabricación no autorizada de todos los opioides similares.
La relación entre Estados Unidos y China se ha visto afectada por sanciones impuestas por la administración Trump, lo que ha llevado a una disminución en la cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Esta colaboración se reanudó parcialmente tras la cumbre de noviembre de 2023 entre Biden y Xi, donde se abordaron preocupaciones sobre el tráfico de drogas.
Aunque China ha implementado nuevas medidas para controlar la venta de precursores, la disponibilidad de estos productos en línea sigue siendo un desafío. A pesar de sus esfuerzos, la industria química china continúa siendo ágil, lo que permite a los fabricantes adaptarse rápidamente a las restricciones.
La crisis del fentanilo es un asunto complejo que trasciende las fronteras. A medida que se intensifican las tensiones geopolíticas, es probable que el problema persista, requiriendo un enfoque colaborativo y sostenido para abordar las raíces del narcotráfico.