Es recurrente la tentación de desdeñar la cita de hoy en el Teatro de la Maestranza con la pompa y circunstancias de las medallas de Andalucía, como si fuese un liturgia palaciega a espaldas de la Andalucía real que está en los sufridos barrios de la periferia, bajo los plásticos de los invernaderos, en los campos de frutos de rojos…. Cuidado con la demagogia, y más en estos tiempos de populismos de tercera. Conviene decir, con claridad desprejuiciada, que el elenco homenajeado hoy en el Teatro de la Maestranza es también Andalucía real, en concreto la Andalucía real del talento y la excelencia, y urge que como sociedad nos miremos ahí. Ya sea en Pilar Manchón, directiva de Inteligencia Artificial de Google Research, o en Paco y Manoli, los veinteañeros que en el Lepe de 1966 abrieron una tienda de ultramarinos en el bajo de su casa que hoy es la gran empresa familiar de El Jamón, y así uno tras otro, y muy significativamente investigadoras como María del Mar García Beltrán , experta almeriense en enfermedades raras, o Casiana Muñoz , astrofísica cordobesa, o Carmen Morales, ecóloga de la Universidad de Cádiz centrada en la conservación del mar, y suma y sigue.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Escuredo, juguete roto noticia Si El truco del Algarrobico noticia Si Lo de la Faffe es un invento Esto no significa que más allá de la púrpura solemne del acto del 28F no haya que mantener vivo el sentido crítico sobre las aristas más sombrías de la realidad, sobre los asentamientos chabolistas que convocan las llamas, sobre las aulas del frío en enero y el calor asfixiante en junio, sobre la mano de obra esclava, sobre la espera desesperada de la dependencia… Claro que sí. Pero quienes van a ayudar a salir de ahí a una tierra postergada tanto tiempo, que arrastra olvidos y humillaciones históricas, no son los decibelios demagógicos sino quienes pelean duro por crear talento y riqueza, por romper tópicos y muros de cristal. Las medallas de Andalucía son un buen espejo en el que tratar de reconocernos con ese orgullo andaluz que confiesan 8 de cada 10 en el barómetro de identidad del Centra y la confianza generalizada en que el futuro inmediato va a mejor. Lo que hoy se escenifica en La Maestranza no es un teatro de las vanidades, sino un estupendo retablo de nuestra mejor versión.
Fuente ABC