El presidente Javier Milei recibió este miércoles en su despacho de Casa Rosada a los CEOs de Rio Tinto Group, Jakob Stausholm, y Rio Tinto Lithium, Paul Graves, una de las principales empresas mineras multinacionales. Participaron de la reunión la directora de Asuntos Exteriores para América latina de la compañía, María Paula Uribe, y el representante de Rio Tinto Argentina, Guillermo Enrique Calo.
En tanto, acompañaron a Milei el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Minería, Luis Lucero.
Rio Tinto Group es un grupo minero multinacional surgido de la fusión en 1995 de Rio TintoZinc Corporation (RTZ), con base en el Reino Unido, y Conzinc Riotinto of Australia Limited (CRA), con base en Australia, y es el grupo de extracción de carbón más grande del mundo.
Días atrás, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, encabezó junto a Lucero en la ciudad canadiense de Toronto una comitiva argentina que participó de la PDAC (Prospectors & Developers Association of Canada), el principal evento mundial sobre minería que reúne a numerosos empresarios del sector de todo el mundo que buscan oportunidades para invertir.
“La industria minera es sinónimo de trabajo, desarrollo federal y crecimiento económico. Tenemos la oportunidad histórica de convertir a Argentina en un país con una industria minera pujante, y estamos dispuestos a lograrlo”, dijo la funcionaria al disertar en aquella cumbre.
La reunión de Milei con las autoridades de Rio Tinto Group se produjo durante la tarde del miércoles en Casa Rosada, luego de que el mandatario regresara de Bahía Blanca, donde durante la mañana supervisó los operativos que se desarrollan en la ciudad bonaerense para auxiliar a la población tras el trágico temporal.
Días atrás, Rio Tinto completó la adquisición de su rival Arcadium Lithium, una operación de u$s 6700 millones acordada en octubre. Dos meses después del anuncio de esa fusión, la empresa informaba una inversión de u$s 2500 millones para aumentar la capacidad de producción de su proyecto de litio argentino Rincón, que es la primera operación a escala comercial de la empresa.
La capacidad de Rincón de 60.000 toneladas de litio carbonato de alta calidad para baterías por año incluye la planta inicial de 3000 toneladas y la planta de expansión de 57.000 toneladas.
Está previsto que la vida útil de Rincón sea de 40 años y que la construcción de la planta ampliada comience a mediados de 2025, sujeto a la aprobación de los permisos.
La primera producción comenzará en 2028, seguida de tres años de aumento de actividades hasta alcanzar la máxima capacidad, lo que generará una cantidad importante de puestos de trabajos y oportunidades económicas para las empresas locales.
Ubicado en el corazón del ‘Triángulo de Litio’ en la Argentina, el proyecto Rincón consiste en la extracción de salmuera por medio de un área de pozos de producción e instalaciones de procesamiento y efluentes, al igual que su infraestructura asociada. En el proyecto se utiliza tecnología de extracción directa de litio (DLE), un proceso que ayuda con la conservación del agua, reduce los efluentes y produce carbonatos de litio de manera más uniforme que otros métodos.
Rincón es un vasto activo de larga vida útil con reservas un 60% superiores a las que supusimos en el momento de la adquisición. Se espera que esté en el primer cuartil de la curva de costo, lo que demuestra capacidad para producir con rentabilidad durante el ciclo.
En la Argentina, además de operar el proyecto Rincón de Litio, Rio Tinto participa del mega proyecto de cobre Los Azules a través de su subsidiaria tecnológica Nuton, con un 14,5 por ciento.
La nueva inversión apoyará el objetivo de la Argentina por convertirse en uno de los productores de litio más importantes del mundo. Según explicaron desde la compañía, las reformas económicas y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) de la Argentina brindan un entorno favorable para la inversión, con beneficios como tasas impositivas más bajas, depreciación acelerada, y estabilidad normativa durante 30 años, lo que protege el proyecto de los futuros cambios de políticas y resguarda aún más a los inversionistas.
Fuente El Cronista