Entre la maleza, tapado con la vegetación junto a un arroyo en medio del campo y con la humedad por las lluvias de estos días. Así hallaron ayer el cadáver de Paco ‘el del molino’ , el anciano de 83 años desparecido en Almogía. Delante de su cuerpo, casi siete días después, se tapaba la cara la persona que presuntamente dejó allí su cadáver. Era el fin del misterio. Al viejo molinero de Almogía presuntamente lo mataron cuando fueron a robar a su casa el pasado sábado por la noche. Luego lo cargaron en un coche, se fueron a las afueras del pueblo, a una zona conocida como Molino del Obispo , cerca de una vieja construcción, y a un kilómetro de la carretera, en el margen de un riachuelo lo ocultaron con la maleza. «Lo han tirado como a un perro», lamentaba entre llantos su sobrina. Una semana ha estado allí abandonado el cuerpo del anciano. Siete días de angustia que acabaron ayer con el tercer detenido por entrar a robar en el antiguo molino de harina de Almogía. El primer arresto se produjo el lunes. Un testigo vio a un toxicómano del pueblo salir el sábado por la noche de la casa de Francisco Mayorga cargando algunos bultos. Fue detenido por robo. El miércoles se produjo el segundo arresto, también por robo. Otro adicto a la droga del pueblo. Mientras el primero era enviado a prisión por robo con violencia , entre los dos trataban de culparse del robo. Sin embargo, la Guardia Civil incautó el coche de la mujer de uno de ellos. Buscaba evidencias o restos de ADN del anciano. Mientras se hacían las diligencias para saber si eran los causantes de la desaparición del viejo molinero, hubo un tercer detenido por el grupo de homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga. Anciano acosado por los ‘yonkis’ La familia de Paco ‘el del molino’ asegura que no esa no fue la primera que entraron en su casa para robarle, que en otras ocasiones el anciano se quejó de que le había desaparecido dinero de su domicilio. Por eso puso un candado en la planta de arriba, que la noche de la desaparición fue destrozado. Además, sus sobrinos explican que en una ocasión uno de los toxicómanos lo asaltó en plena calle y le sacó la carterita que llevaba con dinero en e efectivo del bolsillo. Después de vaciarla, se la volvió a la meter al anciano en el bolsillo. Hasta tuvo a uno trabajando en sus tierras, pero le robaron varias veces las gallinas. Paco ‘el del molino’ nunca denunció nada de esto. Según su familia le daban lástima esto toxicómanos que lo acosaban.La víctima era una persona solitaria. No tenía familia directa, solo José Manuel Cuenca , sus padres y su hermana. Eran los más cercanos. Las personas que se preocupaban por el viejo molinero, que no solía tener mucha relación con la gente. «En el pueblo le decían que soltero, con mucho dinero y que no gastaba. Contraté el fútbol en casa porque se metían con él en los bares», asegura Cuenca, que lo llamaba ‘abuelo’ de forma cariñosa.La última noche que lo vieron con vida estuvo en casa de su ‘nieto’ viendo el Zaragoza. El domingo fue a buscarlo al antiguo molino para ver el Real Madrid. No contestaba. Abrió la puerta de una patada y comenzó a llamarlo. Nadie contestaba. Todas las luces estaban encendidas y la casa había sido revuelta . Lo habían registrado todo, hasta la planta de arriba, que el anciano tenía cerrada con un candado, porque creía que había entrado alguien allí. Dinero en efectivoEl fallecido se había quejado en dos ocasiones de que le faltaba dinero en su casa, del que guardaba en efectivo. Al subir a la planta de arriba, Juan Manuel Cuenca halló dos gotas de sangre, una en cada escalón. Miró alrededor y vio la dentadura del anciano en el suelo, pese a que no se la quitaba nunca. Siguió para la calle y halló un calcetín y una zapatilla de casa, pero no había rastro del anciano. Hasta ayer que su cuerpo sin vida fue hallado junto a aquel arroyo, después de una semana de búsqueda en los alrededores del municipio. Durante días se han rastreado las propiedades con los perros del servicio cinecológico , así como los buzos del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil en el pantano de Casasola , en cuyos márgenes y algunos arroyos se usaron drones para peinar la zona, hasta que al lado de uno de los arroyos del pueblo se ha encontrado el cuerpo.Ahora hay que esperar a la autopsia para saber cómo murió el anciano, pero una de las hipótesis que siempre han barajado los investigadores es que los detenidos fueron a robar al anciano a su casa. Buscaban el dinero en efectivo que guardaba de la pensión, ya que según su familia asegura que el anciano sacaba casi toda la pensión y dejaba en el banco solo los gastos de la casa como la luz o el agua. En ese robo lo acabaron matando. Habrá que ver si de una paliza o de un «mal golpe». Será la autopsia la que diga de qué murió el anciano. Luego abandonaron su cuerpo en el campo, en un lugar de difícil acceso para desentenderse y ocultar su terrible crimen.
Fuente ABC