En el mensaje ante los referentes del campo el presidente fue muy tajante: “no vamos a parar porque gobernamos para los argentinos de bien y no para los delincuentes”, dijo. La señal inequívoca enviada desde ExpoAgro se dirigía concretamente en dos bandas paralelas.
Por un lado, a los legisladores opositores que ponen en riesgo su plan económico al no querer aprobar el DNU que contempla el acuerdo con el FMI y, por otra parte, a los militantes y barrabravas que irrumpieron en la marcha de jubilados en el Congreso desatando escenas de violencia en su enfrentamiento con la policía.
El presidente dejó en claro que no está dispuesto a retroceder ni un centímetro en la hoja de ruta que se trazó para su gobierno y que entiende le está dando buenos resultados en términos de control de la calle, la batalla contra los piquetes, la inseguridad, la baja de la inflación, la reducción del gasto público y la recomposición del crédito internacional para la Argentina.
Los ministros Luis Caputo y Patricia Bullrich cristalizan hoy para Milei la imagen del éxito de su gobierno en materia de seguridad y economía. Milei repite siempre que al día de hoy su gobierno cumplió con el 97% de las promesas electorales y ahora se vendrá la etapa de profundizar el modelo neoliberal que encarna.
Pero para esto no está dispuesto a relegar camino andado. Las encuestas le dan cierto margen de acción. Sergio Bereinstein acaba de mencionar una novedad interesante en esta materia: con el criptogate de LIBRA a cuestas la imagen presidencial cayó apenas unos escasos puntos en su imagen positiva pero ningún dirigente capitalizó esa caída.
La estrategia de Milei para reforzar los dos estandartes de su gestión seguirá adelante en los próximos días. “Los buenos son los de azul y los hijos de puta que andan con trapos en la cara y rompen autos, queman autos y amenazan a toda la gente porque no quieren perder sus curros son malos”, irrumpió el presidente al sustentar el operativo policial de Bullrich en las inmediaciones del Congreso.
Desde el Ministerio de Seguridad aseguran que la ministra está dispuesta a dar batalla por el control de la calle. En esta línea ya presentó una denuncia penal en la que acusa por los delitos de “Sedición, Atentado al Orden Constitucional y la Vida Democrática, y Asociación Ilícita Agravada” a los 114 manifestantes del miércoles pasado que fueron detenidos y pocas horas después liberados por la jueza camporista Karina Andrade.
Además, el presidente instruyó a Bullrich para que refuerce el operativo policial del próximo miércoles para evitar que haya una reiteración de marchas de jubilados todas las semanas con barrabravas y militantes detrás.

Bullrich cree que detrás de los manifestantes hubo intendentes del PJ del conurbano bonaerense involucrados al igual que clubes de fútbol de segunda división y punteros de grupos narcos. Se prepara un nuevo mega operativo en las calles del Congreso para enfrentar otra batalla campal. Controlar la calle como se hizo con el protocolo antipiquetes es la orden presidencial.
No descartan desde el gobierno preparar el terreno para la otra batalla que se avecina en la calle: las protestas de los gremios y el paro nacional anunciado por la CGT para el 10 de abril. Por ahora no hay diálogo del secretario de Trabajo, Julio Cordero, con los líderes de la central obrera. Pero nadie descarta que lo haya en lo inmediato.
El Gobierno dispuso por decreto fondos extras para inteligencia por lo que Bullrich se llevó $25.000 millones y la SIDE otros $7.366 millones. Más de $1.000 millones estarán amparados como gastos reservados. En el gobierno niegan que esta ampliación de fondos haya sido por la marcha del miércoles pasado. Pero usarán ese dinero extra para mantener en vilo la política de seguridad.
Las esquirlas de la violenta marcha frente al Congreso volvieron a alcanzar a la interna del mismo gobierno de Milei. Mientras que la vicepresidenta Victoria Villarruel cuestionó el accionar policial y calificó como “democrática” la marcha, desde el Gobierno hablaron de un intento de “golpe de Estado” y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos salió a cruzar a la vice: “tiene un error conceptual de la democracia”, dijo.
La diputada Lemoine fue más ilustrativa al respecto. Sostuvo que “hay que entender que no podés hacer un omelette sin que se rompan un par de huevos”, subrayó al referirse a los heridos de la marcha.

La última sesión de Diputados que terminó en escándalo el pasado miércoles.
En síntesis: con la excepción de Villarruel el oficialismo en pleno se encolumna detrás del duro mensaje de Milei y Bullrich por el control de la calle y el mantenimiento de la seguridad. Quien opine diferente le espera “la guillotina” de Karina Milei.
El otro vértice central de la gestión de Milei que es la economía la semana entrante se pondrá bajo la lupa del Congreso con el debate del DNU del acuerdo Argentina-FMI en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. Allí el oficialismo deberá pelear duramente con la oposición que quiere voltear el decreto por ser “inconsistente y ausente de datos”, según dicen.
Es que el decreto que mandó el presidente al Congreso sólo menciona la necesidad de cerrar el acuerdo para pagar la deuda del tesoro con el BCRA y equilibrar la economía que sería salir del cepo. No menciona cifras de desembolso de fondos, plazos posibles y condicionamientos que pide el Fondo.
El oficialismo quiere acelerar el debate y llevar el DNU para su aprobación en el recinto de Diputados en menos de 10 días. ¿Qué ocurrirá si el Congreso rechaza ese decreto que justifica el acuerdo con el Fondo? La respuesta de la
Casa Rosada es tajante: nada. La portavoz del FMI, Julie Kozack ya dijo que le acuerdo no requiere del aval parlamentario y Milei sacará a relucir la “el principio de revelación” para exponer a aquellos legisladores que se oponen a una mejora en la economía argentina.
El índice de inflación de febrero del INDEC fue de 2,4% y acumula un 66,9% en los últimos doce meses. El gobierno esperaba un 2% y ello expone un rebote fuerte de la economía que no alcanza a llegar. El economista Juan Manuel Trufa suele decir que no es lo mismo rebote de la economía que crecimiento. La Argentina de Milei parece haber salido del infierno de la hiperinflación pero no logra despuntar en crecimiento real de la economía.
Los vientos que vienen no parecen favorecer a los planes de Milei. No sólo el Congreso le juega en contra. También la justicia. El juez Alejo Ramos Padilla hizo lugar a la medida cautelar realizada desde La Bancaria tras la publicación del decreto 116/2025 que avanzaba sobre la transformación del Banco Nación en una Sociedad Anónima y todo vuelve a foja cero. La medida tendrá validez al menos por 6 meses. Las reformas privatizadoras de Milei se estancan.

En el plano de la macroeconomía la tormenta mundial le juega al gobierno una extraña paradoja. Las decisiones y medidas que acaba de tomar su aliado Donald Trump en materia de aranceles y medidas proteccionistas dio un golpe fuerte a los mercados. The New York Times acaba de mencionar una eventual recesión en Estados Unidos que si se concreta traerá cola en los planes liberales de Milei. Y la caída del precio del petróleo a nivel mundial podría complicar los proyectos de Vaca Muerta.
Un grupo de técnicos de la Cancillería intentó en vano torcer el brazo del Mercosur para flexibilizar las normativas del bloque y poder avanzar con un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Pero la negativa de los presidentes de izquierda Lula Da Silva en Brasil Yamandu Orsi en Uruguay va en contra de los deseos de Milei que busca resquebrajar el bloque. En los planes de Milei sigue en pie el alineamiento total con Washington. Pero para el ex embajador en China, Diego Guelar, “una política exterior sin integración regional con América latina no es política exterior”.
Milei insistirá en los próximos días en flexibilizar el Mercosur. “Imaginen que si acelero, en las curvas, ahora voy a acelerar mucho más”, arremetió Milei el viernes desde ExpoAgro. Allí habló de bajar las retenciones, salir del cepo y “volver a un modelo verdaderamente federal en el que haya competencia fiscal entre las provincias”.
¿Se viene una reforma impositiva de fondo? Nadie contesta con certeza en el gobierno. La única claridad que existe en la Casa Rosada es que Milei seguirá acelerando en las curvas y profundizará su modelo para defender a capa y espada los dos pilares de su gestión que le dieron resultado hasta ahora en función de imagen positiva: defensa de la seguridad y embate por una economía estable.
Fuente El Cronista