Buenos Aires, 19 de marzo de 2025-Total News Agency -TNA- La movilización de esta tarde, convocada por sectores políticos, sindicales y sociales, busca diferenciarse de los disturbios de la semana pasada, pero el Gobierno reforzó la seguridad ante posibles desbordes violentos.
Tensión en las calles: movilización con antecedentes conflictivos
En el marco de una nueva jornada de protestas frente al Congreso de la Nación, el Gobierno nacional dispuso un operativo de seguridad reforzado para prevenir incidentes como los registrados el miércoles pasado. En aquella ocasión, los disturbios fueron protagonizados por grupos vinculados al kirchnerismo, sectores de la izquierda y barrabravas, lo que obligó a un fuerte accionar policial para dispersarlos y evitar mayores daños.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad, los desmanes de la semana pasada dejaron un saldo de 114 detenidos, de los cuales cinco estaban relacionados con barras bravas del fútbol, a lo que se debe sumar un miembro identificado de la barra de All Boys, quien fue registrado incendiando un patrullero y ordenado su detención. Esta barra, conocida por su conexión con la mezquita de Flores y sectores pro-palestinos violentos, suele exhibir banderas de Palestina e incentivar disturbios en contextos de protesta social.
Una convocatoria con mayor organización
A diferencia de la movilización anterior, la protesta de esta tarde se anticipa más organizada, con agrupaciones políticas, sindicales y movimientos sociales liderando la convocatoria. Entre los principales organizadores se encuentran la mesa coordinadora de jubilados, con el apoyo de las dos vertientes de la CTA, y movimientos sociales como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
El objetivo de los organizadores es remplazar del protagonismo de los barrabravas y “evitar que los disturbios opaquen el reclamo principal: mejoras en los haberes jubilatorios, aseguran sin sonrrojarse. Según fuentes oficiales, las barras de los principales clubes del país decidieron mantenerse al margen de la protesta tras negociaciones con operadores políticos y sindicales.
Sin embargo, circulan versiones sobre posibles preparativos de grupos extremos que podrían llevar armas a la marcha para provocar respuestas duras de las fuerzas de seguridad, replicando tácticas similares a las utilizadas por Hamas junto a palestinos. Aunque estas versiones no han sido confirmadas.
El reclamo de los jubilados
La protesta estará centrada en el reclamo de la mesa coordinadora de jubilados, que exige una mejora en los haberes mínimos, afectados por la nueva fórmula de movilidad establecida por el decreto 274/24 del presidente Javier Milei. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las jubilaciones mínimas actuales ($279.121,71) son un 27,9% más bajas que las que se percibirían con la fórmula anterior ($356.962).
A las 17 horas, los representantes de los jubilados leerán un documento con las adhesiones de las 15 organizaciones que conforman la mesa coordinadora, desde un escenario improvisado frente al Congreso. Además, pedirán a las centrales obreras que convoquen a un paro general, algo que podría confirmarse mañana cuando la CGT anuncie su tercera huelga contra el Gobierno, prevista para el 10 de abril.
Un Congreso blindado y vigilancia reforzada
El Congreso estará vallado desde temprano, ya que a partir de las 10 de la mañana se debatirá en el recinto el decreto presidencial para aprobar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque no se precisó la cantidad de efectivos desplegados, el operativo fue planificado en una reunión estratégica en la Casa Rosada, encabezada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto con el asesor presidencial Santiago Caputo y los responsables de la Secretaría de Inteligencia, Sergio Neiffert y Diego Kravetz.
Bullrich respaldó el accionar policial de la semana pasada, aunque Gendarmería Nacional inició una investigación interna para esclarecer el disparo de una cápsula de gas lacrimógeno que hirió gravemente al fotógrafo Pablo Grillo. Este incidente, junto con la agresión a una jubilada de 87 años, motivó denuncias contra la ministra y la intervención del juez Martín Cormick, quien anunció que asistirá a la manifestación para monitorear posibles excesos policiales.
Presencia de sectores políticos y sociales
Entre los participantes confirmados para la movilización se encuentran entidades gremiales de la CGT y las CTA, movimientos sociales, y agrupaciones políticas como La Cámpora y el Frente de Lucha Piquetero. Este último incluyó en sus consignas el pedido de renuncia de Bullrich.
Un punto de concentración clave será la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen y Virrey Cevallos, donde el fotógrafo Grillo fue herido la semana pasada. Según un activista vinculado a la izquierda, “esta será una marcha más organizada y de aparato, a diferencia de la marginalidad y anarquía que caracterizó la del miércoles pasado”.
Con un clima de alta tensión política y social, el Gobierno busca mantener el control de la situación mientras enfrenta presiones tanto internas como externas, en un contexto marcado por la crisis económica y las negociaciones con el FMI.