
Estamos viviendo tiempos de decadencia política sin fin, fanatismo total y beligerante, de un lado y otro, intereses partidarios y personales desenfrenados que les hace perder el rol de defensores de los intereses del estado provincial de donde surgen. Tienen poca tarea que les den beneficios a la ciudadanía, muchas discusiones y peleas en el recinto y en los medios de comunicación, solo les gusta la “pasarela” para exhibirse, pero casi nada de la calidad de los antiguos políticos que por allí pasaron hace mucho tiempo.
A eso debemos agregarle que logran privilegios en todo sentido, desde asistir 3 o 4 días para alguna tarea, vivir rodeados de asesores que muchas veces se los imponen y no conocen y rara vez defienden los intereses de las provincias que los eligen.
Ahora pretenden lograr el aumento de sus dietas, se habla de duplicarlas ¿Piensan en estos tiempos, que un jubilado gana solo $ 300.000 pesos al mes después de haber aportado al sistema por lo menos 30 años? y que el Salario Mínimo Vital y Móvil en Febrero 2025 fue de $ 292.446 para trabajadores por mes con jornada legal completa de trabajo; senadores ¿tienen en cuenta que muchas veces apoyaron normas que resintieron el monto jubilatorio por lo que el ajuste recayó sobre ellos?; el pueblo argentino está logrando, con muchísimo esfuerzo, tener una inflación de 2,4 % y que nada justifica un aumento tan brutal en cualquier ámbito de la administración pública como pretenden?
Insisto que debemos realizar un cambio muy profundo en el funcionamiento del Congreso en esta época de informática avanzada que vivimos, ya no es necesario que su actividad sea presencial, deberían sesionar desde la provincia que los elige y utilizar como asesores a los que designe cada gobierno provincial en acuerdo con la legislatura correspondiente.
La atmósfera en que se mueven las instituciones (incluido el Congreso) en estos tiempos en Buenos Aires y alrededores está muy “contaminada” en muchos sentidos y eso les hace perder el objetivo principal de un legislador que es el de defender a la provincia que representa y al pueblo de la nación que los necesita.
Estamos encaminando al país al sistema federal de gobierno donde cada provincia será responsable absoluta de su desarrollo y que tendrá un estado nacional pequeño y eficaz por lo que se está logrando y por tanto nuestros representantes parlamentarios deberían ejercer su tarea desde ella. Sin dudas eso permitiría mejorar la calidad legislativa y eliminar los vicios y privilegios que tanto nos cuesta mantener a los ciudadanos con los impuestos.
También se debería analizar en sacar la autarquía en los organismos del estado nacional y que los sueldos que cobren los congresales vuelva a ser del sistema remunerativo de empleados públicos en general para terminar con los privilegios que desequilibran las cuentas públicas; no se puede admitir que en períodos con inflación del 2,5 % pretendan un incremento de casi un 50 %. Ojalá los senadores rechacen el auto-aumento que pretenden.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today