Nuevo giro en la guerra comercial. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una pausa de 90 días de los aranceles anunciados el pasado 2 de abril con motivo del ‘Día de la Liberación’ para todos aquellos países que se han puesto en contacto en los últimos días para “negociar” su imposición y que “no hayan tomado represalias” contra EEUU.
“Considerando que más de 75 países han convocado a representantes de EEUU, incluyendo los departamentos de Comercio, Tesoro y el representante comercial de Estados Unidos (USTR) para negociar una solución a los temas en discusión en materia de comercio, barreras comerciales, aranceles, manipulación cambiaria y aranceles no monetarios, y que estos países no han tomado represalias de ninguna manera, he autorizado una pausa de 90 días”, ha expresado el propio Trump en un mensaje en su red social Truth Social.
“La gente estaba empezando a ponerse nerviosa“, ha confesado poco después el republicano en una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca. Así, ha reconocido que ha estado observando la evolución de la bolsa y los mercados. “Se veían bastante apagados“, ha expresado, asegurando que ahora, tras su repunte, “están preciosos”. “Es el día más grande la historia financiera”, ha reiterado.
En cualquier caso, hay una gran excepción: China. El gigante asiático ha vuelto a ser castigado por el estadounidense, quien ha comunicado que los aranceles que pesan sobre Pekín serán aumentados hasta “el 125%”. Esta decisión ocurre después de que este miércoles China contraatacase elevando las tasas impuestas a Estados Unidos hasta el 84%. “Debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales, por la presente, aumento el arancel al 125% con efecto inmediato”, ha anunciado el presidente estadounidense.
No es la primera subida que Trump aplica a China. Pekín impuso aranceles del 34% después de que Trump recrudeciese su guerra comercial con tarifas para todos los países, lo que provoco la reacción del republicano que, este lunes, amenazaba con imponer otra tasa adicional del 50% sobre las importaciones chinas si no eran retirados los gravámenes de los productos estadounidenses. Al no ser eliminados, las tarifas sobre Pekín ascendieron del 54% hasta un 104%.
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L. P.
Ante tal situación, este miércoles, el Gobierno chino ha vuelto a responder con otra subida, pasando del 34% al 84%, alegando que la práctica económica estadounidense “es un error tras otro, que vulnera gravemente los derechos e intereses legítimos de China y perjudica gravemente el sistema multilateral de comercio basado en normas”. No obstante, el Ministerio de Finanzas chino ha instado nuevamente a EEUU a corregir de inmediato sus decisiones y cancelar todas las medidas arancelarias contra su país, animando a resolver el choque a través del diálogo.
Sin embargo, Trump ha optado por continuar castigando al gigante asiático por sus represalias elevando nuevamente sus aranceles, en este caso hasta el 125%, y dejándole, además, fuera de la pausa de 90 días. “En algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que estafar a EEUU y a otros países ya no es sostenible ni aceptable”, ha expuesto el republicano. Durante la suspensión por tres meses, Trump ha autorizado una reducción sustancial del arancel recíproco al 10%, también con efecto inmediato.
Fuente El Confidencial