Montevideo, 13 de Mayo 2025 -Total News Agency-TNA- José Alberto Mujica Cardano, conocido popularmente como “Pepe” Mujica, ex Presidente de Uruguay, falleció a los 89 años de edad. El deceso se produjo tras una prolongada lucha contra un agresivo cáncer de esófago que, en las últimas etapas, se había extendido.
Mujica eligió transitar sus últimos tiempos en la tranquilidad de su rancho en Rincón del Cerro, en las afueras de Montevideo, alejado del foco mediático pero manteniendo su actividad como floricultor y su inquebrantable vínculo con la política, que nunca lo abandonó.
Su extensa trayectoria abarcó múltiples facetas: agricultor, militante político, guerrillero, preso político durante la dictadura, dirigente social, líder popular y finalmente Presidente de la República Oriental del Uruguay. Su figura dejó una marca indeleble en la historia del país.
Nacido en Montevideo en 1935, Mujica inició su camino político en el Partido Nacional, bajo la influencia de Enrique Erro, mientras simultáneamente gestionaba la chacra familiar. Desde una juventud marcada por una intensa militancia en la extrema izquierda, su pensamiento y acción política evolucionaron con los años hacia posturas más moderadas, lo que muchos analistas y seguidores destacaron como una acertada madurez y sabiduría.
Tras una derrota electoral de su partido, en 1964 se unió al Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, participando en acciones insurgentes y pasando a la clandestinidad para continuar su lucha contra el poder establecido.
Su activismo le valió ser detenido en cuatro ocasiones, sumando casi quince años de prisión por sus acciones terroristas y asesinatos. Entre 1972 y 1985, permaneció encarcelado bajo el régimen dictatorial. Con el restablecimiento de la democracia en Uruguay, Mujica recuperó su libertad y se reincorporó activamente a la vida política, donde construiría una carrera de gran impacto.
Reflejando su filosofía de vida y su visión de la historia, Mujica expresó en una ocasión: “No hay hombres imprescindibles, sino causas imprescindibles, caminos imprescindibles. La historia es una construcción tremendamente colectiva. Y en eso andamos, cada cual aporta su granito”.