Bahía Blanca, 17 de mayo de 2025-Total News Agency-TNA- El anuncio de su viaje a Bahia Blanco fue realizado por la gobernación, algo un tanto fuera de lugar para este día aciago para los bonaerenses, incluso detallo la agenda.
El gobernador Axel Kicillof llegará a Bahía Blanca este viernes al mediodía para realizar una agenda que incluye anuncios de inversiones por más de $2.700 millones, entrega de equipamiento de seguridad y firma de convenios para obras. A las 12.45, recorrerá el antiguo zoológico que será transformado en un parque ambiental. A las 13.20, entregará 27 motocicletas para patrullaje y distinguirá a cuatro policías por su actuación durante una inundación. A las 14, presidirá la firma de contratos para obras en dos barrios con una inversión de $2.748 millones y firmará convenios con el CFI para proyectos locales. Finalmente, encabezará el consejo del Plan Hidráulico para analizar el Canal Maldonado y el sistema pluvial de la ciudad.
En medio de un escenario de emergencia por las intensas inundaciones que afectan gravemente al conurbano bonaerense y gran parte de la provincia, el gobernador Axel Kicillof encabezó este viernes una jornada de actos en Bahía Blanca, donde se mostró entregando patrulleros y prometiendo obras. La visita, lejos de enfocarse en la crítica situación climática que atraviesa la región, fue utilizada como una plataforma de gestión para prensa, sin mencionar las inundaciones que mantienen barrios enteros bajo el agua.
Mientras miles de vecinos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) permanecen anegados, con calles convertidas en ríos por la falta de obras hidráulicas y mantenimiento de los sistemas cloacales, el mandatario provincial optó por recorrer Bahía Blanca en una agenda protocolar, acompañado por funcionarios y cámaras. En Zárate, Campana, Arrecifes, San Antonio de Areco y Pilar, entre otras localidades, ya han caído entre 150 y 250 milímetros de lluvia. El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas rojas por tormentas severas con potencial catastrófico.
Pese a la emergencia, Kicillof se mostró en tono triunfalista anunciando una inversión de 273.000 millones de pesos para obras en Bahía Blanca, incluyendo fondos para pavimento, alumbrado y el canal Maldonado. También aprovechó para entregar patrulleros y ambulancias. “Sin Estado no hay respuesta y sin obra pública no hay solución”, declaró, obviando que gran parte del colapso urbano que sufre hoy el conurbano responde justamente a la falta de infraestructura y previsión en su propia gestión.
En Zárate, el intendente Marcelo Matzkin advirtió a la población que “ya cayó más de la mitad del agua que provocó la tragedia en Bahía Blanca”, y llamó a la ciudadanía a no salir de sus casas. Las imágenes de autos flotando y familias evacuadas se replican en redes sociales, mientras el gobernador mantiene su agenda en el sur provincial como si se tratara de un día normal.
La crítica más dura proviene desde adentro de la propia administración provincial: mientras el Gobierno central desplegó un Comando de Incidencias con base en La Matanza y la Agencia Federal de Emergencias (AFE) coordina operativos en el norte de la provincia, Kicillof se muestra ajeno, priorizando una puesta en escena en Bahía Blanca.
El contraste entre la situación real de miles de bonaerenses afectados por el agua y la indiferencia política del mandatario provincial resalta un preocupante déficit de empatía y sentido de la urgencia. A pesar de haber vivido una tragedia climática histórica en marzo pasado, Bahía Blanca hoy sirve nuevamente de escenografía para discursos, mientras el conurbano se hunde, literalmente, bajo agua.